DEBATE 84: Menores de edad y cadena perpetua (3)

asdEn Estados Unidos actualmente hay cerca de 3.000 menores de edad condenados a cadena perpetua sin posibilidad alguna de lograr la libertad condicional. Otros 2.500 reclusos cumplen el mismo tipo de sentencia, pero fueron condenados cuando todaví­a eran menores. Y, además, otros 10.000 menores se encuentran confinados en prisiones para adultos, según han denunciado esta semana organizaciones que reclaman la reforma del sistema judicial.

«Niños de 13 años han sido juzgados como adultos y sentenciados a morir en la cárcel sin que haya habido consideración hacia sus edades o la circunstancia del delito que cometieron», ha denunciado Equal Justice Initiative (EJI, por sus siglas en inglés).

Es cierto que la situación de estos menores podrí­a atenuarse tras el fallo del Tribunal Supremo según la cual toda sentencia impuesta a un menor que implique su fallecimiento en detención es inconstitucional. Sin embargo, y esto es lo que ha indignado a los activistas de EJI, el alto tribunal incluyó en esa categorí­a solamente a los menores hallados culpables por delitos sin asesinato. Todos los demás -o sea, los sentenciados por homicidios- han sido excluidos.

«A la luz de esta decisión, los tribunales deben realizar nuevas audiencias y los jueces están obligados a considerar el carácter y las circunstancias de vida de cada uno de los menores, así­ como las circunstancias alrededor del delito. Porque en Estados Unidos muchos niños se encuentran en peligro de abuso, negligencia, violencia doméstica y pobreza», ha dicho EJI.

Según un estudio de la organización, a consecuencia de ello los menores de edad caen en situaciones desesperadas que los lleva a un punto en el cual no pueden manejar sus emociones y los retos de la adolescencia encuentran respuesta en la violencia y agresividad. La situación se agrava porque al menos 14 estados tratan a toda su población reclusa como si fuera mayor de edad, de forma que cuando los menores ingresan en prisión tienen que enfrentarse a la terrible y violenta realidad del sistema carcelario de los adultos.

Una de las ví­ctimas del sistema judicial que condena como adultos a menores de edad ha sido Ralph Brazel, un floridano juzgado condenado a tres cadenas perpetuas cuando tení­a 17 años. Su delito: poseer 18 gramos de la droga sintética ‘crack’. Ahora, con 41 años, es un activista por la reforma del sistema jurí­dico que recuerda a los medios de comunicación cómo inicialmente fue enjuiciado por dos cargos de fabricación y distribución de la droga y, por ello, sentenciado por un tribunal estatal de Florida a 20 meses de cárcel.

RUI FERREIRA Especial para EL MUNDO

 

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20 Respuestas

  1. Tamar Blanco Prieto dice:

    En mi opnión si una sociedad condena a un menor de edad a la pena de muerte a través de su poder judicial o legislativo,es que ese Estado no funciona como tal.
    No se trata de la condena sino de que ese paí­s como protector de esos menores no ha sabido inculcar unos valores.Yo creo que es un problema de ciudadaní­a y de valores.No es un problema que se deva intentar arreglar en los tribunales.
    Los que padecen realmente este problema son los menores que ni están protegidos por su familia ni por el Estado.Ellos no saben aplicar ni reglas ni valores porque nadie se los ha enseñado,por eso pienso que el castigo es muy exagerado.
    Este articulo creo que trata de que hay que dar a estos menores educación,apoyo,respeto, confianza y oportunidades.
    Serí­a muy importante intentar cambiar esa actitud que les lleva a cometer esos delitos.

  2. Iker Santibañez dice:

    En mi opnion me parece inignan lo que sucede en Estados Unidos con los menores. No se puede catalogar igual a una persona mayor que comete un delito, una persona que ya esta formada, que a un menor de edad, al cual aun le falta mucho para llegar a su madurez. Estoy de acuerdo que si un menor comete un delito habrá que castigarle de alguna manera, pero nunca en la misma proporción y en los mismos lugares donde esta internado un adulto. Se trata de recuperar a esos menores para la sociedad y no de dejarles de lado con un final casi siempre fatal al aprender en la cárcel todo lo que saben los delincuentes mayores. Algo falla en la ley estadounidense. Aquí­ en España somos mucho mas garantistas con los menores y creo que allí­ deberí­a ser de igual manera. Es un gran fallo de gobierno e instituciones estadounidenses que los menores estén tan desprotegidos. Lo que estos necesitan es apoyo, soluciones a sus problemas, una buena educación y que las instituciones velen por ellos. Para el castigo a estos menores debe de haber entidades o lugares donde la principal preocupación sea la recuperación de estos menores para la sociedad.

  3. Mikel. Rodeño. Casado. dice:

    Antes de cualquier comentario me gustarí­a decir que con lo que aquí­ voy a decir no quiero defender que los ciertos delitos de las personas menores de edad queden sin castigo, pero sí­ que quiero reflexionar sobre el modo en que este castigo debe llevarse a cabo.

    En mi opinión, las leyes de los Estados Unidos en torno a las condenas penitenciarias tienen numerosas contradicciones; en cierto modo se me asemejan a las leyes de algunos paí­ses sudamericanos en los que las leyes únicamente están para saltárselas. Y con esto no quiero decir que su sistema sea malo, sino que a la hora de condenar a una persona hay que tener en cuenta ciertos factores, por ejemplo, su edad, situación social, estado mental… Creo que todos estaremos de acuerdo en que no podemos juntar en una misma celda a un violador de 50 años con un niño de 13 que está ahí­ por llevar algunos gramos de droga. Y como he dicho al principio, no estoy defendiendo el que llevar droga encima no deba ser castigado.

    Visto este ejemplo, se me ocurren bastantes más y pienso que aquí­ es donde radica la dificultad de establecer un criterio común para todos los ellos, en la infinitud de casos distintos posibles.
    Sin embargo, mucha gente experta en este ámbito afirma que las condiciones de algunos presos pueden mejorar sin tener que elaborar planes tremendamente especí­ficos, quizá únicamente con establecer centros penitenciarios exclusivos para menores en los que éstos no se encuentren junto a personas que puedan suponer incluso una amenaza para ellos.

  4. Leire López Ulibarri dice:

    Al igual que mis anteriores compañeros ,quiero dejar claro que no soy partidaria de que ningún crimen quede sin castigo.
    En mi opiní­on, no se trata de defender «el todo vale por el hecho de ser menor de edad», todo acto en contra de la sociedad tiene que tener unas consecuencias. Pero ante todo, no se puede tampoco aplicar la misma vara de medir en todas las circunstancias.
    En muchos casos se impone como pena preceptiva, sin tener en cuenta circunstancias atenuantes como el historial de abusos o traumas, el grado de participación en el delito, el estado de la salud mental o la receptividad a la rehabilitación.
    .
    La Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, que entró en vigor hace más de 20 años, prohí­be expresamente la imposición de la cadena perpetua sin posibilidad de excarcelación por delitos cometidos por menores de 18 años, independientemente de la gravedad de dichos delitos. Todos los paí­ses han ratificado la Convención, con la excepción de Estados Unidos y Somalia.
    No se trata de disculpar los delitos cometidos por menores ni restar importancia a sus consecuencias, sino de tener en cuenta el especial potencial para la rehabilitación y el cambio que tienen los niños y niñas infractores.

  5. Eder González Olmo dice:

    No pretendo disculpar los delitos cometidos por menores, ni restar importancia a sus consecuencias. Ante este relato me siento contradictorio en mi opinión. Por un lado muchos condenados a muerte han participado en crí­menes brutales. Pero el castigo capital constituye una violación del derecho a la vida y del derecho a no ser sometido a penas crueles, inhumanas o degradantes, y ambos son derechos que pertenecen a todos los seres humanos independientemente de quienes sean y de lo que hayan hecho.

    Apoyo el castigo pero con rehabilitación y terapias psicológicas.
    En un tribunal de menores se tienen en cuenta factores como la educación, el ambiente familiar, las circunstancias de su crianza. Algunos lograrán reinsertarse, otros no, y serán muy peligrosos, pero son minorí­a. Es verdad que algunos menores pueden llegar a cometer crí­menes tan brutales y horribles, que generen muy pocas razones para ser comprensivos.

    No podemos practicar la doble moral y la hipocresí­a a la hora de juzgar a algunos de los detenidos. Condenar a Ralph Brazel por poseer 18 gramos de droga y dejar libres a criminales del narcotráfico.

    Por último, quisiera decir que es impresionante lo complejo que puede ser este tema; en mi opinión, si les preguntamos a los padres de Marta del Castillo, Sandra Palo y tantos otros, nos responderí­an que si son adultos para matar y violar, que sean tratados como adultos por la justicia.

  6. Miguel Ángel Ruiz dice:

    Seguramente todos conozcamos la frase, pero no está de más mencionarla: el fin no justifica los medios. Y esto es perfectamente aplicable a estas situaciones de las que trata el texto en cuestión. La violencia cada dí­a está más extendida por las calles y sobre todo en los menores de edad. Esto verdaderamente da su juego a la hora de realizar interpretaciones individuales de este tema. Pero, a mi juicio, la edad no debe ser una protección ante la ley del individuo.

    Cierto es que juzgar a un menor como si fuese mayor moralmente no es correcto debido a que el grado de madurez no está desarrollado aún, aunque, si bien hay que decirlo, muchas personas adultas tampoco es que presenten una madurez como para presumir. Hay un aspecto que me llama la atención y es que se condene a un menor de edad a una prisión que corresponde a los legalmente responsables de sus actos, en otras palabras, a los mayores de edad. Pensemos que la cárcel no es un lugar de castigo infernal o una tumba con vigilancia, sino un lugar cuyo objetivo es reeducar a las personas para reinsertarlas en la sociedad, y, efectivamente, un menor no deberí­a recibir la misma educación que una persona de 35 años. Además, podrí­a recibir abusos a los que le serí­a imposible hacer frente. «Cada gallina a su gallinero»

    Por último, me llama la atención las condenas a cadena perpetua a menores. Como he dicho antes, el fin no justifica los medios, por lo que aunque la situación de los delincuentes no sea la más correcta, no es una excusa para delinquir. Por ejemplo, si un niño de 13 años pasa por condiciones personales pésimas y decide asesinar a los presidentes de 3 paí­ses para desahogarse no se le puede perdonar ni por edad ni por motivos. Por tanto, la cadena perpetua es perfectamente aplicable a menores.

    Concluyo haciendo mención al sistema judicial ya que si bien es cierto que impone sanciones ejemplares en algunos momentos, en otros deja mucho que desear. Se debe buscar un equilibro y una igualdad proporcional, es decir, teniendo en cuenta la infracción el castigo será mayor o menor, sin tener en cuenta la persona a juzgar.

  7. Itoiz Almaraz dice:

    No se puede negar que estos menores sean culpables y de que por ello deban cumplir algún tipo de sanción, pero la tomada, en estos casos que se nos presentan en el texto, bajo mi punto de vista es un poco excesiva.

    Los menores en la gran mayorí­a de los casos no dejan de ser niños, que en la más avanzada adolescencia siguen siendo niños con cuerpo de adulto. En ocasiones estos cometen actos criminales los cuales deben de ser castigados pero no creo que todos ellos deban de condenarse a cadena perpetua.

    No voy a comparar ningún sistema judicial de un paí­s con el de otro porque serí­a injusto, teniendo en cuenta las condiciones humanas en las que se vive en cada uno de los diferentes paí­ses.

    Yo creo que no hay ni mejor ni peor sistema judicial en ninguno de los casos pero si que deberí­amos mejorar a la hora de juzgar a las personas e investigar más acerca de la causa por la que han cometido la infracción, y sobre todo las condiciones en la que estos sujetos se encuentran de cumplir esas condenas en ocasiones cortas y en otra excesivas, dependiendo el caso.

    El objetivo es encontrar un equilibrio y una propia justicia dentro de la misma siendo justos y honestos.

  8. Janire Martínez dice:

    En primer lugar creo que todo aquel que cometa un error debe pagarlo í‰L y no sus padres, ya que si se es lo suficiente mayor para cometer el delito, también se es para pagar el castigo.
    Esto no quita que crea que haya que tener en cuenta el factor de la edad a la hora de meterlos en la cárcel de adultos, una cárcel para menores (con las mismas condiciones) me parece una alternativa que sin quitarles su culpa y haciéndoles pagar su delito, no están en «peligro» entre delincuentes mucho más mayores.
    Otro tema a parte serí­a el de la cadena perpetua, ¿estamos o no de acuerdo con ella? ¿Pero de la misma manera para menores, cómo para adultos? Todo depende de si entendemos la cárcel cómo una manera de reinsertar al delincuente en la sociedad, o de un fin en si mismo. Creo que si se «revisarán» los casos de menores, también habrí­a que hacerlo con los de los adultos, ya que el ser menores no tiene porque suponer ninguna ventaja, ya que ante la ley TODOS SOMOS IGUALES.

  9. Unai Martínez Carou dice:

    Como se dice en el texto, todos los crí­menes cometidos siendo menor de edad se reconsiderarán al llegar el criminal a la mayorí­a de edad, excepto los que contengan asesinato. Siendo sinceros, a todos nos asustarí­a que hubiera en la calle un hombre que halla cometido un asesinato siendo menor de edad.

    Por otro lado, me parece una gran idea la mencionada en el texto que defiende que sea inconstitucional la posibilidad de que un menor de edad sea condenado a morir en la cárcel, pues un joven que halla cometido un delito, por las circunstancias que sean, no merece ese castigo, el de desperdiciar todas las etapas de su vida en prisión.

    Podrí­amos, finalmente relacionar este texto con el anterior, y, debo confesar que soy partidario de que sean estos menores quienes cumplan esta condena antes que sus padres, que no tienen responsabilidad directa sobe el acto llevado a cabo por sus hijos.

  10. Alazne Verdeal dice:

    A mi modo de ver, todos cometemos errores, muchos. Algunos más graves que otros; pero realmente creo que todos merecemos una segunda oportunidad. Si que es verdad que algunos delitos son impagables, como asesinar a una persona o violar, golpear, abusar de otra. En el caso de la primera, creo que lo más adecuado es la cárcel, y si esta se arrepiente, obligarlo a hacer servicios a la comunidad de por vida.
    También creo que debemos tener en cuenta la salud mental del individuo, que desgraciadamente suele ser el causante de estos delitos graves.

    Por otro lado, el método de castigo que utiliza Estados Unidos no me parece el más adecuado. Los errores deben pagarlo los niños, si, pero condenarlos de por vida a cuatro paredes grises no me parece lo más acertado. Sigo apoyando la idea de una segunda oportunidad. A mi modo de ver, estos adolescentes deben de ser reeducados de una forma correcta en centros de rehabilitación, mientras que cumplen condena (de cinco años como mucho). De esta manera, al salir de la cárcel es más probable que encaminen su vida.

    Del mismo modo, las leyes de muchos paí­ses son muy duras y sólo se tiene en cuenta el delito. Me entristece que nunca se tenga en cuenta la situación en la que el adolescente ha crecido. Los abusos desde pequeños o la soledad pueden convertir al individuo en alguien agresivo, capaz de cometer graves delitos como robo y agresión. No deberí­amos únicamente centrarnos en los hechos, sino que deberí­amos aprender a profundizar en la persona.

  11. Gorka Aranguiz dice:

    En mi opinión cualquier ser humano debe ser juzgado tenga la edad que tenga, exceptuando los casos en los que el individuo tenga problemas psicológicos o alguna enfermedad que no le permita darse cuenta de lo que pueden suponer sus acciones.
    Por otro lado, creo que dependiendo de la edad o el delito debe ser juzgado de una manera u otra.

  12. Amaia Sánchez dice:

    Pienso que hay una edad en la que ya sabes perfectamente que está bien y que está mal. Es lógico que a menores también les condenen por situaciones muy graves. También pienso que son muy pequeños para poder aguantar prisiones en las que hay adultos, meterse en problemas serí­a muy habitual porque los más mayores pagarian con ellos su odio.

  13. Marina Escribano dice:

    Siendo menores veo increí­ble que hayan alrededor de 16000 niños que estén condenados de tal forma, pese a que en Estados Unidos muchos niños se encuentran en peligro de abuso, negligencia, violencia doméstica y pobreza, ya que en España ni los grandes estafadores son juzgados como estos menores de los cuales mucho pueden haberlo hecho de forma inconsciente.

    El ejemplo de Ralph Brazel es la forma contraria en la que terminarí­an, ya que siendo menores de edad y estándo encerrados pueden acabar siendo inconscientes de sus emociones sin saber manejarlas, y encuentrar respuesta en la violencia y agresividad. Por lo tanto, en vez de mejorar el comportamiento de los jóvenes, lo harí­an más grave.

  14. Borja González dice:

    Yo creo que la cadena perpetua tendrí­a que dejar de existir y mas para los menores de edad ya que por una acción del pasado te condenen para toda la vida no lo veo muy acertado. Ademas mucho de los menores de edad condenados a cadena perpetua habrán sido utilizados para cometer el acto sin ninguna opción de elegir y solamente por eso yo no veo bien estar condenado a cadena perpetua.

    Yo lo que harí­a serí­a una pena de 10-15 años y luego les harí­a pasar un examen psicológico para ver si están condiciones de llevar una vida normal.

  15. Miriam Lodeiro dice:

    estoy de acuerdo con que todo delito debe ser castigado según su grado de importancia o incumplimiento de una ley, pero en adultos. Los menores son un caso a parte.
    Un menor tiene mucha menos experiencia de vida y menos conocimiento de si mismo, con esto no quiero decir que sea inocente, sino que es mas subceptible a influencias y malas compañí­as. También es cierto que en USA muchas bandas criminales y camellos utilizan a menores en sus delitos porque normalmente la ley es menos deberá con estos.
    En mi opinión, la ley, como bien dice el artí­culo, deberí­a investigar la circunstancias del menor y el delito y condenarle de acuerdo a ello, pero nunca como si fuera un adulto, ya que no tiene la capacidad de decisión y el conocimiento de ellos.

  16. Sheyla Pérez dice:

    En mi opinion estos niños que hayan causado cualquier tipo de delito deberian ser juzgados, por el daño causado. Claramente el pensamiento de un adulto no tiene nada que ver con la de un niño, aun asi la edad no justifica lo ocurrido. Como solucion cambiaria el hecho de compartir adultos y niños el mismo lugar en el que se establecen durante su condena. Ya que los adultos podrian inculcarles peores pensamientos o acciones a estos.

  17. Iker Pastor dice:

    Ante esta sorprendente situación, mi opinión es que pienso que a un menor de edad, no se le puede someter el mismo castigo que a una persona adulta, ya que sus ideas y su forma de pensar no son iguales, aunqeu el delito cometido por el menor sea grave como en este caso.

  18. Javier Pérez Mato dice:

    El delito cometido por un adulto es el mismo que el delito cometido por un menor. El daño a la sociedad es el mismo y por tanto creo que no debe ser juzgado de distinta manera.
    Sin embargo, creo que nos debemos plantear otra cosa. ¿Debe de ser la carcel un recurso para retirar de las calles a los delincuentes para siempre o un recurso para rehabilitar y reinsertar en la sociedad a estos delincuentes? Mientras que en España el objetivo de la carcel es este ultimo, en Estados Unidos, parece que la carcel tiene el objetivo de prevenir a la sociedad estadounidense de estos delincuentes.

    Personalmente opino que la carcel deberí­a ser un metodo de reinserción, pues no veo justo que por un error en la vida seas condenado a pasar el resto de tus dí­as en una celda, seas un crí­o o un anciano. Ademas, la justicia parece comportarse de distinta manera segun la raza y la posición social de las personas. Estados Unidos es el paí­s de la libertad de puertas para afuera, dentro es el pais de la libertad para los blancos ricos.

    En resumen, no me parece mal que los menores sean juzgados como adultos, pero si que me parece mal que sean condenados a toda una vida en la carcel.

  19. Arrate Caballero dice:

    En mi opinión, me parece indignante lo que sucede en Estados Unidos con los menores. No se puede/debe catalogar igual a una persona mayor que comete un delito, que a un menor de edad, al cual aún le falta mucho para llegar a su madurez. Estoy de acuerdo que si un menor comete un delito habrá que castigarle de alguna manera, pero nunca en la misma proporción y en los mismos lugares donde esta internado un adulto.
    Opino que la cárcel deberí­a ser un método de reinserción, pues no veo justo que por un error en la vida seas condenado a pasar el resto de tus dí­as en una celda, seas un crí­o o un anciano.

  20. BorYO dice:

    A mi me parece perfecto, si son conscientes de cometer un delito también lo son para pagarlo
    Quien la hace la paga,así­ de simple, tenga la edad que tenga

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