El auténtico acueducto romano
El arco de acueducto romano que se erige en la plaza Nova, junto a la antigua puerta decumana de Barcino, es de mentira, es un fake construido en 1958. El único tramo superviviente del acueducto fue descubierto por casualidad en 1988 tras el derribo de un edificio en la calle Duran i Bas.
Se trata de cuatro arcos en muy buen estado de conservación que pueden contemplarse en el espacio que dejó aquella demolición, la actual plaza Vuit de Març. Eso sí, como parte de la pared medianera del edificio contiguo.
La colonia romana de Barcino se abastecía de agua gracias a un doble acueducto que confluía en la actual plaza Nova. Uno de ellos traía el agua del Besòs desde lo que hoy es el término municipal de Montcada i Reixach. El segundo parece ser que venía de Collserola. El de Montcada, al que pertenecen los arcos de la plaza Vuit de Març, fue construido en el siglo I y tenía algo más de 11 kilómetros de longitud.
Esta infraestructura, fundamental para asegurar la llegada de un caudal permanente de agua a la ciudad, estuvo funcionando hasta los siglos IX i X, cuando se fue sustituyendo por el Rec Comtal. Los arcos descubiertos en 1988 ocupan unos 20 metros y son de hecho el único tramo superviviente del acueducto, conservado gracias a que fue aprovechado como parte de la pared medianera de los edificios 12 y 14 de la calle Duran i Bas. Ambos inmuebles, el aún en pie y el derribado a finales de la década de 1980, fueron construidos en el siglo XIX.
En los últimos años tan solo se han descubierto los cimientos y bases de algunas de las torres del acueducto en la calle Magdalenes, así como un tramo de canalización en la calle Coronel Monasterio, en el barrio de Sant Andreu. También se ha recuperado una antigua cisterna en el interior de la Casa de la Ardiaca, donde puede también contemplarse la doble canalización que confluía en la plaza Nova.
Se sabe también de la existencia, al menos hasta finales del siglo XVIII, de un tramo del acueducto entre lo que hoy es la calle trafalgar y Sant Pere de les Puel·les.
El descubrimiento de los arcos en Duran i Bas fue toda una sorpresa para los arqueólogos, que pudieron documentar el método que los romanos emplearon en la construcción del acueducto.
Tomado de www.lavanguardia.com