Fundación Miranda: memoria de la inauguración

MEMORIA LEIDA EN EL ACTO DE LA INAUGURACIÓN DEL «ASILO MIRANDA» DE BARACALDO[1]

Al celebrarse la inauguración oficial de este Asilo para ancianos, de fundación particular, debido única y exclu­sivamente al gran filántropo baracaldés, D. Antonio Miranda y Arana (q.e.p.d.), es muy grato para la Junta administradora de tan benéfica Institución dar pública cuenta de su gestión, desde el 2 de Diciembre de 1911, fe­cha de su constitución, hasta el día de hoy, consignando antes algunos datos biográficos referentes al generoso do­nante.

  1. Antonio Miranda y Arana nació en la Anteiglesia de Baracaldo, barrio de Burceña, el año 1831. Hijo de modes­tos labradores, sin otros conocimientos y recursos que los derivados de tan humilde posición, se embarcó para la Isla de Cuba, hacia el año de 1841, cuando apenas contaba 15 años de edad, entrando a ejercer el comercio en un establecimiento de tejidos, que su tío D. Antonio Miranda poseía en la Habana, quien desde el primer momento pres­tó al joven Miranda gran protección, debido a las excep­cionales condiciones de honradez y actividad que desde el primer instante demostró en el cumplimiento de su deber. Al cabo de algunos años se estableció por cuenta propia y realizó varios viajes con el fin de efectuar compras en los mercados de Londres y París, los que visitaba muy fre­cuentemente: La posesión de una buena fortuna y un espíritu cultivado, como fruto de sus numerosos viajes por el extranjero, fueron motivo para que Miranda, joven aun, decidiera retirarse del comercio, como así lo hizo el año de 1869, fijando su residencia en Bilbao, donde desempeñó durante seis años el cargo de Consejero en el Banco de Bilbao, y permaneciendo en dicha villa hasta el año 1887, para trasladarse en aquella época a San Sebastián, en cuya ciudad falleció el día 2 de Enero de 1910, a los 76 años de edad, con el pensamiento puesto en sus dos grandes amores: Dios y su pueblo.

 GESTIONES DE LOS SEÑORES TESTAMENTARIOS

En virtud de testamento público otorgado por el señor Miranda, el 31 de Diciembre de 1909, ante el Notario de la ciudad de San Sebastián, D. Segundo Berasategui, se hicieron cargo de los bienes de aquél, al ocurrir su fallecimiento, los testamentarios D. José Sotero de Echevarría, D. Juan Lafitte y D. Pedro González, quienes cumplieron con escrupulosa exactitud y gran actividad todas y cada una de las disposiciones que en el referido documento dejó consignadas el generoso donante, como así se detalla en una Memoria publicada por dichos señores testamentario en 2 de Junio de 1910.

Hicieron entrega de los legados hechos por el fundador a sus parientes, criados y otras personas, trasladaron su cuerpo al cementerio de esta Anteiglesia, adquirieron de D. Vicente Bavio un hermoso terreno en el punto denominado Cruces, del barrio de San Vicente, para emplazamiento del Asilo, y para regularizar el perímetro adqui­rieron, también, de D. Tomás de Begoña y D. José de Vildósola, dos parcelas de terreno. Inmediatamente saca­ron a subasta las obras de cierre de los terrenos, que fueron efectuadas por D. Juan Hormaechea y la Sociedad Cementos Portland, de Sestao, en la cantidad de 17.330,74 pesetas; terminadas éstas, encomendaron dichos señores al arquitecto Director de las mismas D. Ismael de Gorostiza, la confección del proyecto del edificio Asilo; sacaron tam­bién a subasta las obras de éste, que fueron adjudicadas en 382.928 pesetas a D. Pedro Munita y D. Benigno Icazuriaga; e hicieron otras gestiones relacionadas con su misión. Finalmente, en 2 de Diciembre de 1911, ante el Notario de ésta D. Ambrosio Gutiérrez, y considerando cumplida su misión, hicieron entrega a la representación de la Junta, la que previamente había sido nombrada, por escritura pública, de todos los bienes que componían en aquella fecha el remanente a favor de la, Fundación, que ascendía a la suma de 2.637.236,39 pesetas. Con esto cesa­ron los señores testamentarios en su importantísima y acertada gestión, por la que les deberá esta Junta, y el pueblo de Baracaldo en general, eterna gratitud. Poste­riormente se han solicitado repetidas veces los servicios de los referidos testamentarios, quienes con exquisita amabi­lidad nos los han prestado siempre, facilitándonos con ello la resolución de delicados asuntos. Sus nombres ocuparán muy meritorio lugar en la historia de esta fundación.

 GESTIONES DE LA JUNTA.

Al hacerse cargo la Junta de los bienes a ella confiados, estaban las obras del Asilo, principal fin de esta Funda­ción, en estado relativamente avanzado, restándonos sola­mente, respecto a este asunto, velar por el cumplimiento exacto de los contratos y gestionar la realización de las obras complementarias de aquél, lo que ha ido efectuándose paulatinamente.

Para hacer constar, con la debida claridad, el proceso o desarrollo de las obras, es necesario retroceder un tanto en nuestros apuntes.

La primera piedra del Asilo fue colocada por el Sr. Ar­cipreste D. Santos de Ipiña y Sarasola, con asistencia de los señores testamentarios, Alcalde y otras muchas personas, el 13 de Julio de 1911. Dicha piedra se halla colocada en la base central del muro de la capilla, detrás del altar mayor, depositándose en el interior de la misma, además de otros objetos, el acta original de aquella ceremonia, cua­tro monedas y varios periódicos de Bilbao.

El día 13 de Febrero de 1914 se dieron por recibidas las obras del inmueble que hoy se inaugura.

Con el fin de hacer más breve y sencilla esta Memoria, nos abstendremos de detallar, una por una, las obras eje­cutadas, consignando solamente los principales datos a ella referentes, según se indica en el siguiente cuadro:

Clase de obra Contratantes Fecha de Costo (pts.)
Adjudicación Entrega de obra
Cerca de la huerta Sr. Hormaechea y C.Portland 10-1-1911 25/4/1912 17.380,74
Asilo Srs. Munita e Icazuriaga 30-4-1911 15/5/1913 419.552, 45
Calefacción Srs. Ara, Baquero y Cía 12-11-1912 8/4/1913 15.785
Verja Cantería Marcos Beitia? y Cía 12-12-1912 16/5/1913 11.952,50
Verja Herrería Sr. Rafael Chaurrondo y Cía Idem 16/7/1913 2.352,90
Instalación de luz y timbre Sr. Juan de la Cruz Monzón 8-4-1913 29-10-1913 6.695,98
Aparato para luz AEG Tomson 16-5-1913 Idem 2.833,50
Altar, etc… Sres. Basterra y Larrea 13-5-1913 17-10-1913 4.743,33
Reloj y campana Srs. Hijos de Ignacio Murua 10-6-1913 19-8-1913 2.972,70
Pintura exterior Sr. Carlos Gallo Idem 4-9-1918 5.288
Casa de labranza Por administración 6.307,25
Casas capellán y guarda Sr.Mariano Gárate 6-10-1013 28-3-1914 18.372,55
Muebles Varios 26.295,90
TOTAL 540.532,15

 

Para satisfacción de los señores contratistas haremos constar que todos han impreso a las obras a ellos encomen­dadas gran actividad, quedando esta Junta altamente satisfecha de aquéllas, mereciendo una especial mención en esta Memoria el Arquitecto-Director D. Ismael de Gorostiza, por la laboriosidad, celo y competencia demostradas, así como también el sobrestante D. José Zabarain, que tan acertadamente le ha secundado. Tampoco dejaremos de consignar un merecido aplauso al Ayuntamiento de esta Anteiglesia, y particularmente a su digno ex Presidente D. Pablo de Arregui, por el especial cuidado que han pues­to en hermosear la calle abierta entre el edificio Asilo y el Hospital de Altos Hornos, de Vizcaya, convirtiendo en una bonita alameda y amplias calles las estrechas y mal alineadas estradas que antiguamente conducían a los puntos que hoy ocupan las mencionadas edificaciones.

Antes de terminar completamente las obras complementarias del Asilo, y a fin de comenzar lo antes posible la obra bienhechora objeto de esta Fundación, se gestionó y obtuvo de la Dirección general de las Hijas de la Caridad la cesión de seis Hermanas para encargarse del cuidado de los asilados, y el 1 de Agosto de 1913, dirigidas por la Su­periora Sor María Obineta, se instalaron en el Establecimiento, comenzando seguidamente a la confección de col­chones, ropas para las camas y adquisición de todos los utensilios necesarios. Una vez adquiridos e instalados los más indispensables muebles, y en vista de la angustiosa y precaria situación en que se hallaba el anciano Baracaldés Martín Sasía Echevarría, 69 años de edad, se le dio ingreso provisional en el Asilo el 5 de Agosto de 1913, donde con­tinúa hoy, en muy buen estado, gozando de los beneficios de ésta Fundación.

En 1 de Septiembre del mismo año se hizo saber a los solicitantes de ingreso que podían efectuarlo, como lo hi­cieron sucesivamente hasta el número de diez y ocho, que hoy cómodamente se hallan instalados en este benéfico Asilo.

A fin de que puedan cumplir sus deberes religiosos tanto los asilados como las Hermanas encargadas del Estableci­miento y en cumplimiento de lo ordenado en el art. 27 del Reglamento, se ha nombrado Capellán para el servicio ex­clusivamente del Asilo, al que hasta hace poco desempeñó la Parroquia de esta Anteiglesia, nuestro virtuoso Arcipreste D. Santos de Ipiña. De la asistencia facultativa se ha encargado el conocido médico D. Sireno Alzola, y de la administración D. Avelino Trigueros.

MEDIOS ECONÓMICOS CON QUE CUENTA LA FUNDACIÓN

Clase de bienes Valoración pts. Producto anual
Una casa en la calle de los Fueros (n.1) de San Sebastián 400.000 20.000
Un caserío (“Lazcano”) en jurisdicción de San Sebastián 35.567 1.000
250 acciones del Banco España 566.250 27.750
383 acciones del Banco de Bilbao 607.055 26.810
327.500 pesetas nominales en títulos de renta 258.070 10.480
150.000 pesetas en títulos de deuda amortizable 147.450 6.000
199 obligaciones de la ciudad de San Sebastián 99.500 3.800
143 obligaciones de la iglesia del Buen Pastor (S.S.) 8.937,50 357,50
Valor del edificio-asilo 621.111,74
Producto de cuentas corrientes 250
TOTAL 2.743.941,24 92.447,50

 

Como se ve en el cuadro  precedente, la situación económica de la Fundación es en extremo desahogada, mas no por eso esta Junta dejará de procurar el crecimiento de capital y, por tanto, de sus intereses, pues si el número de acogidos hoy no es ni puede ser numeroso, dado la exigua población de Baracaldo, hace cincuenta y cinco años, edad que se ha fijado para el ingreso en el Asilo, no podremos decir lo mismo en lo sucesivo, pues de todos es conocido el portentoso desarrollo de esta Anteiglesla, especialmente en estos últimos veinte años, que ha visto subir su población de 9.000 a 21.000 habitantes, y continúa su marcha ascendente. Por tanto, no es aventurado suponer que si hoy pueden salvarse los presupuestos del Estableci­miento con importante superávit, no ocurrirá lo mismo dentro de treinta años, en que comenzarán a alcanzar la edad reglamentaria infinidad de obreros y demás clases pobres de esta importante población. Los beneficios, pues, que la INSTITUCIÓN MIRANDA está llamada a reportar son incalculables. Bendigamos y enaltezcamos, por tanto, la memoria de su fundador D. Antonio Miranda y Arana, cuyo nombre pasará a ocupar un puesto preeminente en la historia de esta Anteiglesia.

El Presidente, IGNACIO DE BELAUSTEGUI. —El Vicepresi­dente, JOSÉ DE VILDÓSOLA.—El Tesorero, ANTOLÍN LEZA-N A.— E/ Secretario, M. GÓMEZ.—Vocales: FERNANDO MA­RÍA DE IBARRA, PABLO DE ARREGUI y SILVESTRE LARREA. — El Administradas, A VELINO TRIGUEROS.

[1] ANALES MADRID, 1916, pp.447-455

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