Iñigo Díez, Premio Extraordinario al Bachillerato: «La clave es no dejarlo todo para el último día»
Iñigo Díez ha sido uno de los nueve estudiantes vizcainos que han recibido el Premio Extraordinario al Bachillerato. Con motivo del día de estudiante que se celebra este viernes 17 de noviembre, el joven de 18 años que finalizó sus estudios de bachillerato en el Colegio Santa María Ikastetxea de Portugalete, relata a DEIA las cosas que ha vivido y, el trabajo y los sacrificios que ha tenido que hacer en su época escolar y que sigue haciendo en su nueva aventura universitaria.
¿Es posible alcanzar la excelencia o hay algunas cosas en las que considera que ha podido mejorar?
Si tirase unos años para atrás, intentaría comprender más cosas porque hay algunas que las estudié de memoria y las he arrastrado. Siempre nos lo dicen en clase pero es muy importante llevarlo al día porque puedes preguntar dudas. Además, el día anterior al examen puedes estar más liberado. Cuanto más tiempo se aproveche en clase mejor. Me gusta mucho el ajedrez y en algunos ratos libres juego, pero creo que lo que hay que hacer es aprovechar el tiempo porque lo que me quite en clase de hacer más tiempo libre que voy a tener en casa y, ese tiempo de descanso va a ser de mayor calidad que el de clase.
¿Le da rabia cuando aprueba por la mínima?
En segundo de bachiller no me ha pasado y, nunca he ido a por el mínimo. Tampoco voy a decir que iba a por el diez, simplemente trataba de sacar la mejor nota posible. Entre el nueve el diez hay mucho salto, una cosa es sabérselo bien y la otra perfecto. Lo comentaba con un amigo, que quería sacar la mejor nota posible con el menor esfuerzo posible. En cambio, yo priorizo la gratificación que obtengo de las notas.
Tras haber recibido al Premio Extraordinario al Bachillerato, ¿qué consejo le daría a alguien que esté estudiando en estos momentos?
Unos cuantos. Si algo agradezco de tener buenas notas es el hecho de poder permitirme estudiar lo que quiera en la universidad. Aunque vayas a hacer una carrera que tenga una media muy baja, intenta tener la opción de hacer lo que quieras. Hay que aprovechar mucho el tiempo libre que se tenga, no hay problema por estar con el móvil, yo lo hago, pero tiene que ser un uso consciente, es decir, que no sea por inercia. Y, si no tienes claro que hacer puedes usar ese tiempo libre para probar cosas nuevas. Gracias a un curso de programación al que me apunté, aunque luego tuve que estudiar más aprendí que sí me gustaba el tema de los ordenadores, pero no para dedicarme a ellos. También las habilidades sociales son importantes, apuntarte a todo lo que quieras. Y por último llevarlo al día, es mucho mejor dedicarle algo el mismo día que lo traes de clase, que dejarlo para el último día.
¿Para ser buen estudiante cree que es necesario hincar mucho los codos?
Cada uno lo hace como quiere. Personalmente siempre he tratado de entender de lo que se habla. Por ejemplo historia, hay que tratar de interiorizar los contenidos, creo que es mejor comprenderlo, antes que estudiar y olvidarte cuando acabes el examen. Me es más útil porque luego te ayuda a conectar ideas. Aun así, creo que es mucho más importante la forma de optimizar el tiempo, si estudias una o dos horas todos los días es más rentable que estar hincando codos la semana previa al examen.
Entonces, ¿considera que la constancia es más importante que estudiar y escribir el día del examen como un loro?
Si, por ejemplo, si estás en primero de medicina o en primero de ADE, como es mi caso, me merece la pena entender las cosas que estoy dando ahora porque son los cimientos de lo que voy a dar en los próximos años. Entonces, si me lo estudio de memoria, voy a tener problemas más adelante. Y cuando trate de entender lo siguiente me voy a dar cuenta que no he aprendido lo primero.
¿Observa que estos problemas vienen de antes de acceder a la universidad?
En bachiller, a la gente que le cuesta sacar buenas notas tienen el fallo que desde la base porque han estudiado mal, y, cuando llegas a la parte de arriba, como el cimiento es muy inestable, te cuesta mucho empezar con el nuevo curso.
¿Tuvo que sacrificar muchas cosas? ¿Cuáles?
Es algo que pienso mucho porque ahora sobre todo que empiezo la universidad probablemente merece la pena que deje algunas cosas de lado para sacar las mejores notas. Hasta ahora sí creo que que ha merecido la pena. He tratado de compaginar todo y hacer todo lo que podía, pero no siempre llegaba a todo y he sacrificado tranquilidad personal. Me encanta el deporte, pero muchas no me daba tiempo para todo, tenía que dejar de lado las quedadas con los amigos para dejar de estar estresado o con prisa. Por ejemplo, el otro día salieron todos mis amigos y yo me fui a estudiar.
¿Cuánto siente que el deporte le ha ayudado a la hora de estudiar?
Una barbaridad. Desde que terminé las clases hasta que inicio la selectividad, iba a entrenar y volvía para estudiar. Además, con el deporte te sientes mejor contigo mismo, te da más ganas. Cuando estuve en selectividad les comentaba a los amigos de ir a la piscina, me decían que estaba loco por ir en selectividad, pero desde mi punto de vista es el momento perfecto para despejarte.
Tomado de www.deia.eus
Iñigo Díez demuestra un rendimiento académico destacado al priorizar la comprensión sobre la memorización, una perspectiva que encuentro muy sensata. Su recomendación de dedicar tiempo diario al estudio en lugar de depender de sesiones intensivas antes de los exámenes resuena con sabiduría y eficacia en la administración del tiempo. Además, enfatiza la importancia de participar en actividades extracurriculares y explorar nuevas áreas durante el tiempo libre, lo cual me ha llevado a reflexionar sobre cómo equilibrar el estudio con las experiencias sociales y personales. Su enfoque en comprender los conceptos en lugar de memorizarlos ha avivado mi conciencia sobre la calidad del aprendizaje. Este enfoque ilustrativo ha influido en mi reflexión sobre la estrategia de estudio y la gestión del tiempo durante los exámenes de segundo de bachillerato.
Los dos aspectos que destaca Iñigo Díez son: la comprensión en lugar de la memorización y el intento de llevar las asignaturas al día. Pienso que tiene razón en estos dos aspectos para llegar al éxito, pero se ponen dos obstáculos por delante, dependiendo tu capacidad mental.
Llevar todas las asignaturas al día en Bachiller puede llegar a ser complicado, sobre todo por la cantidad de asignaturas que son. Solo imagina tener que estudiar una o dos horas al día de cada asignatura, acabarías muy tarde y cansado. Sí que es cierto que esto tendría su recompensa en la víspera del examen, ya que tendrías que solo tendrías que repasar; pero a veces es muy costoso llevarlo todo al día, sobre todo en 2º de Bachillerato y su tiempo limitado.
Por otro lado, la comprensión es completamente necesaria en asignaturas como química, biología o historia; ya en estas asignaturas si es todo continuo, y no entiendes uno de los temas podrías tener dificultad para la comprensión del siguiente porque cabe la posibilidad de que estén relacionados.
En mi opinión la clave está en el descanso y la planificación, para poder intentar llevar todo de una manera más amena y «tranquila».
Piensa, amiga Maialen, que este joven hizo el curso pasado 2º de Bachillerato (en el cual estás tú). Por tanto, lo que afirma es una experiencia muy cercana.
Iñigo Díez ha demostrado un compromiso notable con sus estudios, lo que se refleja en su reconocimiento con el Premio Extraordinario al Bachillerato. Su enfoque en comprender los temas en lugar de simplemente memorizarlos es una estrategia valiosa y se alinea con la idea de que la constancia y la comprensión profunda son más efectivas a largo plazo que el simple estudio superficial.
Es interesante su énfasis en optimizar el tiempo y llevar al día las tareas, lo cual puede ser fundamental para mantener un equilibrio entre el estudio y otros aspectos de la vida. Su perspectiva sobre la importancia de las habilidades sociales y probar nuevas experiencias también destaca la necesidad de un enfoque holístico en la educación.
Además, la capacidad de priorizar y hacer sacrificios para alcanzar metas es evidente en sus comentarios sobre dejar de lado algunas actividades sociales para centrarse en sus estudios. Su conexión entre el deporte y el rendimiento académico resalta la importancia del equilibrio entre la actividad física y el estudio para mantener un bienestar general.
Comparto con Iñigo que lo mejor es llevarlo todo al día, pero esto es una utopía por la gran cantidad de clases que tienes al día, en nuestro caso 7, y los deberes que cada profesor manda (estudiar, trabajos, ejercicios…). Dedicando solo media hora a cada asignatura únicamente para asimilar lo explicado en clase implicaría estar casi 4 horas diarias más en casa. Estudiar a fondo cada materia diaria es imposible, porque hay otras cosas en la vida, ( el deporte, los amigos, la familia…). Por ello, no tienes más remedio que priorizar y centrarte en lo inmediato y postponer lo que no es tan urgente.
La exigencia de hoy en día nos obliga a ser muy competitivos e intentar sacar la mejor nota posible para poder estudiar la carrera que deseamos, y por eso se estudia con presión, y se quiera o no, la nota es lo importante. Estudiamos de memoria y muchas veces sin entender lo que estudiamos y eso no es aprendizaje. Sacar una nota baja sabiendo que has estudiado durante horas o días mina la moral.
Sin embargo, todo es pasajero y dentro de unos años no nos acordaremos de aquel 7 que sacamos en tal o cual asignatura si hemos conseguido estudiar lo que hemos deseado. Esto implica un sacrificio sí, pero como todo en la vida, “el que algo quiere algo le cuesta”.