TEXTOS: La Carta colectiva del Episcopado español (1937)

CARTA COLECTIVA DEL EPISCOPADO ESPAí‘OL – 1937-

E1 texto que se nos presenta para comentar tiene por titulo «Carta Colectiva del Episcopado español» datada el 1 de Julio de 1937, prácticamente un año después del inicio de la Guerra Civil española. En ella, con un lenguaje con muchos matices teológicos e ideológicos, los obispos muestran su posición ante la guerra que se está desarrollando. Todo ello lo veremos en nuestro comentario en cuya ejecución seguiremos los siguientes pasos: clasificación, análisis del tema e ideas principales…

CLASIFICACION

a) Naturaleza: se trata de un texto polí­tico. Al mismo tiempo, posee, por sus consecuencias, un fondo social ya que analiza, en cierto modo, las repercusiones del levantamiento militar. Por su origen, debemos indicar que se trata de una fuente histórica. Es una fuente histórica.

b) Autor: el autor de la carta es el Episcopado español, es decir, es un texto cuyo autor es colectivo. Este es el órgano supremo de representación de la Iglesia católica. La carta fue firmada por la gran mayorí­a de los obispos presentes ya que únicamente dos se negaron a hacerlo: los obispos de Vitoria v Tarragona.

c) Datación temporal y ubicación: la fecha de publicación del documento es el 1 de Julio de 1937, esto es, casi un año después del alzamiento militar que dio lugar a la guerra civil española. Con respecto a su ubicación, no se especifica, pero seguramente fue redactado en Madrid donde estaba la sede de la Conferencia espiscopal.

d) Destinatario y finalidad: la carta del episcopado es un texto público y de carácter nacional pues está dirigido, sobre todo, a los españoles. Su finalidad es dar a conocer la postura adoptada por la iglesia católica ante la guerra civil.

ANíLISIS

El tema alrededor del cual gira el texto es, como indicamos anteriormente, la postura adoptada por la Iglesia católica ante el levantamiento cí­vico- militar que dio comienzo a la guerra civil española.

En torno al tema destacan varias ideas como pueden ser algunas definiciones de la guerra desde el punto de vista católico y determinadas conclusiones. Dentro de este punto se distinguen tres apartados: consecuencias de la guerra en la iglesia católica (1°y 2º), consecuencias de la guerra en la sociedad (3º) y la situación española del momento (4º)

COMENTARIO

El contexto histórico en el que debemos situar el texto es la Guerra Civil Española. Concretamente el año siguiente a la declaración del alzamiento cí­vico-­militar que la dio lugar. En este sentido resulta extraño que la Iglesia publicara esta carta sobre su posición favorable al pronunciamiento un año después de producirse teniendo en cuenta que en 1931 habí­a recomendado a los católicos la aceptación de la voluntad popular. Por ello, debemos analizar las causas que motivaron esta situación.

La República desde su proclamación en 1931 siempre se posicionó, con mayor o menor intensidad, frente a la Iglesia intentado una secularización de la sociedad y de la vida pública mediante la separación de la Iglesia y el Estado con lo que suponí­a de la supresión del financiamiento de sus miembros y sus actividades. También, durante el primer bienio, se instauró una legislación que establecí­a la usurpación de la propiedad de los templos, el matrimonio civil, el divorcio, la secularización de los cementerios o la privación a la iglesia de ejercer la enseñanza, el comercio y la industria. Por todo ello, los sectores católicos vivieron un permanente enfrentamiento con la República.

Cuando el Frente Popular gana las elecciones de 1936, tras la caí­da del Bienio Conservador, las fobias anticlericales se llevarán a lí­mites nunca conocidos en Europa. Los templos, conventos, monasterios, bibliotecas al igual que todo tipo de personas relacionadas con ella (sacerdotes, monjas, laicos comprometidos con movimientos católicos) serán ví­ctimas de los atropellos de las masas populares azuzadas en la mayorí­a de los casos por los lí­deres polí­ticos y sindicales de izquierda.

Por ello, junto con su ideologí­a mayoritariamente conservadora, no es de extrañar que la Iglesia se muestre favorable al alzamiento iniciado el 18 de Julio del año anterior.

Analizado el contexto, procederemos a comentar las aportaciones del texto para lo cual nos dejaremos guiar por cada uno de los párrafos.

En el primer párrafo se presentan varias opiniones sobre la Guerra Civil desde distintas observadores. Una nos dice. «Es una carrera de velocidad entre el bolchevismo y la civilización cristiana» lo que ofrece claramente el concepto que tiene la Iglesia de la guerra: es en enfrentamiento entre comunismo y cristianismo o, lo que es lo mismo, una nueva cruzada. En este sentido debiéramos citar la duramente sofocada Revolución de Octubre de 1934 en la que socialistas y anarquistas intentaron, mediante una sangrienta revolución, imponer el modelo bochevique de estado.

El segundo párrafo es la definición de la guerra desde el punto de vista del episcopado: en principio fue «en defensa de los principios fundamentales de toda sociedad civilizada». Y es que, la Iglesia habla estado sufriendo la mas dura represión de la historia de manos de los republicanos y, desde esta situación, tampoco tiene nada de extraño que vea un mejor futuro en los rebeldes que en los defensores del Frente Popular ya que, como dice el texto, «no supo o no quiso tutelar aquellos principios cristianos».

A continuación se exponen las consecuencias que todo esto ha traí­do haciendo referencia a la revolución rusa y lo que, por imitarla, está ocurriendo; a la toma de posición del episcopado favorable al movimiento nacional v a las repercusiones que el levantamiento ha tenido en la conciencia popular.      .

Concluye el texto indicando la toma de postura el episcopado: «no hay en España más esperanza que el triunfo del movimiento nacional porque el bando contrario no ofrece garantí­as de estabilidad polí­tica y social. Con esta última afirmación, el episcopado deja bien claro su apoyo al bando nacional y a la guerra para acabar con los republicanos que estaban limitando sus derechos y llevando a cabo la represión más dura de la historia contra todos los elementos de la Iglesia.

CONCLUSIí“N

Para finalizar el comentario señalaré algunas conclusiones:

l.- La proclamación de la República en 1931 aunque no fue bien vista por la Iglesia fue aceptada con toda lealtad.

2.- Las medidas tomadas por el Gobierno republicano-socialista en 1931 inclinaron a muchos católicos y la jerarquí­a a separarse progresivamente de la República.

3.- La revolución de Octubre de 1934, en pleno gobierno de centro-derecha, desató ya bastantes brutalidades y asesinatos contra la Iglesia, sus bienes y sus personas.

4.- Tras ganar las elecciones el Frente Popular en 1936, la persecución sistemática contra la Iglesia fue, salvo en la Euskadi controlada por el Gobrierno vasco, de una ferocidad nunca conocida en la Historia de Europa. Mientras, en la zona franquí­sta, todo eran facilidades y ventajas.

5.- Por todo ello nada tiene de extraño que la jerarquí­a católica se posicionara favorablemente al alzamiento franquista y emitiera para conocimiento público el texto que acabamos de comentar. Sin embargo, señaláramos, para finalizar que, con ello, en nada ayudó la misma Iglesia a solucionar pací­ficamente el conflicto.

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2 Respuestas

  1. Martin Aguirre dice:

    …»la revolucion de octubre
    de 1834?
    de 1935?
    Saludos,
    m.aguirre

  2. Mitxel dice:

    Gracias. Es un antiguo Comentario sin revisar. Ya está corregido.

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