ORIENTACIÓN: Da carpetazo a la ansiedad en época de exámenes con estos cinco trucos

No son pocos los que se ponen histéricos, más de la mitad de los estudiantes pasa un mal rato a causa de los nervios

Pequeños gestos como cuidar la respiración abdominal y combinar las horas de encierro con el ocio pueden ser de gran ayuda

Nervios, sudores, taquicardias, bloqueo mental… ¿Qué estudiante no ha sufrido nunca alguno de estos sí­ntomas relacionados con el estrés por los exámenes? Pues no son pocos. El estudio que dio pie al libro Ansiedad ante los exámenes: una evaluación de sus manifestaciones en los estudiantes universitarios españoles, en el que participaron más de 30.000 alumnos de 16 universidades españolas, revela que más de la mitad de los estudiantes universitarios españoles presentan este problema.

La ansiedad ante los exámenes es muy peligrosa. «Es la causante de que muchos alumnos suficientemente preparados suspendan los exámenes», explica Lucí­a Olivera, psicóloga y directora del Gabinete de Orientación Educativa de la Universidad Francisco de Vitoria. Y por ello, ha organizado unos seminarios teórico-prácticos para enseñar a los alumnos a plantarle cara.

Los sufridores suelen mostrar el mismo cuadro: sí­ntomas cognitivos (preocupación excesiva y pensamientos negativos), sí­ntomas fisiológicos (ritmo cardí­aco acelerado, sensación ahogo, sudoración en exceso, e incluso mareos, dolor de tripa, vómitos o diarrea), y sí­ntomas motores (tartamudeo, temblores, o hiperactividad motora). Pero aunque «no todos los alumnos presentan en igual medida esos sí­ntomas, sí­ que pueden beneficiarse de las estrategias que se explican», añade Olivera.

  1. Sentir ansiedad es normal. No la evites.

No nos volvamos locos, «es una respuesta natural y adaptativa del organismo ante situaciones de amenaza. Es inútil pretender no sentir cierta ansiedad ante los exámenes», explica la psicóloga. Hay que concienciarse de ello y así­ «comprobaremos cómo, una vez puestos manos a la obra, ese estado de alerta desciende poco a poco hasta casi desaparecer».

El verdadero problema aparece cuando se evitan las situaciones que producen la ansiedad, como no acudir a esa fecha importante o no estudiar porque estamos desquiciados.

  1. Hábitos saludables

Es fundamental no alterar los hábitos de sueño y dormir entre 7 y 8 horas, comer bien (5 veces al dí­a y sobre todo alimentos con glucosa, que aporten energí­a) y no inyectarse cafeí­na o tranquilizantes en vena. El ocio también es importante, muchas horas de estudio no es igual a mejores resultados, y muchas horas de estudio no es igual a estudio eficaz.

Para sentirnos bien y rendir al máximo hay que intercalar el trabajo con actividades lúdicas que permitan «oxigenarnos».

  1. Planificación

Empezar demasiado tarde, muchos contenidos en muy poco tiempo, no poder dar un último repasillo… ¡Que no te pille el toro!. Aprenderse las cosas de carrerilla genera mucha inseguridad a la hora de recuperar la información durante el examen.

  1. Técnicas básicas de relajación

Uno puede aprender a relajarse empleando técnicas sencillas. La respiración abdominal es una buena opción, pero como señala Olivera, «el requisito es que las practiquemos con constancia en casa hasta que las dominemos y podamos acudir a ellas siempre que lo necesitemos».

  1. Controla tus pensamientos

No son los acontecimientos los que nos generan ansiedad, sino la interpretación que se hace de ellos. Los pensamientos negativos de «me voy a quedar en blanco», «nunca aprobaré esta asignatura», «esta carrera es demasiado difí­cil para mí­», «no valgo para esto», o «todos están escribiendo más que yo», entre un sinfí­n, son los que hacen que se adelanten acontecimientos y te bloquees. No te pongas obstáculos, cambia todo eso por un «Yes, I can».

FERNANDA GARCíA

Tomado de www.elmundo.com

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