PRÁCTICA 18: El plano urbano de la capital (Bilbao)

La Ciudad de Bilbao está asentada a ambas márgenes de la rí­a del Nervión, a pocos kilómetros de su desembocadura. Es la Ciudad más poblada de Euskadi (346.405 en 2021) aunque ha perdido habitantes respecto a años anteriores (358.875 en 1999); (354.145 en 2006), bien que ha recuperado respecto a 2016 (345.122).

Forma, con 25 municipios más de ambas márgenes de la Rí­a y del valle de Asúa, el área metropolitana del Gran Bilbao donde viven dos terceras partes de bizkainos.

Realizaremos el comentario atendiendo a las partes que configuran su estructura urbana: casco antiguo, ensanche, periferia urbana y franja periurbana.

 CASCO ANTIGUO

 Bilbao fue fundada en 1300 por Lope Dí­az de Haro, señor de Bizkaia, sobre una curva del Nervión con una función comercial: a través de su puerto se exportaba la lana castellana a Europa. La exportación de hierro de la zona minera, las ferrerí­as y la construcción naval fueron otras de sus actividades.

Desde su fundación se planifican las llamadas siete calles, aunque en un principio sólo se ocupan las tres primeras: Somera, Artecalle y Tenderí­a. Durante el siglo XIV se completa la edificación del conjunto, añadiendo las de Barrencalle, Carnicerí­a Vieja, Barrencalle Barrena y Belosticalle. Se organizan formando un plano ortogonal con una trama cerrada. En ella se entremezclan, junto ala función residencial, las actividades manufactureras y mercantiles.

En el siglo XVII se derribó la muralla construida en  el siglo XIV, que rodeaba la ciudad y en su lugar se formó la calle Ronda. En el siglo XVIII se construyen una serie de edificios (Plaza Nueva) y paseos (El Arenal) que nos indica cómo las actividades comerciales y artesanales obligaron a la expansión del núcleo original. Las caracterí­sticas del núcleo original no variaron.

Con el desarrollo industrial, a finales del siglo XIX se inicia su deterioro. Ante la necesidad de viviendas se aumenta la altura de los edificios, se pasa de 3 a 5 pisos, además se recurre a compartimentar las casas o al subarriendo de las mismas.

La gente con   mayor poder adquisitivo se iba desplazando hacia la Ribera y El Arenal. Las Siete calles se deterioran cada vez más hasta el extremo de que a mediados del siglo XX se piensa que ha llegado a su final debido al deterioro estructural de los edificios. Los propietarios abandonan las viviendas o las alquilan a precios módicos sin realizar ningún tipo de rehabilitación (ni externa ni interna). Aún así­ se mantiene su función comercial.

A partir de 1983, después de la inundación de ese año, se llevará a cabo la rehabilitación integral. Como consecuencia de ella y de su peatonalizacicn, ha pasado a convertirse en un barrio con vida propia, recuperando su función residencial de clase medí­a y afianzando la comercial.

EL ENSANCHE

Desde la segunda mitad del siglo XIX, con el desarrollo industrial y financiero, se inicia la expansión de la ciudad. Se construye el ferrocarril y en esa dirección (anteiglesia de Abando que se anexionará) comienza a crecer la ciudad. Así­  se levantará el PRIMER ENSANCHE (1876-1926) diseñado por Alzola, Achucarro y Hoffmeyer. Su eje fue la Gran Ví­a llegando hasta la plaza de Moyúa o Elí­ptica.

Una vez anexionados los territorios de las anteiglesias de Begoña y Deusto (1924), su expansión continuó por ellos. El SEGUNDO ENSANCHE (1936-I950) llegará hasta la plaza del Sagrado Corazón.

El plano del conjunto del ENSANCHE es una mezcla de radiocéntrico y ortogonal. Se construyó con calles amplias, con edificios caros (residencia de la burguesí­a) y otros que albergarán a distintas Instituciones polí­ticas y financieras (Diputación, diversos Bancos…). Se convertirá en el centro de negocios de la ciudad (C.B.D.) y en zona residencial de la burguesí­a media-alta.

Desde 1950 el proceso de ocupación del suelo fue intensivo y constante: en el ensanche se derriban algunas de las antiguas casas de la burguesí­a para construir edificios altos: bancos, grandes almacenes, etc.

En la última década del siglo XX se inicia la transformación de ciudad industrial en ciudad terciaria o de servicios, transformación necesaria que fue consecuencia de la gravedad de la crisis económica que afectó a Bizkaia a partir de 1973. Reflejo de esta terciarización son tanto el Museo Guggenheim como el Palacio Euskalduna que han aumentado notablemente la oferta turí­stico-cultural de Bilbao. De obligada referencia es también el Metro, la peatonalización de algunas zonas del ensanche y (aunque ubicada en Barakaldo) la Feria de Muestras.

LA PERIFERIA URBANA

A la vez que se va formando y creciendo el ensanche, van apareciendo distintos barrios en la Jerarquí­a urbana, donde se mezclarán la función residencial para clases trabajadoras y de servicios (talleres, garajes, almacenes y otras pequeñas empresas).

De principios del siglo XX destacaremos dos barrios, el de Iralabarri, inaugurado por Alfonso XIII y considerado barrio modelo de casas baratas para obreros, y el de Ciudad Jardí­n que se construyó siguiendo las ideas naturalistas e higienistas que se expandieron por esas fechas.

Otros barrios serán:

혠 En el sur (margen izquierda}:

  • San Francisco, Bilbao la Vieja. En el que se está tratando de aplicar un plan de rehabilitación integral para sacarlo de su deterioro actual.
  • San Adrián. En plena expansión.
  • Rekaldeberri. Unido al centro de la ciudad por el plan Amezola
  • Peñascal, La Peña, etc

혠 En el norte (margen derecha):

  • Desde suburbios como Bolueta, Atxuri u Otxarcoaga, a barrios de clases medias como Santutxu, Txurdinaga o incluso medias altas como Deusto o Begoña.
  • San Ignacio: barrio de promoción oficial creado a instancias del Sindicato Vertical del régimen franquista.

El plano de los barrios es muy variado. Tenemos planos irregulares como el de Otxarkoaga o regulares como el de San Ignacio. La trama de los barrios es cerrada y las zonas verdes son escasas.

FRANJA PERIURBANA

Los municipios de la franja periurbana han ido creciendo también a la par que la industria y que el propio Bilbao:

«¢ Los municipios de la margen izquierda realizan funciones industriales, comerciales (superpuerto) y residenciales de clases medias y bajas (Barakaldo, Sestao, Portugalete, Santurtzi).

«¢ Los municipios de la margen derecha ejercen también funciones variadas: Leioa (industrial, cultural-Universidad y residencial), Getxo (residencial de clases medias y altas).

«¢ Los municipios del Sureste realizan una función fundamentalmente industrial combinada, a veces, con la agrí­cola: Etxebarri, Basauri, Arrigorriaga, Galdakao.

«¢ En el valle de Asúa, además de función industrial, hay una muy importante de servicios: Sondika (aeropuerto), Derio (cementerio).

CONCLUSIÓN

1) La morfologí­a urbana de Bilbao es diversa en función del desarrollo que ha tenido desde su fundación en 1300. Está, por otra parte, condicionada por la topografí­a en la inserta: un valle estrecho) recorrido por el rí­o Nervión y con dos cordilleras montañosas en sus laterales (Pagasarri y Artxanda).

2) Tiene muy bien delimitados su Casco Antiguo, el Ensanche y los barrios Obreros. Junto a estos últimos se ubican las zonas industriales. La vida de la ciudad se articula en el eje de la Gran Ví­a, centro del Ensanche que se levanta sobre los terrenos de la antigua Anteiglesia de Abando.

3) Es una ciudad con múltiples funciones que le convierten en cabecera de su entorno no sólo más próximo sino también extensivamente. En gran medida ha ayudado a ello su profunda transformación en un gran centro de servicios.

4) La problemática principal que presenta para su expansión es lo reducido del espacio y las dificultades de la propia orografí­a. De ahí­ que, tanto en la margen derecha (Getxo) como izquierda (Barakaldo) se ubiquen municipios de un importante volumen poblacional y de funciones.

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