Por qué es tan necesario enfadarse de vez en cuando
Socialmente, existen las «emociones edulcoradas», aquellas emociones que endulzamos para que parezcan, a la vista de otros, más suaves o dulces pero, ¿sabemos realmente el resultado de enmascarar o controlar nuestras emociones?
Cuando pretendemos controlar la ira o el enfado éste no desaparece sino que, poco a poco, puede ir aumentando hasta que a la que te descuides, explotas en las situaciones más inesperadas o incluso con las personas de mayor confianza. El control hará que aparezcan y se expresen con mayor intensidad porque toda emoción reprimida, lucha por ser escuchada.
Es por este motivo que dedicamos la meditación de esta semana al enfado porque será mejor escucharnos, atendernos, validar nuestras emociones y aprender a explorarlas para transitarlas de la manera más saludable. Porque ya que no somos perfectos, aprendamos a acompañarnos en lo que más y en lo que menos nos gusta. Feliz meditación.
Tomado de www.abc.es