TEMA 6: LOS ESPACIOS AGRÍCOLA-GANADEROS y FORESTALES de la ESPAÑA MEDITERRÁNEA

Los factores que condicionan los paisajes agrarios son: el re­lieve, el clima, los suelos, la propiedad y las decisiones polí­ti­cas y económicas. De todos ellos, el clima es el factor más im­portante a la hora de definir un espacio agrario, ganadero o forestal. El balance de humedad, el régimen térmico y el vo­lumen de calor acumulado permiten diferenciar en España tres grandes ambientes agroecológicos de carácter bioclimático:

El ámbito de los paisajes agrarios atlántico-húmedos, con balance de humedad positivo.

El ámbito mediterráneo seco con habitual déficit de hume­dad anual con una marcada y larga sequí­a estival que es el objeto de nuestro trabajo.

El ámbito semiárido de degradación mediterránea en la Pe­ní­nsula y de carácter subtropical en Canarias con serias li­mitaciones para la agricultura de secano.

Los espacios agrí­cola-ganaderos y forestales de la España Mediterránea

1.- Localización. Se sitúa en el espacio del litoral mediterráneo y suratlántico, y comprende la costa mediterránea, la depre­sión del Guadalquivir y las Islas Baleares.

2.- Factores naturales. El relieve es montañoso en la costa, llano en las cercaní­as a la costa y Guadalquivir y un poco más montañoso en el interior. El clima mediterráneo costero, con un periodo de aridez estival muy marcado, escasez de preci­pitaciones, temperaturas suaves y con pocas heladas en in­vierno, han convertido a esta zona en óptima para el cultivo de los productos de regadí­o. Representa el 49% de la superficie regada en España.

3.- Estructura agraria. Tiene los siguientes rasgos:

  1. La propiedad. En las zonas de regadí­o existe una desi­gualdad en la distribución de la propiedad. En el secano, las explotaciones son pequeñas y medianas, en Murcia y Va­lencia, medianas en Cataluña y grandes en Andalucí­a occi­dental.
  2. La población. La población agraria tradicionalmente ha sido muy numerosa y hoy es reducida debido al éxodo ru­ral, está muy envejecida. La agricultura intensiva se carac­teriza por la abundante mano de obra asalariada extranjera. El poblamiento es concentrado excepto en Cataluña (las marí­as).

4.- Usos del suelo y productos agrarios. Los usos del suelo son fundamentalmente agrí­colas:

  1. La agricultura presenta un gran contraste entre las zonas de secano y regadí­o. Las tierras de secano en la depresión del Guadalquivir, parte montañosa de la zona mediterránea y las Islas Baleares cultivan la trilogí­a mediterránea (cereales, vid y olivo) y el almendro. Se elaboran vinos de calidad con denominación de origen: Jumilla en Murcia, Requena y Utiel en Valencia, Jerez en Andalucí­a y Penedés (cavas) en Cata­luña. La producción de aceite se concentra en Tarragona, Córdoba, Sevilla, Badajoz, Granada y sobre todo en Jaén. También se cultiva en el resto de las provincias andaluzas. La importancia del cultivo del almendro se refleja en la ela­boración de los turrones en Alicante. Las tierras de regadí­o se ven favorecidas por las suaves temperaturas. En los úl­timos años las producciones se han mejorado y extendido, impulsándose las más rentables. El riego ha pasado de ser por inundación al de aspersión y goteo. Cada vez se utilizan más las aguas recicladas y las desalinizadas (Almerí­a). El cultivo en invernaderos es la actividad más rentable de la agricultura de regadí­o, la elevada insolación, suelos apro­piados y la importante demanda internacional. Se produce una horticultura temprana y otra precoz bajo plástico, así­ como frutales (cí­tricos y de hueso) y frutos tropicales (chi­rimoya, aguacate) en las hoyas de Málaga y Granada. En los regadí­os extensivos, productos industriales como el tabaco y el algodón.
  2. La ganaderí­a. En Cataluña predomina la bovina y porcina intensivas debido a la demanda urbana; en los márgenes de la depresión del Guadalquivir las reses bravas y el ganado de carne, y en los secanos la ovina. En Menorca la ganade­rí­a bovina semiextensiva.
  3. La explotación forestal tiene escasa importancia, excepto en Huelva donde hay grandes extensiones de eucalipto, al­cornoques y pinos en las vertientes montañosas. El cuidado de estos montes genera puestos de trabajo, mejora la cali­dad del suelo e impide la erosión.

5.- Caracteres especí­ficos de este paisaje agrario:

  1. Cataluña. Tiene un importante desarrollo de la ganaderí­a de producción lechera y cárnica vinculada a la demanda de la población urbana y a la transformación de estos productos. Se ha producido una reconversión agraria hacia los cultivos hortofrutí­colas, flores (El Maresme) y cultivos forrajeros. El regadí­o se ha extendido en el centro-sur de Lleida, dedicado a la producción de frutales (perales, manzanos y melocoto­neros). El secano se ha reducido, así­ como el cultivo de la vid y el olivo. Se han expandido el cultivo del almendro y avellano.
  2. Se localiza en las Comunidades de Valencia y Murcia con un regadí­o de elevados rendimientos, favorecido por las suaves temperaturas. Se produce un regadí­o es­pecializado en la producción de cí­tricos (naranjos en Va­lencia y limoneros en Murcia), en ambos espacios se dan productos de huerta. El secano es poco productivo, se abandonan los productos como el esparto, el algarrobo y la higuera. En cambio se incrementa el cultivo de la cebada y especialmente el del almendro.
  3. Islas Baleares. Se dan fuertes contrastes entre el secano y el regadí­o, la pequeña y la gran propiedad. El desarrollo tu­rí­stico ha hecho que retroceda el espacio dedicado al cul­tivo y ha generado un importante éxodo rural. El regadí­o se ha orientado a la producción de hortalizas. En el secano ha descendido la producción de cereales y del viñedo y se in­crementa la del almendro. En Menorca predomina la ex­plotación ganadera vinculada a la gran propiedad y domi­nan los prados sobre los cultivos.
  4. Andalucí­a. La gran propiedad representa el 40% de la su­perficie regional y ocupa los mejores suelos del valle del Guadalquivir. En el secano se cultivan cereales (trigo y ce­bada) y se practica el barbecho. El olivar es un monocultivo en Jaén y ocupa grandes extensiones, así­ como en Córdoba. Representa el 58,4% de la producción nacional, El viñedo está más localizado en comarcas como Moriles, Jerez y Montilla. Se han abandonado los secanos interiores y las áreas de montaña, excepto los cultivos de almendro en Al­merí­a, Málaga y Granada. En el regadí­o se utilizan nuevas técnicas de cultivo como los enarenados, acolchados y cul­tivos bajo plástico para el desarrollo de cultivos hortí­colas y tropicales como el chirimoyo y el aguacate.

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