DEBATE 70: Los efectos del alcohol: ellas más cariñosas y ellos, infieles

alcoholSábado noche. Ella decide quedar con su grupo de amigas para cenar y «tomar algo»; él decide irse de farra con los colegas de siempre. Durante la cena las botellas de vino se van amontonando en la mesa. Después en la discoteca o el pub de turno, varios cubatas intentan mitigar la inmensa sed que produce estar toda una noche de fiesta. El alcohol se va multiplicando en el torrente sanguí­neo y el ser humano pierde el raciocinio.

Es el momento en el que la mujer coge el móvil para llamar a su amado. «Cariño, te quiero. ¿Cuando vuelves a casa?. Tengo ganas de …». El hombre, por su parte, pero con dos copas de más e incluso tres, prefiere mirar lo nuevo que el mercado le ofrece e ignora los constantes mensajes de WhatsApp que le enví­a su novia. Es más intenta ligar con la chica rubia apostada al final de la barra del bar.

Un grupo de investigadores de la Oregon Health and Science University en Portland (EE.UU) ha decidido investigar el efecto del alcohol en los lazos sociales, pero los objetos para realizar dicho estudio han sido cándidos ratones de pradera (Microtus ochrogaster), conocidos por su monogamia. Los lazos de pareja en esta especie son muy fuertes y duran toda la vida.

Los resultados del estudio publicado en la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) han demostrado que las hembras y los machos actúan de manera diferente en estado de embriaguez. Mientras que el genero femenino refuerza la unión y la sociabilidad, el masculino muestra un comportamiento huidizo e infiel.

La revista Smithsonian detalla de forma muy divertida el experimento llevado a cabo. Los cientí­ficos juntaron en un cubí­culo a un grupo de ratones -machos y hembras- para que «flirteasen» en un entorno controlado. A estos animalillos se les ofreció dos cubetas: una solamente con agua y la otra con una mezcla de agua y vodka. Dejaron a los ratones en una fiesta privada de 24 horas para conocer su posterior comportamiento. Los cientí­ficos descubrieron a su llegada al laboratorio que los ratones estaban completamente borrachos. Habí­an consumido alrededor de 12, 5 gramos de alcohol por cada kilo de peso corporal.

Llegó el momento de experimentar. Los investigadores hicieron el papel de celestina y presentaron a los roedores nuevas parejas para «interactuar» durante unas horas, sobrios por un lado y ebrios por el otro. El 100% de las hembras que habí­an bebido prefirieron mantener la relación con su antigua pareja y no con la recién presentada. Por el contrario, un tercio de las ratonas sobrias decidieron cambiar de pareja o probar con uno y con otro. Los ratones borrachos se comportaron de una manera totalmente diferente: rechazaron a sus amantes anteriores y se interesaron por las nuevas «féminas». Los machos sobrios fueron totalmente fieles a su primera pareja.

Todos los ratones, borrachos o no, se aparearon con la misma frecuencia por lo que los cientí­ficos descartaron el «apetito sexual» para explicar su comportamiento. Tampoco presentaron una conducta desorientada a la hora de elegir la pareja. Los sistemas de neuropéptidos es el área en el cerebro de los ratones que interviene en el comportamiento social y estos sistemas se habí­an alterado como consecuencia de la ingesta de alcohol. En los machos aumentó la densidad de las fibras en la amí­gdala, que otros experimentos han demostrado que reduce la ansiedad. Pero en las hembras, el alcohol promueve sentimientos más ansiosos, lo que las lleva a querer estrechar los ví­nculos con su pareja.

Este estudio solo se ha realizado de manera experimental con ratones pero pueden abrir una luz o crear una idea del comportamiento humano cuando este decide, consciente o inconscientemente, pasarse con el alcohol. Es pura biologí­a.

Tomado de ELCORREO.COM

 

 

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11 Respuestas

  1. Julen Carrasco dice:

    En realidad, lo que yo veo los fines de semana no se aleja mucho de las conclusiones a las que han llegado estos cientí­ficos, aunque el factor humano también es importante en este aspecto ya que creo que no se puede culpar al alcohol de haber tomado una decisión y no la otra, y sino no bebas. Es pura biologí­a y autodeterminación.

  2. Víctor Medrano dice:

    Creo que no estarí­a de más realizar el mismo experimento con humanos. Un hecho curioso desde luego, aunque opino que muchas veces el hecho de actuar de una manera o de otra es meramente psicológico, ya que se han dado casos de presentar los mismos sí­ntomas (incluso vomitar) con personas que creí­an haber bebido y no no haberlo hecho realmente.

  3. Alba Sainz dice:

    creo que coloquialmente hablando está «todo en el coco» y que el alcohol obviamente incide en la forma de actuar de cada uno pero lo que mas influye es la forma de ser y tu actitud diaria.Coincido con Julen en que es todo cuestión biológica. Así­ mismo debo decir que la sociedad en la que estamos y la cultura que tenemos tiene gran importancia, por cuestión de infidelidades y esas cosas.

  4. Ana Llorente dice:

    No hay duda de que es un dato curioso. Hay quien dice que el alcohol, y las drogas en general, nos lleva a los humanos a comportarnos de manera más sincera, lo cual dirí­a mucho del comportamiento de ambos sexos. Al sentirnos más liberados nos olvidamos de las convenciones sociales, por lo que actuamos de manera puramente biológica. Por lo tanto, lo que este experimento determina es que el instinto femenino es más monógamo que el masculino.

  5. Beatriz Blas dice:

    En mi opinión, el alcohol lo único que hace es exagerar la actitud que en un estado de sobriedad tendrían las personas, pero que al estar más conscientes no actuan de tal manera por las consecuencias que le puede traer. Por eso considero que lo único que hace es que no se piense tanto en las consecuencias de los actos y que uno se deje llevar por los instintos más primarios, pero como tal, el consumo de alcohol no provoca la idea de la infidelidad, no la crea, sino que la deja fluir.

  6. Mitxel dice:

    Me llama la atención la última de las frases de Bea. «el consumo de alcohol no provoca la idea de la infidelidad, no la crea, sino que la deja fluir»… ¿Quiere esto decir que la «infidelidad» existe «per se» en cada persona, es decir, que somos infieles mientras no pongamos los medios para no serlo?

  7. Javi Lázaro dice:

    Las mujeres son como el perro del hortelano, si te quedas en casa les duele la cabeza, si sales con los amigos se ponen cariñosas. Si beben con las amigas te enví­an mensajitos cariñosos, si beben contigo les entra sueño y se quedan dormidas. Los hombres cuando bebemos entramos en exaltación de la amistad y nos olvidamos de las mujeres que nos rodean, salvo que haya una por los alrededores que haya bebido y le entren los cariños. Otra cosa es que estés soltero entonces si te arrimaras a unas cuantas que gustosamente te rechazaran con mas o menos educación.

  8. Náyade dice:

    Es muy frecuente decir que el alcohol afecta a la hora de tomar decisiones pero, en mi opinión, no tiene tanto que ver. Si tu realmente quieres a tu pareja no flirtearas con otros, por mucho que hayas bebido. Si flirteas con otras personas, deberí­as replantearte si quieres a tu pareja. El alcohol lo que hace, como ha dicho Bea, es que actuemos sin preocuparnos por las consecuencias. Al estar consciente no actuarí­a así­, pero como ha bebido, «deja fluir» esos sentimientos interiores.

  9. Ander Fernández dice:

    Como ha comentado Julen en el primer comentario, lo que se puede ver un sábado por la noche no dista mucho de la realidad. Yo creo que el alcohol lleva tanto a hombres como a mujeres a actuar de manera menos preocupada, es decir, la cantidad de alcohol ingerida es directamente proporcional a la cantidad de vergüenza perdida. Por eso, cuando alguien va borracho exagera su actitud. Puede que con el alcohol se tienda a ser infiel, pero yo creo que tanto en hombres como mujeres. La decisión de ser infiel viene dada por la personalidad de cada uno.

  10. Adrián Agra Gonzalez dice:

    En mi opinión, si bien es verdad que las drogas y el alcohol nos hace cambiar nuestra forma de ser muchas veces, no siempre dirí­a que por culpa del alcohol ocurren estas infidelidades, puesto que si bien es verdad, no por el hecho de beber vas a serle infiel a tu pareja. Sinceramente si de verdad quieres a la persona con la que estas, por beber un poco de más, no deberí­as de cambiarla por nada y menos serla infiel.

  11. Andrea Monjas Estévez dice:

    Sinceramente me creo el estudio que han realizado, pero aún así­, si tienes los sentimientos por la otra persona perfectamente claros no harás el tonto o al menos en el caso de los hombres (según dice el estudio), es decir, no se le es infiel a una persona por beber de más, sino porque no tienes tus ideas bien claras.

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