ORIENTACIÓN: Algunos rasgos de un plan de estudio efectivo
Personal: adecuado a tus necesidades (materias más flojas, intereses de futuro…). Determina cuál es el mejor momento del día para dedicarlo al estudio, qué actividades extraescolares realizas normalmente y deja el tiempo necesario para el descanso y el ocio.
Realista: adaptado a la capacidad y disponibilidad que tengas. Es conveniente que programes el trabajo de manera que puedas cumplirlo. Es importante que comiences con cosas sencillas. De lo contrario puede aparecer desánimo, frustración o rechazo.
Flexible: preparado para imprevistos. Hay que tener en cuenta que, con mayor o menor frecuencia, surgen compromisos que te obligarán a modificar horarios y actividades, pero debes intentar que afecten lo menos posible a las tareas prioritarias establecidas en el horario.
Escrito: que sirva de recordatorio de las actividades programadas y, a posteriori, de referencia de las tareas que has cumplido o no. Suele ser útil el eso de colores que resalten la mayor o menor importancia de lo programado.