«Cuando un alumno usa ChatGPT, lo que me preocupa es el engaño»

Toni García presume de ser «maestro las 24 horas del día», porque la Educación, dice, es de esas profesiones llenas de momentos «mágicos». Como cuando un alumno al que enseñaste arte, música o filosofía retorna muchos años después agradecido por esa vocación certera, por mucho que no sea de esas que ansían padres o abuelos. En 2018, Toni García ganó el premio al Mejor Docente de España de Educación Primaria y en 2021 el Global Teacher Award, o lo que es lo mismo, el premio al mejor profesor del mundo. Eso, su facilidad para comunicar y su propensión a catar experiencias lo han convertido en prosista, poeta, articulista, colaborador de televisión e influencer, epíteto dicho con todo el respeto en referencia a un hombre con tres décadas de profesión a sus espaldas.

«Muchos adolescentes con los que trabajo ya van fracasados a la EBAU», recalca García en Buscando Vocaciones. Y explica el motivo, que no es otro que «la errónea idea» que la sociedad ha fabricado para definir el éxito. «Les decimos sueña lo que quieras pero luego decidimos lo que tienen que soñar», se queja. Quizá por eso el 33% de los universitarios abandona la carrera tras el primer año, por mucho que cada año adicional formándose vaya a aumentar un 9 % sus ingresos futuros. «Porque muchos acaban eligiendo carrera en base a lo que les dicen los demás».

Pues «nunca vamos a ser buenos profesionales en algo que no nos gusta», advierte García, y cuenta su propio caso. Estudiante de Económicas, fue de ese tercio que tiró la toalla después de primero y acabó, casi de casualidad, en Magisterio, «una carrera que me enamoró enseguida». Porque descubrió el impacto que tenía en los individuos y en la sociedad en general. A pesar de ello, faltan vocaciones en la enseñanza. El 40% de las plazas en las oposiciones de 2022 quedaron sin ocupar por la falta de profesores de Matemáticas, pese a que «es una profesión que tiene compensaciones que no tienen otras», la de ver el resultado de una orientación atinada, bien dirigida, tras el paso de los años.

Toni García defiende un aprendizaje rico en vivencias «que pueda disparar la creatividad y que sean prácticas en el día a día» y rechaza el modelo repetitivo y meramente teórico, memorístico. ¿Y las tecnologías? «Fundamentales», responde, pero «en la escuela deben servir para crear, no solo para ser usuario». Ahora que han irrumpido herramientas como el ChatGPT opina que ha llegado el momento de plantearse «un gran debate, el de la ética», ya que «si mando un trabajo a un alumno y me lo hace con inteligencia artificial, lo que me preocupa no es que no aprenda el contenido de la asignatura, sino lo que le estamos enseñando para que crea que puede engañar si le ayuda a conseguir sus objetivos». Es preciso, tercia, que además de conocimiento «metamos valores en las mochilas de nuestros alumnos: el esfuerzo, la honestidad y la solidaridad, porque será eso lo que les ayude a conseguir el éxito».

Anteriormente, el también profesor de primaria, Francesc Nogales, contaba en Buscando Vocaciones cómo una vivencia personal le condujo a reorientar el timón de su vida profesional. Al igual que Toni García, considera que las experiencias en el aula y fuera de ella tienen que sobrevivir al modelo educativo basado en la memorización. Otra educadora, la maestra de infantil Paola de la Cruz, afirmaba que la Educación es la herramienta más poderosa para crear mejores personas y un mundo mejor.

Tomado de www.elmundo.es

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