Esta es la bella ermita templaria que custodió una joya artística del siglo XII

Los templarios introdujeron muchas cosas en España. Pero por encima de todo destacan los innumerables monumentos. La Orden se asentó n Aragón gracias a la absorción de la Orden del Santo Redentor, de Teruel, en 1196, que a su vez se había beneficiado de la disolución de la Orden de Monte Gaudio en 1188.

Por su parte, en la Corona de Castilla, los Caballeros Templarios ayudaron a repoblar zonas conquistadas por los cristianos, creando asentamientos en los que edificaban ermitas bajo la advocación de mártires cristianos, como es el caso de Hervás, población del Señorío de Béjar.

Ante la invasión almohade, los templarios lucharon en el ejército cristiano, que venció en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212), junto a los ejércitos de Alfonso VIII de Castilla, Sancho VII de Navarra y Pedro II de Aragón. En 1265, colaboraron en la conquista de Murcia, que se había levantado en armas. En recompensa, recibieron Jerez de los Caballeros, Fregenal de la Sierra, el castillo de Murcia y Caravaca.

Su presencia en España hizo que durante su asentamiento impulsarán increíbles templos, entre los que destaca una vetusta ermita, que custodió durante muchos años en uno de los pueblos más bonitos de España. Se trata de la ermita templaria de la Vera Cruz de la localidad segoviana de Maderuelo, que fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1924 por las magníficas pinturas románicas de su cabecera del siglo XII, que se trasladaron al Museo del Prado cuando en 1947 se construye el pantano de Linares.

La ermita es de reducidas dimensiones y estructura muy sencilla: una pequeña nave terminada en testero recto con arco triunfal de medio punto; todo elaborado en calicanto con algunas partes de sillería. Tiene canecillos y artesonado de madera.

Es el templo más antiguo del municipio y parece estar reedificada sobre una ermita visigótica. La tradición habla de que tuvo una cofradía dedicada al enterramiento de los vecinos difuntos y a obras pías y que, según algunos, los templarios custodiaron aquí uno de los «Lignum Crucis» que llegaron a la península.

Pero la ermita no es el único atractivo de Maderuelo, considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. También destacan:

-La Iglesia-Palacio de San Miguel: Conjunto formado por la antigua parroquia del siglo XII sin culto, y una vivienda adosada, hoy privada. Sus muros formaron parte del conjunto defensivo oeste y ha sufrido profundas remodelaciones. En el siglo XV se adosó una segunda nave rectangular, rematada con una pequeña espadaña.

El campanario-torreón de la primitiva ermita románica de ábside semicircular, se convirtió en vivienda. En su sobrio interior existen varios enterramientos enmarcados en arcos góticos, destacando la lápida de la familia Hermosa. Reconstruida en 1981 gracias a la labor conjunta del Ayuntamiento y la Junta de castilla y León, se ha convertido en un edificio de gran actividad social y cultural.

-Ermita de Castroboda: Templo construido a finales del siglo XVIII que los vecinos levantaron con su esfuerzo para albergar a la patrona de Maderuelo. En su edificación se usaron los materiales de la ermita de San Roque, situada en el mismo lugar al lado del cementerio, quizá porque este santo es el protector contra la peste, siendo ahora la Virgen de Castroboda, la que vela por el eterno descanso de los hijos difuntos de la Villa. Interesante edificio construido en estilo neoclásico con interior barroco decorado con yeserías.

-Arco de la Villa: Entrada emblemática que protege el acceso suroeste. Aún conserva los cerrojos, la poterna y unas gruesas puertas de madera acorazada, con adornos y policromía, blindaje del siglo XV. Hasta principios del siglo XX disponía de foso y puente.

Este conjunto defensivo se configura con una entrada abovedada cuya abertura intramuros es un alto arco de medio punto y la exterior un arco apuntado. Adosado al arco exterior hay otro de medio punto, más alto, con un gran hueco central o buhedera y realiza la función de matacán para proteger el acceso.

-Torreón del Castillo: Es uno de los últimos vestigios del castillo que protegía el acceso norte y fue habitado por los condes de San Esteban. Sufrió los despiadados efectos de numerosos rayos que han derribado parte de sus muros. Aún se aprecian la disposición cuadrada de este baluarte, en cuyo subsuelo existe un aljibe.

Tomado de www.larazon.es

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