PRÁCTICA 16: Comentario de un mapa de inmigrantes extranjeros en España

El mapa que vamos a comentar hace referencia a un fenómeno demográfico muy importante en España, la inmigración extranjera. Antes de proceder al análisis de los datos señalaremos los elementos formales del gráfico

1.- Elementos formales

El gráfico nos presenta un mapa provincial de España con el título de “la población extranjera en España (2005)” en el que se señalan los porcentajes de población extranjera en cada uno de los territorios. Los porcentajes vienen señalados por diferentes colores. En el lateral izquierdo se indican algunos otros datos que nos ayudan a comprender con más intensidad el mapa.

2.- Análisis

España no siempre ha sido un paí­s receptor de inmigrantes. Históricamente, ha sido un paí­s emisor de inmigrantes: desde finales del siglo XIX los españoles han emigrado al extranjero para mejorar su situación económica, primero a Suramérica y luego, especialmente en los años sesenta del siglo XX, a Europa (Francia, Alemania, Suiza…). Pero la situación se invirtió a principios de los años setenta, con la vuelta de muchos inmigrantes españoles, y coincidiendo con la crisis mundial del petróleo y la llegada, después, de la democracia. La llegada masiva de inmigrantes no españoles (que es el fenómeno que no ocupa) comenzará a finales de los años noventa, sobre todo desde 1995.

En el año 2010 España contaba con 47.021.031 de habitantes, de los cuales 5’7 millones de personas correspondí­an a personas extranjeras, es decir el 12’16% de la población eran inmigrantes que llegaban de otro paí­s con la intención de establecerse en este.

La población inmigrante está contemplada dentro del marco de la polí­tica inmigratoria de la UE  y regulada por la Ley de Extranjerí­a. En España la polí­tica inmigratoria se basa en la colaboración con los paí­ses emisores a la hora de llevar un control, la ordenación de los flujos migratorios seleccionando el tipo de inmigrante que necesita España y organizando su llegada mediante firmas de convenios, la integración de estos colectivos promoviendo su promoción social y la lucha contra la inmigración clandestina, intensificando los controles fronterizos. Por ello, al hablar de inmigrantes extranjeros podemos distinguir entre  los que están nacionalizados, que después de varios años han pasado a ser españoles de pleno derecho, los inmigrantes legales (4.625.191, según el estudio de 2009 del Observatorio Permanente de la Inmigración), que mantienen su nacionalidad de origen y tienen permiso de residencia y los ilegales (no se sabe con exactitud pero podrí­a ser una cifra cercana al millón de personas.)

Haciendo referencia a su distribución por las provincias españolas podemos destacar que los destinos preferidos por estos inmigrantes son las comunidades climáticamente bondadosas y con grandes centros urbanos, industriales y de servicios como lo son Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana, Murcia y las Islas Baleares, todas ellas con más de un 15% de población inmigrante, destacando entre estas Baleares con un 21’87%.   Les siguen en importancia las Islas Canarias, La Rioja, Aragón, Navarra y Castilla- La Mancha que tienen entre un 14% y 10% de inmigrantes y Andalucí­a con un 8’36%, esta última muchas veces con necesidad de mano de obra agrí­cola temporal. En los últimos años la saturación del mercado laboral de estas regiones ha provocado algunas migraciones hacia el interior y hacia el Cantábrico. Así­, comunidades como Cantabria, Castilla-León y el Paí­s Vasco oscilan entre el 6-7%, quedando por último las regiones con menor porcentaje de inmigrantes como el Principado de Asturias, Extremadura y Galicia, que no llegan al 5%.

En cuanto a su origen, la mayorí­a de los inmigrantes que llegan a España son de la Europa comunitaria (principalmente rumanos y de Reino Unido) y de Iberoamérica (ecuatorianos y colombianos), con un 38,42% y 30% respectivamente. Las causas de la atracción de estos colectivos están en las facilidades y ventajas que supone la polí­tica de la UE sobre asilo e inmigración establecida en 1999 a la que España se acogió, que estableció un sistema común de asilo y visados; los lazos histórico-culturales con América Latina, junto a la bondad climática de Mediterráneo, que atrae a personas del centro y del norte de Europa.

La proximidad de España a África, la convierte en la puerta principal de entrada de inmigrantes africanos a Europa, por ello no debe extrañarnos que los inmigrantes africanos representen el  20,96% (sobre todo de origen marroquí­).  Los de origen asiático suponen un 6,28% (de China y Pakistán), y  son minorí­a tanto los europeos de paí­ses no comunitarios (2,87%), como los norteamericanos (el 0,44%) o los que proceden de paí­ses de Oceaní­a (el 0,04%).

El principal motivo por el que llegan a España gran cantidad de inmigrantes es el económico-laboral: las posibilidades de trabajo o de negocio y la necesidad de mano de obra en empleos de baja cualificación, aunque también hay otras causas que influyen en la atracción inmigratoria – además de las mencionadas anteriormente: facilidades legales de la UE, lazos culturales, clima -, por ejemplo los motivos polí­ticos como son aquellos casos de persecuciones o falta de derechos polí­ticos en sus lugares de origen, así­ como las regularizaciones y las medidas de reagrupamiento familiar que se han ido llevando a cabo en España en los últimos años que provocan un efecto llamada.

En el  perfil de los inmigrantes extranjeros en España, según el sexo,  hay más hombres que mujeres, pero las mujeres son mayoritarias entre los europeos no comunitarios y entre los iberoamericanos, con porcentajes del 56,25% y el 53,81%, respectivamente. Y por edades los datos hablan de que sólo el 13,56% de los extranjeros con tarjeta de residencia en vigor son menores de 16 años, mientras que el 82,70% tienen entre 16 y 64 años. El 3,74% tiene 65 años o más. Según la situación socioeconómica podemos destacar a los inmigrantes comunitarios que son principalmente jubilados con un nivel de vida medio-alto que vienen a España porque aprecian las buenas condiciones climáticas del litoral mediterráneo y de las Islas Baleares y Canarias y también los adultos atraí­dos por las posibilidades de trabajo, negocio y el crecimiento económico que experimenta España desde el año 2000 CRISIS ECONí“MICA ACTUAL. En cambio entre los inmigrantes extracomunitarios el perfil es distinto ya que destacan los jóvenes que llegan a ocupar puestos de baja cualificación, insuficientemente cubiertos por la mano de obra nacional, especialmente en el sector servicios (turismo, servicio doméstico, venta ambulante), en la construcción, la agricultura, la minerí­a y la pesca, de un modo temporal.

3.- Conclusiones

La actual situación inmigratoria en España tiene unas consecuencias demográficas positivas para España, ya que los inmigrantes extranjeros contribuyen al crecimiento demográfico, tanto de forma directa como por el incremento de la natalidad, de manera que en las comunidades que tení­an un crecimiento natural más bajo o negativo, se ha evitado el decrecimiento.(ejemplo paí­s vasco).

También se derivan de esta realidad unas consecuencias económicas: los inmigrantes colaboran en el crecimiento del PIB, desempeñas las tareas más duras y peor remuneradas, aportan dinero a las arcas públicas ya que consumen educación y sanidad, alivian la carga del gasto en pensiones y aportan servicios domésticos que incrementan la tasa de actividad de las familias españolas especialmente en mujeres. Pero también hay otras más negativas como la perdida de la competitividad, la presión a la baja de los salarios o el aumento del déficit exterior por las remesas que enví­an a sus paí­ses de origen.

Y para ir terminando, no podemos dejar de mencionar las consecuencias sociales. La inmigración en muchos casos ha despertado actitudes xenófobas y racistas que han alentado ideas de devolución o restricción  de sus derechos,  al considerarles «invasores», amenazadores de la identidad nacional y competidores en el empleo o consumidores de los recursos sociales en detrimento del bienestar de los españoles. Las malas condiciones laborales  y de vida, en otros casos,  les ha llevado a ser marginados en barrios y en viviendas de escasa calidad y de acusarlos de delitos o de formas de vida poco edificantes; sin olvidarnos de las dificultades de integración que suscitan tensiones en la población autóctona por las diferencias culturales, lingüìsticas y religiosas de los inmigrantes extranjeros.

Tomado, en lo fundamental, de geobachillerato.wikispaces.com

Tomado de geobachillerato.wikispaces.com

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1 respuesta

  1. Brant Pullin dice:

    Hola me ha encantado el articulo, llevaba tiempo interesado en esto porque lo estube cuestionando el otro dia con un amigo, al final tenia yo razón por lo que veo. Enhorabuena al autor esperemos que sigan asi, nosotros tenemos un blog igual pero trata de técnicas sobre redes sociales, como conseguir mas seguidores, likes en tus publicaciones y demás. se llama creapublicidadonline.es ¡quedan invitados! gracias, un abrazo fuerte.

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