TEXTOS: El Mensaje de la Corona a las Cortes tras prestar su juramento (1975)

«Una figura excepcional entra en la historia. E1 nombre de Francisco Franco será ya un jalón del acontecer español y un hito al que será imposible dejar de referirse para entender la clave de nuestra vida polí­tica contemporánea. Con respeto y gratitud quiero recordar la figura de quien durante tantos años asumió la pesada responsabilidad de conducir la gobernación del Estado. (…)

Pido a Dios su ayuda para acertar siempre en fas difí­ciles decisiones que, sin duda, el destino alzará ante nosotros. Con su gracia y con el ejemplo de tantos predecesores que unificaron, pacificaron y engrandecieron a todos los pueblos de España, deseo ser capaz de actuar como moderador, como guardián del sistema constitucional y como promotor de la justicia. Que nadie tema que su causa sea olvidada; que nadie espere una ventaja o un privilegio. Juntos podremos hacerlo todo si a todos damos su justa oportunidad. […]

Soy plenamente consciente de que un gran pueblo como el nuestro, en pleno periodo de desarrollo cultural, de cambio generacional y de crecimiento material pide perfeccionamientos profundos. Escuchar, canalizar y estimular estas demandas es para mi un deber que acepto con decisión.

Un orden justo, igual para todos, permite reconocer dentro de la unidad del Reino y del Estado las peculiaridades regionales, como expresión de la diversidad de pueblos que constituyen la sagrada realidad de España. El Rey quiere serio de todos a un tiempo y de cada uno en su cultura, en su historia y en su tradición.

La Corona entiende, también, como deber fundamental, el reconocimiento de los derechos sociales y económicos, cuyo fin es asegurar a todos los españoles las condiciones de carácter material que les permitan el efectivo ejercicio de todas sus libertades. [. .] El Rey […] expresa su más respetuosa consideración para la Iglesia […]. El respeto a la dignidad de 1a persona que supone el principio de libertad religiosa es un elemento esencial para la armoniosa convivencia de nuestra sociedad».

ANíLISIS DEL TEXTO

1. Clasifique el texto explicando: tipo de texto, circunstancias concretas en las que fue escrito, destino y propósitos por los que se escribió.

Estamos ante una fuente primaria de claro carácter polí­tico. Es un fragmento del discurso que Juan Carlos de Borbón dio ante las cortes franquistas al asumir la Jefatura del Estado, dos dí­as después de la muerte del dictador. Son momentos de inquietud y esperanza en el paí­s.

La mayor parte de la población teme alguna reacción violenta de los sectores radicales, pero a la vez desea un cambio. Los partidarios del régimen comienzan a escindirse. Por una lado, los radicales se enquistan en sus posiciones, mientras que los más moderados buscan una salida negociada hacia un sistema que les acerque más a Europa occidental. La oposición comienza a organizarse y agruparse, se sienten cada vez más fuertes pero esperan poco del aparato del régimen y temen la reacción del ejército.

Juan Carlos era hijo de Juan de Borbón, legitimo sucesor de los derechos dinásticos de la casa real española. Se educa en España bajo la tutela de Franco, quien lo utiliza para no romper con los monárquicos. En 1969 el anciano dictador le nombra su heredero, pues desea perpetuar su régimen bajo la forma de una monarquí­a autoritaria. La muerte de Carrero Blanco da una mayor libertad de acción al prí­ncipe, que va a demostrar tener un criterio propio durante el tiempo que asumió de forma interina la jefatura del estado. Este texto se escribe para dar a conocer cuales van a ser las lí­neas generales de gobierno del nuevo rey. Su carácter es público, teniendo en su momento una amplí­sima difusión.

2. Indique y explique las ideas que aparecen en el texto y resuma su contenido.

En el texto Juan Carlos de Borbón anuncia cuáles son sus intenciones. Sin romper con el pasado al que pertenece, – él llegaba a la jefatura del estado por decisión de Franco-, hace una serie de claros guiños hacia la oposición democrática como son el anuncio de un sistema constitucional, cambios sociales, reconocimiento de la diversidad de España, derechos económicos y sociales y libertad religiosa, aunque no de una manera clara.

El fragmento se inicia con una referencia al anterior jefe del estado. Sus palabras son medidas, pues no cae en los panegí­ricos que durante esos dí­as se le estaban tributando desde todo tipo de tribunas, recoge la importancia que tuvo la persona que durante casi cuarenta años (1936-1975) habí­a regido el paí­s con mano de hierro a través de una dictadura personalista. Juan Carlos de Borbón recibí­a el poder de él y el auditorio al que se dirigí­a, las Cortes franquistas, se sentí­an los depositarios del sistema que habí­a creado. Por eso habla de «gratitud y respeto» cuando se refiere al «caudillo».

En el siguiente párrafo seleccionado trata de adelantar cual va a ser su papel en el nuevo periodo que se abre tras la muerte del anciano dictador. En él ya perfila su papel de rey constitucional.

Las referencias al proceso de cambio social y económico que ha estado viviendo España desde los años 60 son la parte principal del tercer párrafo del texto. Son años en los que el desarrollismo ha producido importantes cambios en las estructuras económicas y en las mentalidades. La clase media ha crecido considerablemente gracias a un proceso de industrialización rápido y lleno de desequilibrios. La llegada del turismo y la apertura a Europa ha llenado a los españoles de nuevas ideas que chocan con las concepciones impuestas por el clero más tradicionalista y por los órganos de poder. La nueva sociedad que se va abriendo camino, especialmente la urbana, que ya es mayorí­a frente a la rural, reclama mayores libertades y no se adecua a un régimen cuyos principios ideológicos siguen anclados en el pasado más dramático del paí­s.

Esos cambios no pasan por tocar el «status» de España como unidad indivisible, algo impensable en aquel momento por gran parte de la población. Esta reafirmación de la unidad de España no impide que se reconozca parcialmente la diversidad que existe en el paí­s. La solución a esta aparente contradicción serí­a en el futuro el estado de las autonomí­as.

Los derechos sociales y económicos y la libertad religiosa son otros de los aspectos recogidos en los fragmentos del discurso del monarca español. Los dos primeros son una muestra de la preocupación del momento, al encontrarse el paí­s sumido en una crisis económica, la del petróleo, agravada en España por los desequilibrios en el proceso de crecimiento. A la vez, el reconocimiento de estos derechos adelanta la lí­nea a seguir, que es la encabezada por Europa occidental en la segunda mitad del siglo XX, la del «Estado del Bienestar» en donde el estado debe hacerse cargo de las necesidades de sus ciudadanos. El reconocimiento de la libertad religiosa es importante en un paí­s en donde hasta finales de los 60 no se habí­a establecido ésta de forma muy parcial. El nacional-catolicismo habí­a impregnado al régimen hasta el final, y los españoles encontraban amplias dificultades para salirse de los dogmas de la Iglesia Católica.

3. Responda a las siguientes cuestiones. (Esta cuestión no la incluyo).

a)      Explique la transición de la Dictadura franquista a la promulgación de la Constitución de 1978.

b)      Caracterice el texto constitucional de 1978 y señale sus contenidos más importantes.

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