TEXTOS: El Problema Agrario (1939)

«El nuevo régimen se instauró sin causar ví­ctimas ni daños. Una alegrí­a desbordante inundó el paí­s. La República venia realmente a dar forma a las aspiraciones que desde los comienzos del siglo trabajaban el espí­ritu público, a satisfacer las exigencias más urgentes del pueblo.

La sociedad española ofrecí­a los contrastes más violentos. En ciertos núcleos urbanos, un nivel de vida alto, adaptado a todos los usos de la civilización contemporánea, y a los pocos kilómetros, aldeas que aparecen detenidas en el siglo XIX. Casi a la vista de los palacios de Madrid, los albergues miserables de la montaña.

Provincias del noroeste donde la tierra está desmenuzada en pedacitos. que no bastan para mantener al cultivador; provincias del sur y oeste donde el propietario de 14 000 hectáreas detenta en una sola mano todo el territorio de un pueblo.

La República, como era su deber, acentuó la acción del Estado. Acción inaplazable en cuanto a los obreros campesinos. El paro que afectaba a todas las industrias españolas, era enorme, crónico, en la explotación de la tierra.

Cuantos conocen algo de la economí­a española saben que la explotación lucrativa de las grandes propiedades rurales se basaba en los jornales mí­nimos y en el paro periódico durante cuatro o cinco meses al año, en los cuales el bracero campesino no trabaja ni come. Con socialistas ni sin socialistas, ningún régimen que atienda al deber de procurar a sus súbditos unas condiciones de vida medianamente humanas, podí­a dejar las cosa en la situación en que las halló la República».

Manuel Azaña: Causas de la guerra de España, 1939.

CUESTIONES

1.- Haz un comentario sobre las principales ideas del texto anterior.

Nos encontramos ante un ensayo polí­tico (historiográfico), elaborado por uno de los principales personajes del periodo de entreguerras en España: Manuel Azaña (1880-1940). Azaña era un intelectual que se comprometió con la los ideales republicanos. Formo parte del Gobierno provisional que sustituyo a la monarquí­a. Fue Jefe de Gobierno al frente de coaliciones izquierdistas entre 1931-1933 y en 1936; y presidente de la República desde 1936 hasta su final. Durante su acción de gobierno trató de realizar importantes reformas polí­ticas, sociales y económicas para transformar el paí­s y modernizarlo. E1 texto se escribe en 1939, el año en que acabó la Guerra Civil. Azaña en los últimos meses de la guerra, tras la caí­da de Barcelona, ciudad en la que residí­a desde su marcha de Madrid, se exilio a Francia, donde tras unas gestiones ante Gran Bretaña y Francia en favor de los que continuaban resistiendo, abandono sus responsabilidades polí­ticas. A pesar de esto desarrollo varios escritos, como el que comentamos, en donde defendí­a su actuación. Manuel Azaña morirí­a al año siguiente de escribir este texto.

La idea básica del texto es la necesidad de una serie de reformas que diesen solución a las enormes diferencias sociales que habí­a en España. En el párrafo inicial nos relata como se desarrollo la llegada de la República (14 de Abril de 1931), la cual no vino precedida por una imposición de la fuerza revolucionaria, sino que se declaró pací­ficamente como el fruto de una continuada presión social contra la monarquí­a. El advenimiento del nuevo régimen origino una gran esperanza entre extensas capas de la población. Esta esperanza se fundamentaba en el grave problema social español. España era un paí­s con grandes masas de población que viví­a en condiciones miserables. Frente a esto, un reducido grupo social ostentaba gran parte de las riquezas nacionales. Este grupo oligárquico habí­a mantenido en sus manos los resortes del poder (Régimen de la Restauración, dictadura de Primo de Rivera), pero la presión de importantes sectores de la burguesí­a, que aspiraba a una democracia autentica, y de los sectores populares, que defendí­an un cambio social, habí­a conseguido el cambio de régimen. El texto destaca algunos de los graves contrates que viví­a el paí­s:

«¢ España era un paí­s agrí­cola y atrasado, aunque algunas de sus regiones estuvieran parcialmente industrializadas. Esto provocaba fuertes contrastes

«¢ La agricultura española tenia graves problemas, y uno de los más importantes era el de la distribución de la propiedad de la tierra: Frente al latifundismo del centro y el sur, el minifundismo del norte.

«¢ El latifundismo beneficiaba a una oligarquí­a. El sistema de explotación de estos latifundios consistí­a en que los jornaleros solo trabajaban determinados periodos al año. Esto sumí­a en la pobreza más profunda a grandes masas de campesinos.

Este estado de cosas no dejaba más solución a cualquier gobierno preocupado por su paí­s la sunción de profundas reformas. Estas se debí­an realizar independientemente de la fuerza polí­tica y social del marxismo (socialistas y comunistas), con los que Azaña contó para realizar su programa de reformas (Ley de Reforma Agraria, legislación laboral…) durante el bienio progresista (1931-33, coalición con los socialistas) y el gobierno del Frente Popular (1936, coalición con nacionalistas, socialistas y comunistas).

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *