Extraescolares: ¿cuántas son demasiadas?
Casi todos los niños españoles realizan alguna actividad deportiva, educativa o artística fuera del horario escolar. En la etapa álgida, Primaria, las realiza el 90%, según los últimos datos oficiales, que se remontan a hace una década. Desde entonces, el Ministerio de Educación no lo incluye en su publicación anual sobre indicadores educativos, pero la proporción llevaba muchos años manteniéndose en niveles de ese orden. En primer lugar, a mucha distancia, se sitúan las actividades deportivas, seguidas del aprendizaje de idiomas, la música y el baile. La asistencia a extraescolares está relacionada con la renta y con la necesidad de los padres de cubrir su horario laboral. Las actividades ayudan a completar el currículo escolar y a tener estilos de vida más saludables, pero psicólogos y pediatras advierten de que en exceso pueden generar estrés.
«Mi hija les dedica cinco horas a la semana y le sobra tiempo»
Mi hija dedica cinco horas a la semana a extraescolares (inglés, robótica, baile, inteligencias múltiples) y le sobra tiempo para ser una alumna destacada y hasta para aburrirse. Es cierto que como padre me planteo si está sobrecargada o si por el contrario debiera cubrir algún ámbito más. Vengo de una generación donde no existían, y el tiempo libre era cubierto por jugar con los amigos en la calle. Ahí, sin embargo, hay exceso de demanda.
Otro aspecto es la «esclavitud» que nos supone a los padres llevarlos y traerlos a esas actividades. Mi hija tiene ocho años y mi hijo dos. Cuando mi hijo también entre en el juego de las extraescolares ya veremos cómo nos organizamos, aunque es cierto que ya va a natación. Y para terminar, gracias a las sufridas abuelas, sin ellas no sería posible este encaje de bolillos. JOSE JAIME ADROVER CALZADA | Padre y maestro, Alicante.
«El aumento de extraescolares es una privatización encubierta»
Observo que el periodo lectivo obligatorio y común disminuye a la vez que se incrementa la oferta de extraescolares. La mayoría de ellas son refuerzo, mejora o complemento al currículum escolar, lo que me lleva a pensar que no deja de ser una privatización encubierta de la enseñanza. Las extraescolares marcan la diferencia entre unos alumnos y otros en la educación pública. SILVIA RIERA | madre, Barcelona.
«Lo importante es que las elijan ellos»
Las actividades extraescolares no son nunca muchas si aplicamos el sentido común. Además de profesor, soy padre de dos niños, uno con cinco años y el otro con siete. En estas etapas los niños necesitan actividad por la tarde ya que, a diferencia de los adultos, tienen muchísima energía una vez que acaba su jornada en el colegio. Las actividades extraescolares deben estar enfocadas a dos campos, el deporte ya que no se mueven lo suficiente en las aulas, y las artes ya que estas están muy dejadas de lado en el sistema educativo y vistas como marías, y este es un grave error porque el arte y la plástica son fundamentales para el desarrollo integral del individuo. En nuestro caso, los niños van a extraescolares de lunes a jueves, y están contentos porque, aquí va lo más importante, son ellos los que decidieron qué querían hacer después de darles varias alternativas. Un error que no se debe cometer y se comete mucho es el de proyectar nuestros déficits en los hijos e hijas. MIGUEL SERRADILLA | Profesor de Secundaria, Mérida.
«Son necesarias muchas tardes de parque»
Considero que las actividades extraescolares son positivas ya que ofrecen a los alumnos y alumnas la posibilidad de estar en contacto con personas de fuera de su entorno escolar y también de conocer otros deportes y disciplinas que no se imparten en la escuela. Por otra parte, creo que es positivo que se realicen una o dos veces por semana, pero sin sobrecargar ni a las criaturas ni a los progenitores con más horarios y desplazamientos. Creo que tanto en Infantil como en Primaria son necesarias muchas tardes de parque para desarrollar el juego libre y la cooperación entre iguales.
Tomado de www.elpais.com