100 AÑOS: PAÚLES en Barakaldo

No es sencillo escribir historia “local” sin caer en el “localismo”. Sin embargo, estas historias locales, que hacen referencia a la vida cotidiana de un lugar más o menos extenso, son imprescindibles no sólo para su conocimiento sino como fuentes de investigación de estudios de más alta intencionalidad.

Es te el motivo del breve estudio que presentamos sobre la presencia de la Congregación de la Misión (PP. Paúles) en la anteiglesia, centrada en las Parroquia del Carmen y San Ignacio y en el Colegio San Vicente de Paúl.

Con motivo de los 25 años de la Provincia de Zaragoza, escribe el P. Ramón Aizpuru: “Tomo el tren Bilbao-Santurce. Tras cuatro estaciones, se interrumpe la música de ambiente para alertar a los pasajeros: `Hurrengo geltokia: Desertu-Barakaldu. Próxima parada: Desierto-Barakaldo’. El tren se detiene a escasos metros de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen”.

“El Desierto”. Así se llamó el convento fundado por la Real Provisión del Rey Felipe V, otorgada el 20 de abril de 1719. Se erigió para los Carmelitas descalzos de la Provincia eclesiástica de Burgos y Navarra. Y con ese nombre de “Desierto” era (y es) conocida toda una amplia zona de Barakaldo regada por la ría del Nervión. De la clásica descripción que de ella hizo el fabulista Félix Samaniego (“fértil colina, templo de cipreses, reposo amable…”) nada queda. La industrialización arrasó con todo. Bien señalaba don Teófilo de Guiard “Es el lugar más ruidoso y poblado y menos yermo de todo el territorio antiguo del Señorío, todo llamas, luz y ruido ensordecedores

¿Qué ha pasado?… Sencillo: en este entorno (donde únicamente se cargaba el afamado mineral de hierro que se extraía en sus proximidades) se instalaron en el último tercio del siglo XIX los hornos altos (que sustituyen a las numerosas ferrerías de agua existentes en el valle del Castaños) que van a transformar radicalmente la margen izquierda de la ría. El remate de todo este proceso será la constitución, en 1902, de la empresa Altos Hornos de Vizcaya. Empresa que, al socaire de determinadas filantropías de la época, se preocupó, al lado de un brillante desarrollo material, de impulsar iniciativas que sirviesen para el mejoramiento moral y material de sus trabajadores, para lo que creó instituciones de previsión social y enseñanza. Así, levantó su propio Hospital (hoy día llamado San Eloy), la Cooperativa de su mismo nombre, las Escuelas de Enseñanza Primaria y una capilla bajo la advocación del Carmen, atendida por sacerdotes de la Anteiglesia. Esta es la realidad que encontraron los primeros misioneros Paúles que desembarcaron en la anteiglesia.

  1. a) BARAKALDO: Parroquia del Carmen (Desierto-Lasesarre)

En 1925 año la Sociedad Altos Hornos de Vizcaya, por mediación de su gerente, D. Eduardo Marello, pidió para capellanes de la Sociedad a losPadres Paúles. Disponía para ello de una hermosa capilla bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen, ubicada en el barrio de Lasesarre. La Sociedad Altos Hornos se dirigió, en primer lugar, a los Padres Jesuitas, quienes no aceptaron el ofrecimiento. Pero el P. Obeso, jesuita y profesor de la Universidad de Deusto, quien había oído predicar en La Arboleda a los PP. Escribano y Maestu, aconsejó que acudieran a la Congregación de la Misión. Las pretensiones fueron comunicadas al sr. Obispo de Vitoria que, el 5 de enero de 1925, responde al Secretario de AHV ver con agrado la resolución del Consejo de Administración de esa Sociedad pero hay bases concordadas entre el Gobierno Español y la Santa Sede acerca del establecimiento de los religiosos en casas nuevas, nosotros no podemos hacer otra cosa que informar pronto y la mejor forma posible cuando el Excmo. Sr. Nuncio pida informes, sobre la instancia que deben dirigir a los mismos religiosos”.

La fundación se llevó a cabo en 1925, previa autorización papal dada por el nuncio Excmo. Señor don F. Tedeschini el 2 de julio de dicho año. Era Visitador de la provincia de Madrid el P. J. Atienza y Obispo de Vitoria, Diócesis a la que pertenecía Vizcaya, el P. Zacarías Martínez.

El Convenio celebrado entre la Sociedad Altos Hornos de Vizcaya y la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl, dice lo siguiente::

A consecuencia del expediente canónico promovido por la Congregación de la Misión, de acuerdo con la Sociedad Altos Hornos de Vizcaya, el Romano Pontífice por un Decreto del Excmo Sr. Nuncio Apostólico de España, fechado el 2 de julio de 1925, ha autorizado al Rvdmo. Visitador de la Congregación de la Misión, en la Provincia de Madrid, para que “servatis servandis” pueda abrir una nueva Casa de la mencionada Congregación en Baracaldo, Diócesis de Vitoria, a condición de que, de acuerdo con el Rvdmo. Ordinario, pudieran, en lo sucesivo, los Coadjutores continuar prestando los habituales servicios, que exija la buena marcha de la parroquia de referencia y que hasta ahora se han realizado. En virtud de esta autorización, la Congregación de la Misión se compromete a cumplir todos los servicios religiosos y obras de celo por la salvación de las almas, que reclaman las necesidades de los empleados y obreros y sus familias, hasta donde puedan alcanzar las fuerzas de un Padre de dicha Congregación, apto para estos trabajos y designado para ello por sus Superiores. Para conseguir este fin se conviene en las condiciones siguientes:

1ª.- La Sociedad de Altos Hornos de Vizcaya cede a la Congregación de la Misión el usufructo de una Iglesia o Capilla y una casa-habitación. La Iglesia o Capilla es la actualmente posee en la calle de Ibarra en el Ayuntamiento de Baracaldo, que pasa a pertenecer en la forma dicha a la citada Congregación.

2ª.- La mencionada Capilla será el centro religioso de todos los cultos y trabajos apostólicos que son de esperar del celo y caridad del Padre Capellán. De modo particular merecen citarse los cultos siguientes:

Celebrar misa rezada todos los días de trabajo a las seis y media de la mañana, o a otra hora que, a juicio del Capellán, sea más conveniente para los obreros. Los domingos y días festivos deberá celebrarse a las siete y media = 7,30.

Rezar el santo rosario todos los días de trabajo a las siete de la tarde, o algo más tarde, si esto conviene para el mayor bien espiritual de los obreros. Los domingos y días festivos se rezará a las tres, o a otra hora más conveniente para los mismos obreros.

Explicar el santo Evangelio o la Doctrina Cristiana todos los domingos en la misa de las nueve. Anunciar los días de ayuno y fiestas de la semana y todo aquello que conviene sepa el pueblo.

Celebrar el Mes de Mayo y el Mes de Octubre en honor de la Santísima Virgen.

Hacer las Novenas al Sagrado Corazón de Jesús, de Nuestra Señora del Carmen, Patrona de la Capilla, la de San José y la de San Antonio de Padua.

Confesar y administrar la Sagrada Comunión con la frecuencia que recomienda nuestra santa Madre la Iglesia.

3ª.- Además de los cultos señalados en el número segundo, el Capellán podrá establecer en la Capilla las Asociaciones piadosas, que juzgue conveniente para el mayor bien de los fieles, ateniéndose en esto a las prescripciones del Código Canónico.

4ª.- No se celebrará en la Capilla ningún acto de culto sin la dirección o aprobación del Capellán de la Compañía Altos Hornos. Sin embargo, de acuerdo con el Rvdmo. Prelado, los Coadjutores podrán continuar prestando los habituales servicios que exija la buena marcha de la parroquia y que hasta ahora se han realizado.

5ª.- El Padre Capellán tiene la obligación en caso de accidentes del trabajo, de atender al socorro espiritual de los accidentados.

6ª.- El Padre Capellán tiene la obligación de atender a las necesidades espirituales de los enfermos que se hallen recogidos en el Sanatorio Quirúrgico de Altos Hornos, visitándoles a lo menos mensualmente y preparándoles para el Cumplimiento Pascual. Estará encargado de que se haga la Renovación del Santísimo Sacramento en la Capilla del mismo, cuidando de que se abone al que la haga la retribución acostumbrada. Lo mismo queda establecido respecto a la Renovación del Santísimo en la Capilla de las Escuelas de Niñas, y visitará quincenalmente estas mismas Escuelas para la mejor enseñanza de la Religión.

7ª.- La asignación anual del Capellán es de cuatro mil y quinientas pesetas.

8ª.- Se proporcionarán al Capellán vivienda suficiente para él y para cuantos individuos suelen componer una familia ya constituida y su servidumbre necesaria. Podrá por lo mismo el Padre Capellán, según las instrucciones que reciba de los Superiores de su Congregación, agregarse más Padres o personal, sin que por ello se signifique que la Compañía de Altos Hornos deba pagar dicho personal auxiliar. Se hará inventario de todos los muebles que la Compañía ponga en la casa para uso del Capellán y sus familiares.

9ª.- No se podrá rescindir este Contrato hasta pasados los tres meses de su denuncia por una de ambas partes”. Lorenzo Sierra. E. Merello

El 15 de agosto del mismo año se firma el Convenio de fundación de Capellán para las Escuelas de la Sociedad “Altos Hornos de Vizcaya” (que regentaban los Hermanos de la Salle).

El 29 de Agosto de 1925, el P. Maestu dejaba la Casa-misión de Ávila y emprendía el viaje a Bilbao. En Quintanilleja se le unía el P. José Marín, de la casa de Tardajos (Burgos). El 31 de Agosto del mismo año, D. Fernando Obregón, administrador de Altos Hornos, daba posesión de la capellanía a los dos Padres Paúles que acababan de llegar a Barakaldo. Próximamente llegarán los PP. Jesús Jarnés (desde Cuenca), Bartolomé Gelabert (desde Hortaleza-Madrid) y el Hermano Tomás Vicente (desde Limpias-Cantabria). Las obligaciones que adquiere la comunidad son: atender la Capilla del Carmen, con los cultos acostumbrados, principalmente la misa temprana (6.15 o 6.30) y el Rosario diario por la tarde; atender el Sanatorio de A.H.V. visitando a los enfermos y renovando el Santísimo quincenalmente; atender la capellanía de los Hermanos de la Salle (misa diaria, exposición los domingos y fiestas y confesiones de los niños cada semana) y, por último, atención a las Hijas de la Caridad de la zona.

Las dificultades que surgieron en los primeros momentos referentes al funcionamiento de los cultos se debían a las condiciones previas a la construcción de la Capilla, proyectada por varios organismos, pero de hecho levantada por AHV, a su utilización como ayuda de parroquia, y a la difícil aclaración de los deseos de AHV, clero local, curia diocesana, etc…

Apoyó la fundación el arcipreste local D. Santos Ipiña, capellán del Asilo Miranda. Resolvió los problemas en litigio y fijó los ministerios de la Comunidad el Obispo de Vitoria, Don mateo Múgica, gracias, en buena parte, a la intervención del P. de las Heras, Visitador de Méjico en 1928[9].

Establecen su vivienda en el piso 2º de la casa llamada “Saracho”, ubicada en la calle del Matadero, letra S. En el “Dietario” del P. Maeztu se lee “carecemos de oratorio y no tenemos ni una salita, ni una galería para pasear en los días de lluvia, ni un poco de jardín donde esparcirnos un poco después de nuestras horas de estudio y de silencio…”. Nada tiene de extraño su contento cuando el 18 de marzo de 1928 se trasladan a “una nueva y bonita casa” ubicada en la Travesía de Ramón y Cajal.

Los años de la Guerra Civil los sorteó la Comunidad sin víctimas aunque el P. Marín (refugiado en el Asilo Miranda) se vio envuelto en un proceso hartamente curioso al ser acusado de “poseer” una radio y emplearla para hacer propaganda en favor de los sublevados.

El 1 de septiembre de 1940 se revisa el Convenio de fundación de capellán para las Escuelas de Niños de la Sociedad Altos Hornos.

El 1 de enero de 1962 se firma o confirma, con algunas modificaciones, el Convenio entre la Sociedad Altos Hornos de Vizcaya y la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl.

Pocos años después (1969) se firma el Contrato entre el Ecmo. y Revdmo. Sr. Obispo A.A. de Bilbao y la Provincia de Madrid de la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl (Padres Paúles), referente a la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Baracaldo (Vizcaya). En síntesis viene a decir:

1.- … “ad nutum Sanctae Sedis”.

2.- Límites de la misma

3.- La sede se establece provisionalmente en la Capilla del mismo título de Baracaldo, propiedad actualmente de Altos Hornos de Vizcaya y confiada por dicha sociedad a la Comunidad de Padres Paúles.

5.- Será regida por un Párroco y tres Coadjutores exclusivamente sacerdotes de la Comunidad de Padres Paúles.

10.- El Párroco procurará establecer las Asociaciones mandadas por el Derecho Canónico… Podrá establecer las Asociaciones propias de su Congregación. Firmamos y sellamos en Bilbao a 29 de abril de 1969.

El mismo año (18 de junio) se firma el “Decreto de erección de la Parroquia de Nuestra Señor del Carmen”

Se inaugura la nueva Parroquia (la capilla del Carmen será derruida) el 16 de Julio y su primera Comunidad la formarán los PP. José Caramés, párroco, Benedicto Molina, José Pascual y Martín Tirapu.

En estas circunstancias permanecerá la comunidad hasta el 16 de septiembre de 1973, fecha en la que se “trasladó a los pisos nuevos, sitos en la calle Ibarra, número 13, entreplanta. Grupo Nuestra Señora del Carmen”. El contrato de donación de la Iglesia por parte de “Viviendas Vizcaya” se realiza el 16 de noviembre de 1973. Este hecho, coincidente con el nacimiento de la Provincia Canónica de Zaragoza, motivará un serio discernimiento por parte de la Provincia. Dos cartas cruzadas entre el Visitador (P. Jaime Corera) y el Obispo (Antonio Añoveros) dan muestra de ello:

3 de febrero de 1973: Carta del P. Jaime Corera a D. Antonio Añoveros: “Parece ser que las circunstancias nos obligan a aceptar, en contra de nuestras ideas y práctica actuales, el título de propiedad de la nueva iglesia que está construyendo Viviendas de Vizcaya. No es nuestra intención ser propietarios de ninguna parroquia… En consecuencia, hemos pensado en aceptar el título de propiedad, pues así lo imponen las circunstancias, pero también en pasar dicha propiedad a la diócesis en cuanto nos sea posible… Agradecería sinceramente, querido Señor Obispo, una respuesta por escrito a esta carta, una vez haya consultado a las personas idóneas”.

El 14 del mismo mes responde don Antonio Añoveros: “Quiero, en primer lugar, agradecerle muy de veras su carta del día 3 de los corrientes, por la que me expone sus deseos de que la nueva iglesia que en Baracaldo construye “Viviendas de Vizcaya” pase a propiedad de esta diócesis, en cuanto ello fuere posible. Por parte de la diócesis de Bilbao no solo no hay inconveniente alguno en ello, sino que el gesto de desprendimiento de Uds. es considerado como digno de toda alabanza. […]”.

El hecho es que se acepta el templo y se adquieren dos pisos para Residencia de la Comunidad. Durante tres meses, la antigua vivienda será ocupada por los Estudiantes Teólogos en espera de trasladarse a la nueva Casa Teologado de Las Arenas.

En 1975 finalizó la colaboración con Altos Hornos de Vizcaya. El Consejo Doméstico de esta Comunidad, a 18 de febrero de 1975, acuerda: “ante la ruptura del contrato y suspensión de pago de nómina asignada por parte de Altos Hornos, sin notificación alguna, decidimos no asistir a las Escuelas de Altos Hornos para atender a los niños”.

La Comunidad permanecerá en esta casa hasta el 20 de julio de 2002, fecha en que se trasladará a Beurko para configurar, junto con otros ministerios, una nueva Comunidad. El Certificado de la supresión y clausura dice: “D. Corpus Juan Delgado Rubio, Superior Provincial o Visitador de la Congregación de la Misión (PP. Paúles), en su Provincia Canónica de Zaragoza, inscrita en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia con el nº de Referencia 1153-d-SE/B CERTIFICA

Que el día 20 de julio de 2002 fue suprimida y clausurada, previo consentimiento del Sr. Obispo de la Diócesis de Bilbao, nuestra casa PARROQUIA DE Nª Sª DEL CARMEN, sita en Baracaldo (Vizcaya), C/Ibarra, nº 13, inscrita en el Registro dicho con el Nº 1153-d/3 de la Sección Especial, Grupo B (Nº 1153d/3-SE/B)

Y para que conste a todos los efectos, firmo y sello en Zaragoza, a 15 de febrero de 2003”.

 

  1. b) BARAKALDO: Colegio San Vicente de Paúl (Lasesarre-Beurko)

En Diciembre de 1943 recibe la Comunidad una sorprendente propuesta por parte del Alcalde de la Anteiglesia. Su objetivo es la fundación de un Colegio para alumnos externos de Bachillerato y Comercio. Todo ello al socaire de las nuevas normas educativas, el buen desempeño de los trabajos realizados hasta el momento en la Capilla del Carmen, el bien acreditado prestigio de los próximos Colegios de Limpias y Murguía y la negativa previa de determinadas órdenes religiosas expresamente dedicadas a la educación a hacerse cargo del proyecto.

Las gestiones, tras no pocas presiones sobre el P. Visitador, Adolfo Tobar, tuvieron éxito, y a ello contribuyó el cierre del prestigioso Colegio de Limpias en la primera etapa de su funcionamiento después de la Guerra Civil. Los Padres Mariano Calzada y Urbano del Moral estudiaron las posibilidades y presentaron a Madrid un programa basado en las promesas del Ayuntamiento.

Se ubicará no lejos de la capilla de El Carmen en un edificio cedido parcialmente por el Ayuntamiento y que no reunirá los elementos necesarios para un correcto funcionamiento. Merecido tenía el sobrenombre de “Chami” (“Chamizo”) a juzgar por la apreciación del P. Silvestre Ojea en la Visita de Oficio de julio de 1952: “El local en que ustedes dan clase, apenas merece el nombre de colegio, dado el mal estado en que se encuentra, y es indigno de que continúen en él las clases”. Aceptada la propuesta y obtenido el permiso eclesiástico que dio con alborozo el P. Carmelo Ballester (CM), Obispo de Vitoria, va llegando el nuevo equipo de profesores: PP. Higinio Madrazo, en julio de 1944, al que siguen los PP. Benjamín Huerga, Miguel Pérez de Gracia y Fidel Martínez. En septiembre de 1944, el pleno del Ayuntamiento acordaba conceder 20 becas de 250 pesetas anuales para el Bachillerato y dos para Comercial. El anuncio en la aprensa provincial sirve de propaganda al Colegio, que iniciará enseguida el primer curso. El 29 del mismo mes autoriza la Alcaldía a colocar un letrero en el frontis del edificio, añadiendo “que esté seguro y conforme a la estética”.

Empiezan las clases con un profesorado que el expediente del 12 de marzo de 1945 presenta así: PP. Mariano Calzada, al que sustituirá Benjamín Huerga, Higinio Madrazo, Carlos de la Calle, Fidel Martínez y Miguel Pérez de Gracia. Profesores seglares: Joaquín Dorado, JM García Arana, Crispiano Merchán, José María Hidalgo y Vicente Gómez. Colaboran también la señorita María Belén y el Instructor H. Salinas.

El citado expediente pretendía el reconocimiento del Colegio. Protegían el intento personalidades importantes en la vida política d España, entre ellas el doctor Iturmendi, don Esteban Bilbao y el P. Carmelo Ballester. El 23 de diciembre comunicaba el P. Ballester cómo sus esfuerzos ante los ministros encontraban dificultades, la mayor era el no funcionamiento de todos los cursos de Bachillerato. El reconocimiento fue denegado; en mayo de 1945, el P. Benjamín Huerga intentaba obtener la autorización, también sin éxito. El segundo expediente para su reconocimiento es cursado por el P. Gumersindo Manzanedo, el 19 de octubre de 1946. Interesa en el asunto el P. Manzanedo a todas las fuerzas vivas, especialmente al P. Ballester. La Inspección informa negativamente; el P. Manzanedo amenaza con el cierre y, contra todo lo previsto, el Ministerio firma el reconocimiento provisional del Colegio, el 25 de marzo de 1947. Fue constituido Director Técnico don Vicente Gómez, aunque el documento oficial, por un error y trastueque de funciones otorga el nombramiento al P. Manzanedo, sacerdote y doctor en Ciencias.

Con este éxito sea afianza el Colegio; aún le acechan peligros oficiales. En 1953 la Inspección de Valladolid exige nuevo expediente para continuar con el reconocimiento. Una aclaración oficial contradice la decisión impulsiva del Distrito. En 1960, de nuevo, la Inspección del Distrito advierte seriamente que dadas las deficiencias en local, campos, gabinetes…, el reconocimiento superior no es posible. La amenaza es esquivada y sirve de lección para mover los proyectos de obra nueva.

También dentro de la Congregación tuvo este Colegio dificultades en el trascurso de los años. En 1954 el Consejo Provincial decidió cerrar el Colegio. Las graves dificultades que atravesaba la Comunidad para sostener el Colegio y el incumplimiento de las promesas locales dadas para buscar residencia suficiente a la Comunidad y los alumnos lo justificaban. La medida no pudo ser llevada a efecto repentinamente por los intereses múltiples que hería. El 25 de enero de 1955 mantenía e Consejo su decisión. El 16 de febrero el Superior P. Manuel Gutiérrez envía a Madrid un informe amplio, documentado y acuciante en favor de la continuación del Colegio y de la construcción de locales por cuenta de la Congregación y con la ayuda de AHV. Mantenía el P. Gutiérrez el principio de la inseparabilidad de la Capellanía y el Colegio. La visita del P. Silvestre Ojea a Barakaldo hace que el Consejo cambie de opinión, y así lo comunica el P. Visitador al señor Alcalde el 27 de febrero de 1956. La Comunidad había vivido unos meses de agonía; de aquella pesadilla nacería la decisión del nuevo Colegio.

Los libros de Secretaría permiten hacer un balance de los dieciocho años en los que el colegio utilizó los locales envejecidos y ruinosos de la Plaza. Una fachada elegante ocultaba un interior mugriento. En la planta baja, la Policía Municipal, la cárcel y un mercado; en medio, Escuelas Nacionales; arriba, el Colegio, acosado por las chimeneas de AHV, por el trepidante ir y venir de los trenes, negro de humos, como un barco a la deriva en una tempestad.

Rigieron la Capellanía y Colegio desde 1944, los PP. Benjamín Huerga (1944-1946), Gumersindo Manzanedo (1946-1953), Emilio Gutiérrez (1953-1954); Manuel Gutiérrez (1954-1956) y Juan Aguirre (1956-1962). El cargo teórico de Directores Técnicos lo ocuparon don Vicente Gómez de 1947 a 1956 y el P. Juan Aguirre en adelante. La secretaría fue montada por el P. Miguel Pérez de Gracia, al que suceden los PP. L. Saiz, M. Alcalde y M. Agustín. La dirección de las disciplinas pasó por muchas manos destacando por el número de cursos los PP. Higinio Madrazo y Zenón Irisarri.

El alumnado fue en aumento año tras años. El curso 1944 se empieza con 34 alumnos; en 1947 hay 159; en 1958, 327 y en 1962, 525.

Teniendo en cuenta la malísima situación del edificio (“a punto del cierre los años 1954 y 1955, por parte del Consejo Provincial, y en 1960 por el Ministerio de Educación[19]) y la demanda de nuevos estudios (PREU), se decide la Congregación por adquirir terrenos en el Barrio de Beurko para edificar un Colegio de nueva planta. Tras varias negociaciones, logra el P. Juan Aguirre, diciembre de 1957, contar con un solar en Beurko, en la esquina formada por la carretera de San Salvador del Valle y la calle límite de dicho barrio. Este solar pertenecía a varios propietarios. Los tres primeros vendedores fueron Altos Hornos de Vizcaya, la fundación Miranda y el Ayuntamiento; más tarde se avino también a ceder algunos metros cuadrados la familia Uriarte Gorostiza. Las compras sucesivas se verificaron en 1958, 1961 y 1962. El 6 de octubre de 1959 el Arquitecto, José Luis Navarro, entrega al Colegio de Arquitectos una monumental memoria, planos, presupuestos y pliego de condiciones.

El 21 de enero de 1961 escribía el P. Alejandro Orcajo al Superior de Barakaldo acusando nombramiento de maestro de obras del colegio proyectado. Le acompañaría el equipo que ultimaba las obras de Salamanca: los Hermanos Jiménez, Espejo, Ircio y el señor Andrés. Más tarde se les uniría el Hermano peña, que proviene de Hortaleza. Sobre la marcha se cambiaron los planos, se inventaron soluciones, se improvisaron técnicas y se probaron materiales nuevos. El 24 de junio de 1962 se inauguraba el colegio, terminado en sus partes esenciales.

Los gastos de la construcción fueron elevados. Una muestra de ello son las certificaciones que desde Roma se hacen sobre permisos para préstamos dedicados a ello. Al menos, figuran los realizados con fecha del 14 de octubre de 1959 (3 millones de pesetas), 18 de junio de 1954 (12 millones) y 25 de enero de 1962 (8 millones).

El primer Curso se inaugura el 3 de octubre de 1962, formando la primera Comunidad los PP. Francisco Carballo, José Antonio Aguirre, José Pérez Ruesta, Manuel Gutiérrez, Jesús Sanz, José Avendaño, Máximo Agustín, Santos Castaño, Hilario Mata, Urbano Rodríguez, Agripino Matesanz, Antonio González, Marcelo Benoit y Antonio Vacas junto con los Hermanos Jacinto Cuadrado, José Hervás y Agustín Álvarez Gastón. El número de alumnos en este primer curso es de 970 atendidos por 31 profesores. En 1969 se levantará, en edificio exento al Colegio, la Iglesia y el Salón de Actos. Este solar fue ofrecido a las Hijas de la Caridad para construir en él un Colegio de Enseñanza Primaria para niños, según muestra una carta (acompañada de un planito) del P. Carlos Esparza a Madrid el 1 de diciembre de 1965.

Sin estar aún completo el claustro de profesores residentes en el nuevo colegio, tuvo lugar el 1er consejo de disciplina (29 de septiembre de 1962), con el fin de recordar a los profesores antiguos y dar a conocer a los nuevos el Reglamento de Régimen Interior de los centros docentes de la Iglesia.

El Sr. Rector y Director Técnico, P. Francisco Carballo, dio lectura al Capítulo I y comentó con más detención algunos puntos del capítulo II, sección 1ª y 2ª A y B.

Se habló a continuación: De la conveniencia de convocar algunas veces al año, sobre todo en los primeros meses de los Sres. Profesores externos con el fin de darles a conocer algunas normas, sobre todo disciplinares, por las que se conducirá el nuevo Colegio; Un tema destacado en este consejo fue la necesidad, tanto para Profesores internos como externos, de justificar las notas cuya puntuación sea inferior a (2) dos en el primer trimestre e inferior a (4) cuatro en el resto del curso. Este punto deberá tratarse con más detención en la reunión general de todos los profesores; Con el fin de uniformar y hacer exámenes con arreglo a lo fundamental de las asignaturas, se acordó que cada profesor presente al Director Técnico y al prefecto de estudio las preguntas de los exámenes trimestrales y finales; Aunque se habló de la conveniencia de un reconocimiento médico, por lo menos anual, de los alumnos; no se concretó la manera ni el tiempo de dicho reconocimiento; Para que el personal de servicio del nuevo Colegio sepa fijamente sus obligaciones y su manera de comportarse en su oficio, se fijó dar por escrito las normas por las que hayan de regirse; Sin llegar a un estudio muy completo, se habló de la conveniencia de la misa por cursos durante la 1ª clase, a la que acudirá el profesor del curso a esa hora y se recalcó la necesidad de hacer vivir dicho acto mediante una preparación y explicación del mismo.

A fin de que los Sres. profesores encargados de cursos tengan un conocimiento más perfecto de sus respectivos cursos, copiarán, entregarán y recibirán los boletines de notas y se cerciorarán de que no se falsifiquen las notas y de que las firmas son legítimas. Las notas trimestrales y finales serán entregadas a los alumnos por el conserje del centro.

A tenor del Catálogo General de la CM (“Catalogue des Maisons et du Personnel de la Congrégation de la Mission” -1963-), la primera Comunidad del “nuevo Colegio” de Beurko estuvo compuesta por los PP. Francisco Carballo (Superior y Director), Manuel Gutiérrez (Profesor), José Avendaño (Ecónomo y Director Espiritual), Máximo Agustín (Profesor), José Antonio Aguirre (Profesor), Julián González Heras (Profesor), Jesús Sanz (Profesor, Secretario), José Ramón Beristain (Profesor), Santos Castaño (Profesor), Hilario Mata (Profesor), Urbano Rodríguez (Profesor), Efrén Abad (Profesor), Tomás Gascue (Profesor), Sebastián Velázquez (Profesor), Antonio González López (Profesor) y los Hermanos José Hervás, Vicente Jiménez, Jeremías Peña y Agustín Álvarez. TOTAL: 15 sacerdotes y 4 Hermanos. Nueve de ellos fueron destinados expresamente al Colegio en tanto 8 ya estaban en el viejo “Chamizo”. Los más veteranos en Barakaldo eran los PP. José Avendaño y Máximo Agustín (1952). Se me nubla el sentido al pensar que el P. Máximo Agustín cumplió (con ligeros paréntesis) sesenta años en Barakaldo cuando falleció el pasado año 2012. Aunque, para méritos, los del Hermano José Hervás que, desde su llegada a Barakaldo (1962), permanece en ella con sus ochenta años cumplidos. La edad media de la Comunidad era de 33,05 años, siendo el mayor el P. Gutiérrez (57) y los más jóvenes (26 años) los Hermanos Peña y Álvarez.

El Día 5 de agosto de 1962 tiene lugar el “primer Consejo doméstico”. Queda transcrito.

Previa invocación del Espíritu Santo se dio comienzo al primer consejo doméstico de este nuevo Colegio de San Vicente de Paúl.

El Consejo nombrado por el Rvdo. P. Visitador quedó constituido por los PP. Francisco Carballo, superior, Manuel Gutiérrez, José Avendaño, administrador, José Antonio Aguirre, asistente, y Jesús Sanz, inspector-secretario.

Los asuntos tratados son los propios de toda nueva fundación:

1) Adquirir elementos imprescindibles como son: comprar los libros de los distintos oficios; máquina de escribir de carro grande; sumadora precisa (dejando para más tarde el comprar otras máquinas complementarias) y una multicopista.

2) Otro punto a estudiar fue: no recibir visitas en las habitaciones; dar normas estrictas y firmes para la buena marcha de los colegiales.

3) Ordenar la limpieza de la casa

4) Hacer los horarios definitivos

5) Otro capítulo aparte lo formaron las disposiciones relativas a la vida interna de la comunidad: capítulo, conferencias, ejercicios espirituales anuales…

6) Por la premura de tiempo nos vemos obligados a prolongar el plazo de la apertura del medio-pensionado.

Con las preces de costumbre se dio por finalizado el Consejo”.

Junto al amplio Claustro de miembros de la Comunidad, hubo de contratarse a un buen número de personal para completar las necesidades docentes. Quedan citados en el segundo de los Consejos domésticos. Algunos de ellos completaron su vida laboral en el propio Colegio. Es el caso de don Abel Merino y don Antonio Rodríguez. Destacamos, igualmente, la presencia de don Jesús Pereña, sacerdote diocesano que, entonces y hoy día, ejerce su ministerio en la Parroquia de Santa Teresa. Siempre cercano al Colegio y a la Congregación. Ahí figura, también, doña Guillermina, hermana del P. Ardanaz y Don López Rojo a quien, treinta años después, tropezó este “croniquillas” en la Universidad de Deusto. Transcribimos el acta.

“Se tiene el segundo Consejo doméstico el día 2 de Noviembre de 1962. Queda transcrito.

Después de las preces acostumbradas se estudiaron los siguientes puntos:

1) Los honorarios de los maestros

2) Dar de baja en los seguros sociales (excepto de accidentes) a los srs. Licenciados y sras. de la limpieza.

3) Hacer un contrato. Solucionar el problema de la portería.

4) Abrir en la portería un buzón para la correspondencia.

5) Distribución de todos los ministerios sacerdotales, procurando que todos los Padres se ejerciten en su apostolado específico.

6) Para el buen orden de la procura, conviene que las compras efectuadas fuera de casa se hagan a nombre propio.

Personas a quienes afectan los honorarios en estudio:

  1. a) Maestros: Srta. María Pilar y Guillermina. Sres. Carlos Gutiérrez, Mariano Villanueva, Ángel Adán Millán, Abel Merino y Antonio Rodríguez.
  2. b) Licenciados: D. Juan Municha López, D. Juan de Uría, don Vicente, D. De Luis, D. López Rojo, D. Fernando Loizaga, D. Navarro Azanza, D. Jesús Pereña y D. Roberto Vidal.

Se asignó la cantidad de 8 pesetas/hora a las sras. de la limpieza”.

En el “Libro de acontecimientos» escribe el P. Carlos Esparza el 26 de Marzo de 1964:

La primera dificultad con que tropezó esta Comunidad no fue el poner en marcha un Colegio nuevo con 970 alumnos en 1963 y 1083 en 1964, fue el dar salida a los ministerios extra domum. El abandono de la Capilla del Carmen y de la dirección de las Hermanas nos vino como descanso. Por pocos días. La Comunidad del Carmen era insuficiente para la Iglesia y más para las Hermanas y Colegio Lasalle.

En 1962-63 intentamos un “modus vivendi”. Nosotros decíamos las misas del Colegio Lasalle ordinarias y los domingos bajábamos a tres misas en la Capilla. Igualmente íbamos semanalmente a las confesiones de los Hermanos. Asistíamos por Témporas a unas 10 casas de Hermanas. Como retribución nos daban al mes 1.000 pesetas en los últimos meses; antes, 500.

En 1963-64 nos desligamos del Colegio Lasalle y de todo cobro. Decíamos una misa los días laborables en la Capilla y los festivos tres en la Capilla y dos en Lasalle. Al salir a misiones alguno de los capellanes escribieron a Madrid pidiendo más ayuda. A esta demanda se refiere la carta del Visitador del 15 de enero de 1964. Contesté a carta enumerando nuestra cooperación continua y gratuita. El P. Visitador reconoció nuestro esfuerzo por carta del 28 de enero de 1964. De esta forma se deshicieron los malentendidos de Madrid. En adelante el Superior de abajo –seguramente advertido de la postura del P. Visitador- cambió de táctica y no ha exigido ayuda y ha agradecido la que se le da. No es, no obstante, un modus vivendi eficaz. Nosotros prácticamente cada día bajan dos a decir misa abajo (estipendiadas en 60 pesetas cada una), los domingos tres abajo y dos en el colegio Lasalle. Servimos unas dieciséis casas de Hermanas. Las seis de añadidura se deben a la marcha del P. Prieto que, personalmente, atendía casi la mitad de las casas de Hermanas.

A nosotros nos agradaba atender el Colegio Lasalle por nuestra cuenta pero “de abajo” no admiten “participación” en los ámbitos de la fundación de AHV y no aceptan partir con nosotros la correspondiente retribución. El cooperar codo con codo sin retribución se ha observado imposible; no por la renuncia a la paga sino porque los Padres de esta Comunidad no aceptan el depender en ese ministerio de otro Superior”.

En el verano de 1967 se pavimentan 1200 m2 de campos “que era zona fea, de escombro a impracticable para el deporte… Una vez terminado se ha colocado un juego de Balonmano y en el cuadro más abajo un mini-basket. Queda pendiente el problema de subir algo las tapias y vallarlas. No nos decidimos a ello mientras no sepamos qué va a hacer el Ayuntamiento con su famoso Plan de Ordenación Urbana de Barakaldo en el que nos quitan la esquina…”. Igualmente se procede a rellenar el vaciado de la proyectada piscina que estaba hecho “continuando el frontón grande casi hasta la carretera de Baracaldo hasta San Salvador del Valle y con la misma anchura. Era sitio peligroso para los alumnos y sucio… Hemos aprovechado esto par hacer, con los debidos permisos, a todo lo largo del muro colindante con la Escuela de Minas y por su propiedad un desagüe amplio para poder hacer acometidas en el futuro y desde nuestra finca en el punto que nos plazca”. La preocupación por “promocionar y canalizar la formación de los valores humanos y las diversiones” lleva a la Dirección del Colegio a habilitar unos ocales para los Antiguos Alumnos y el Club “Beurko”.

El día 1º de julio de 1968 se inicia la construcción de la Iglesia y el Cine o Salón de Actos. “Son nueve meses a partir de hoy. En este plazo, o sea, hasta el 1º de abril, se debe entregar terminada la obra, a tenor del contrato. Este solar, abandonado durante más de seis años, lugar de desperdicios y basuras, va a ser vaciado o rellenado según el movimiento de tierras lo aconseje… Muy rápido ha sido el comienzo a partir de la firma del contrato con Edificios y Obras, SA. Han empezado hoy preparando la excavadora que, a última hora de la tarde, acaba de llegar»

La ocupación de este amplio terreno (destinado, en principio a zona deportiva) motiva el interés por comprar la finca colindante, propiedad del sr. Uriarte dado que es el “único lugar de posible expansión”. El P. Esparza escribe “En la Escritura primera hicieron una permuta de terreno con nuestro solara para mejor alienación; pero pusieron una cláusula muy intencionada: a condición de que no se les pidiera más en el futuro”. Las varias negociaciones que se llevaron a cabo (incluso en años posteriores) no llegaron nunca a buen puerto, entre otras cosas “porque tienen un afecto enorme a este solar y su desalojo y si no les expropian jamás lo abandonarán”.

La inauguración de esta obra se realiza el 15 de mayo de 1969. El nuevo Superior-Director, P. Benito Martínez, escribe: “Monseñor Eugenio Beitia bendijo la nueva Iglesia y el salón de cine… La Iglesia actual y litúrgica encanta a quien la. NO tanto, pero también gusta el salón de Cine. Algunos sacerdotes tienen miedo que la abramos al público. Los Padres me piden insistentemente que la abra pro ninguno encargarse de ella… El Cristo del altar es de Rubio Camín; precio: 19.000 pesetas. Del total de la obra (12.550.724,80 ptas) la Casa de Barakaldo ha aportado 6.523.039, 80 pts. Esto da que pensar. He encontrado el Colegio como un negocio. Una fábrica. Por ello, en los dos cursos que estoy no he subido las pensiones y sí los sueldos a los profesores. De subirlos haría del Colegio para clases ricas, no pobres”.

A partir de este momento, el desarrollo del Colegio es sumamente ascendente logrando un amplio reconocimiento social. A mediados de los años 70 el número de alumnos llega a los mil seiscientos colmatando totalmente el aulario.

Las sucesivas reformas educativas obligaron a la acomodación de determinados espacios y a la disminución de alumnos. Aunque en COU siempre fue mixto (se inicia en el curso 1971-2), esta realidad no se hizo extensiva a todo el Colegio hasta finales de la década de los noventa del siglo XX. Hitos significativos de estos cincuenta años de recorrido fueron los diversos reconocimientos a su gestión recibidos en 2010 (“Q” de Plata según el sistema EFQM y UNE en ISO 9001). En 2014, igualmente, recibió la certificación TIC a las nuevas Tecnologías.

Han sido sus Directores Pedagógicos los PP. Francisco Carballo (1962-1964), Carlos Esparza (1965-1967), Benito Martínez (1968-1969), Cecilio Zazpe (1970-1976 y 1981-1982), José Mª. Ortiz (1977-1979), José Antonio Aguirre (1980-1981), Paulino Sáez (1983-1991), José Luis Otamendi (1992-2000), Gregorio Ado (2001-2003) y Mitxel Olabuenaga (2004-2013). En el Curso 2014-2015 toma las riendas de la Dirección Don Raúl Muñoz Colón, seglar. Posteriormente, serán sus Directoras doña Izaskun Ruiz y doña Argiñe Ocio.

Han sido superiores de la Comunidad: los PP. Francisco Carballo (1962-1964); Carlos Esparza (1965-1967); Benito Martínez (1968-1970); Cecilio Zazpe (1971-1977); José Luis Crespo (1978-1980); Paulino Sáez (1981-1987); Mitxel Olabuenaga (1988-1990, 1997-2006 y 2024…); José Luis Otamendi (1991-1993); Tomás Peribáñez (1994-1996); Julián Arana (2007-2012) y Corpus J. Delgado (2013…).

  1. c) BARAKALDO: Parroquia de San Ignacio (Rontegui)

El 10 de octubre de 1971, Mons. Añoveros, Obispo de Bilbao, encomienda a la Provincia de Zaragoza la nueva Parroquia de San Ignacio de Loyola, en el barrio de Remar (Rontegi)[32]. Este barrio ya se atendía, a modo de “capellanía” en una lonja, desde 1966. “El domingo último de enero del 66, escribe el P. Pedro Sanz, se celebró la primera misa en una lonja del barrio de Remar. Al mes siguiente, Don Eugenio de Diego Sanz, viendo la afluencia de niños y de personas mayores, celebraba los domingos dos misas. El 17 de octubre del 67, Monseñor Gúrpide nombraba a Don Eugenio ecónomo, ayudándole el P. Martín Tirapu, CM, y un padre Palotino”.

Los feligreses (unos 5000) son casi en su totalidad de reciente inmigración y de clase muy humilde. Por ello la economía de la casa sería siempre muy precaria. El templo parroquial está en consonancia con la condición humilde la parroquia.

Para atenderla llegarán los PP. Ventura García y José Ródenas. Dependen de la Comunidad del Carmen, aunque viven en la calle Avenida de Álava 10,1º. Al Curso siguiente (1972) sale el P. Ródenas y se incorporan los PP. Ángel Pascual y Javier Elía. Serán sustituidos el siguiente año (1973) por los PP. Julián Arana y Joaquín Rosell que inauguran la nueva Parroquia, ubicada en un bajo. En 1974 esta comunidad se independiza de la del Carmen formándola los PP. Pedro Sanz (Superior), Joaquín Rosell y Julián Arana.

En un breve “memorial” escrito en 1974 por el P. Pedro Sanz, se recoge:

Aquella estampa serena, de colores grises y verdes, de caseríos diseminados por las montañas, ha quedado relegada e Baracaldo para dar paso a un gran pueblo con sus 140.000 habitantes, venidos de todos los rincones españoles en busca de una vida nueva, de un trabajo nuevo, en busca de unos ingresos más seguros y rentables que en su tierra de origen.

Y en un rincón d este gran pueblo hay un parroquia reciente que con tonos gallegos, leoneses, palentinos, cacereños, andaluces y algunos nativos nos reunimos para expresar nuestra fe y convivir nuestras experiencias humano-cristinas bajo el titular San Ignacio de Loyola.

El domingo último de enero del 68 se celebró la Primera Misa en una lonja del Barrio de Remar (30-I-66). Al mes siguiente Don Eugenio de Diego Sanz, viendo la afluencia de niños y de algunas personas mayores, celebraba todos los domingos dos misas.

El 17 de octubre del 67, Monseñor Gurpide nombraba a Don Eugenio ecónomo, ayudándole el P. Tirapu, CM, un padre Palotino.

El día 17 de octubre d 1971 se encomendaba a la Provincia de Zaragoza enviando a os Padres Ventura García, José Ródenas y Pascual, incorporándose más tarde los Padres Julián Arana y Joaquín Rosell. En verano del 74 es destinado Pedro Sanz que toma posesión como prime superior el 25-X-74 y se independiza como comunidad de la Parroquia del Carmen.

En estos cuatro años que le CM lleva en esta parroquia cosmopolita, obrera y joven de Remar con sus 1365 familias ha dejado una buena obra. […]

La Comunidad también atiende el Colegio NACIONAL de Rontegui, ayuda a nuestros Padres del Colegio, atiende a varias casas de Hermanas, edita quincenalmente una hojita parroquial y lleva las actividades de culto y pastoral ordinaria de la Parroquia.

En verano de 1975 son destinados a Remar los estudiantes Carmelo Velloso y José Gil. El día 8 de septiembre nos mudamos al nuevo piso ya que el antiguo será remozado. Razones para adquirirlo: el piso del obispado resultaba pequeño para los tres Padres que ya componíamos la Comunidad. Al llegar los dos estudiantes era forzoso ampliar el hábitat indispensable; de ahí que el Consejo, y en especial el P. Casanova, pusieran el máximo interés por acondicionar el domicilio de esta Comunidad ampliada”.

1976: Damos en el Colegio san Vicente de Paúl 6 clases de música y 33 de religión entre los miembros de esta comunidad. Monseñor Uriarte ordena a Jose Gil de diácono el 12 de diciembre.

1977: 20 de marzo: Mons. Beitia ordena a José Gil de presbítero. Al mismo tiempo lo hace de diácono con Corpus Juan Delgado.

En 1986 se abandonan los pisos de la Avenida de Álava. La Comunidad regresa al piso doble de la Calle Ibarra, 13 para fundirse, con la Comunidad del Carmen, en una única Comunidad. Desde allí seguirán atendiendo la Parroquia de San Ignacio de Loyola. Los misioneros que atienden ambas parroquias son Tomás Chocarro, Ángel Echaide, Ventura García, Marino Marco y Benigno Ventura (Estud.).

La Comunidad permanecerá en esta casa hasta el 20 de julio de 2002, fecha en que se trasladará a Beurko para configurar, junto con otros ministerios, una nueva Comunidad.

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