DOMINGO: 28 de Noviembre
Amanece un Día «invernal». No se ve nieve en Sasiburu. Esperemos que no granice como ayer. Casi ni podemos salir de la Parroquia. Hoy, comienza un nuevo «curso» (cual si fuese septiembre) y lo hace con cuatro semanas de «acomodación», llamadas Adviento. En todas las iglesias católicas del mundo se leerá el siguiente Evangelio:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.
Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre». Evangelio según san Lucas (21,25-28.34-36).
NOTAS
El final de este Evangelio (Buena nueva o Mensaje feliz) es clamoroso: «estad despiertos, manteneos en pie». Una expresión que adquiere hoy un profudo significado porque cuantas más seguridad queremos tener, la vida nos muestra nuestras debillidades. Pensemos, por ejemplo, en la COVID)
A nivel de FE ocurre lo mismo. Quisiéremos tener todas las seguridades posibles: Dios, Resurreción, etc…y, sin embargo, no es así. Por eso, en este inico de curso (litúrgico) se nos pìde que «estemos despiertos… para aprovechar nuestro limitado tiempo».