La ex estrella infantil que decidió convertirse en monja «con una cerveza en la mano y un cigarro en la otra»
Hace unos días, España fue testigo de un singular evento del que todo Hollywood se está haciendo eco. Sin embargo, casi no ha sido mencionado por la prensa nacional. Y es que, en territorio ibérico, la exactriz infantil Clare Crockett nunca llegó a ser famosa. Su nombre suscita titulares tanto en Reino Unido como en EEUU, gracias a una misa celebrada en su nombre, en Alcalá de Henares, el pasado 12 de enero.
Y es que la exintérprete irlandesa -que saltó a la fama en 2002, gracias a la película Sunday– está en proceso de beatificación. Es decir, se espera que, en un par de años, pueda convertirse en santa. Pero, ¿cómo una estrella televisiva ha llegado hasta esta posición? Probablemente, la historia le sorprenda. Es más, su familia asegura que aún no se lo puede creer.
Según su propio testimonio, Clare Crockett era «una niña un poco salvaje», que se interesó por la televisión a temprana edad. En plena pubertad, consiguió su primer trabajo en la cadena británica Channel 4, luego se volvió presentadora de televisión y, antes de cumplir la mayoría de edad, rechazó un contrato con Nickelodeon. Aun así, de acuerdo con sus propias declaraciones, su verdadero objetivo era «cumplir el sueño americano».
«Lo que más me gustaba era actuar, hacer teatro, escribir, leer y dirigir», escribió Clare, en un blog, y sus seres queridos respaldan sus palabras. «A mi hermana le encantaba el género dramático y el drama. Le encantaba ser el centro de atención y todo el drama que le rodeaba», ha afirmado, hace escasas horas, su hermana mayor Shauna, a la BBC. Pese a ello, antes de transformarse en una verdadera celeb, Clare decidió cambiar el foco de su vida.
Según medios como People o Us Weekly, cerca de los 16, Crockett empezó a sentir un «vacío irremediable», que pronto intentó llenar con malos hábitos. «El tema del alcohol llegó a ser un problema para mí, me era inviable vivir sin mi paquete de tabaco y fumaba drogas», explicó a Universitarios Católicos. Pero su vida cambió cuando una amiga le invitó a España. Clare pensó que disfrutaría del sol y de las discotecas de Ibiza, pero su colega le llevó a un pueblo de Cuenca.
Allí, en Priego, Crockett aceptó de mala gana ser parte de un encuentro católico y en pleno Viernes Santo recibió una revelación. «Jesús murió por mí. ¡Me ama!… ¿Por qué nadie me ha dicho eso antes?», dijo al entrar en contacto con un crucifijo. Así, de a poco, la vocación eclesiástica empezó a crecer en su corazón y a los 18 reveló a su familia, «con una cerveza en una mano y un cigarro en la otra», que se convertiría en monja.
Sus familiares cuentan que pensaron que se trataba de una broma. Pero la joven iba en serio. De hecho, hizo sus primeros votos en febrero de 2006, tomando el nombre de Sor Clare. Pero el destino de la consagrada no estaba entre las paredes de una iglesia, a ella le gustaba mantenerse cerca de la comunidad. Es por eso que en 2012, después de vivir en Cuenca y en Jacksonville, se trasladó a Ecuador, donde ocupó parte de su tiempo enseñando música, hasta que falleció el 16 de abril de 2016 en Playa Prieta, durante un terremoto.
Desde entonces, Sor Clare -cuyo lema era «o todo o nada»- se transformó en una leyenda entre las monjas españolas y hoy sus compañeras aseguran que su legado incluye un listado de cosas excepcionales. «Nos llegan correos contándonos de todo. Tenemos algunos ejemplos de cánceres que han desaparecido y de embarazos milagrosos. Hay niñas que se llaman Clare, porque sus padres no podían concebir y oraron pensando en ella. ¡Bendito sea Dios!», ha señalado la hermana Kristen Gardner a EWTN.
Tomado de www.elmundo.es