Tema 4: La II República (1931-1936)

Tema 4: La II República (1931-1936)

 ÍNDICE

 Introducción

4.1. La crisis definitiva de la monarquía

4.2. El bienio republicano-socialista y sus reformas

4.3. La Constitución de 1931

4.4. El bienio radical-cedista o contrarreformador

4.5. La Revolución de Octubre de 1934

4.6. La etapa del Frente Popular

 

Introducción

Tras el fallido intento de la I República (1873-1874) no habían desaparecido los deseos de parte de la población española de volver a este tipo de organización del estado. Ha de pasar el período de la Restauración para lograrlo.

 

4.1. La crisis definitiva de la monarquía

Tras la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), la monarquía había quedado muy debilitada. Para intentar arreglarlo el Rey Alfonso XIII nombra Presidente del Gobierno al General Berenguer y, posteriormente, al Almirante Aznar. Para entonces se había “firmado” el Pacto de San Sebastián (agosto de 1930): republicanos, catalanistas y socialistas acuerdan acabar con la monarquía. Con la intención de dar sensación de normalidad, el sr. Aznar convoca elecciones municipales para abril de 1931. El triunfo republicano en la mayoría de las capitales (donde el voto era más libre, al escapar en mayor medida del control de los caciques) hace comprender al rey el predominio de los republicanos, por lo que, aconsejado por Romanones, ministro de Estado, abandona el país camino del exilio. De inmediato, el 14 de abril de 1931, es proclamada la II República.

Tras la proclamación de la II República se forma un Gobierno Provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora, católico y republicano de derechas, que debía actuar como garantía en el poder de la burguesía. En cuanto a los ministros, tuvieron entrada la mayoría de las opciones políticas del Pacto de San Sebastián: centro (radicales de Alejandro Lerroux, radicales-socialistas de Marcelino Domingo), izquierda (socialistas -Prieto, Largo Caballero y Fernando de los Ríos-, republicanos -Azaña-, catalanistas -d’Olwer- y galleguistas -Casares Quiroga-). Fuera del gobierno quedan la extrema izquierda (comunistas, anarquistas), la derecha (monárquicos, tradicionalistas) y los partidos regionalistas conservadores (Partido Nacionalista Vasco y Lliga Regionalista).

Se convocan (junio de 1931) Cortes Constituyentes que son ganadas por la conjunción de republicanos y socialistas que logran una aplastante mayoría excepto en el País Vasco y Navarra donde nacionalistas y carlistas fueron los triunfadores.

 

4.2. El bienio republicano-socialista y sus reformas

Es elegido Presidente de la República don Niceto Alcalá Zamora y Presidente del Gobierno don Manuel Azaña. La obra fundamental de este Gobierno será la Constitución de 1931 y el diseño de una serie de Reformas.

  • En el ámbito Educativo. Azaña sustituyó los métodos y profesores religiosos por partidarios de una enseñanza progresista. Otras, como la disolución de la Compañía de Jesús o la prohibición de ejercer la enseñanza a las órdenes religiosas, fueron excesivamente agresivas y entrañaron un grave riesgo de enfrentamiento entre la opinión católica (mayoritaria en España) y el régimen republicano. Además, a principios de 1933, se abren en España cerca de 4.000 nuevas Escuelas de Primaria, muestra de la inquietud pedagógica del nuevo gobierno (el proyecto pretende seguir con otras tantas para cubrir las necesidades del Estado).
  • En el ámbito Militar. El gobierno republicano-socialista aborda la difícil tarea de modernizar el ejército, cuya abundancia de mandos, escasa formación y anticuado material le habían hecho perder capacidad técnica. Una de las primeras decisiones de Azaña fue la reducción del número de oficiales ofreciéndoles la jubilación anticipada. Otra de las medidas importantes tendió a disminuir la jurisdicción militar en beneficio de la civil, así como la supresión de la Academia General Militar de Zaragoza, dirigida por Franco. Se crea, además, la Guardia de Asalto, una fuerza leal, especialmente entrenada como Policía Urbana.
  • En al ámbito Agrario. Quizá es la más importante de las reformas intentadas por el primer Gobierno Republicano. El problema de la reforma del campo se arrastraba desde hacía varios siglos. Extensos latifundios de Extremadura y Andalucía esperaban remedio. La base de esta reforma será la distribución de la tierra entre los arrendatarios y jornaleros, lo cual provocará la oposición radical de los propietarios.  El fracaso del levantamiento monárquico del General Sanjurjo (agosto de 1932) fortaleció a Azaña que aprovechó el momento para aprobar la Ley de Bases de la Reforma Agraria. La buena voluntad no fue suficiente y los problemas creados como la falta de presupuesto o las tensiones creadas por algunas ocupaciones de tierras hicieron que la reforma no tuviese los resultados esperados.
  • En el ámbito Social. Lo más importante fue el establecimiento de la jornada laboral de ocho horas, la prolongación de los contratos de arrendamiento de tierras y utilización de braceros locales. Para intervenir en conflictos laborales se establecen los jurados mixtos (obreros y empresarios).
  • En el ámbito Territorial. El 9 de septiembre de 1932, Manuel Azaña forzó la aprobación del Estatuto de Cataluña. En su defensa pronunció uno de sus más brillantes discursos que consiguió arrancar de los diputados el voto favorable al Estatuto. En el País Vasco no se aprobó el Estatuto merced a la división de sus habitantes.

Esta política reformista provoca la oposición de los grupos privilegiados, que ven peligrar su predominio político, económico y social. Las reformas fracasaron por su lentitud, por la influencia de la crisis económica de 1929, por la oposición de los terratenientes y de la Iglesia, la conflictividad social (sobre todo de anarquistas y jornaleros socialistas –FTT o Federación de Trabajadores de la Tierra-), y la oposición de los militares africanistas (fallido golpe de estado del general José Sanjurjo en Sevilla, 1932).

 

4.3. La Constitución de 1931

Esta Constitución es la 6ª aprobada en España. El texto fue elaborado por una comisión presidida por el socialista y catedrático de Derecho Penal Luis Jiménez de Asúa, generando su elaboración fuertes tensiones especialmente por el tema religioso, tanto en la Cámara como en la calle. Se aprueba el texto definitivo en diciembre de 1931 sin ningún voto en contra, aunque cerca de un centenar de diputados se ausentó de la votación.

Características principales: tiene gran extensión y detallismo (125 artículos agrupados en nueve títulos y dos Disposiciones Transitorias). Es de un fuerte carácter democrático y progresista así como de un contenido eminentemente social. Lo más significativo hace referencia a la subordinación de la propiedad al interés general, la definición de España como República de Trabajadores, el laicismo, una única cámara como poder legislativo, las funciones del gobierno, el sufragio universal masculino y femenino, las amplias libertades individuales, la abolición de la pena de muerte, el derecho a la autonomía en el marco de un “estado integral” (soberanía y estado central), la existencia de un Tribunal de Garantías Constitucionales, la Diputación Permanente de las Cortes, y el nombramiento mixto del Presidente (las Cortes junto a los Compromisarios, elegidos popularmente).

 

4.4. El bienio radical-cedista o contrarreformador

A partir de 1932 las derechas se reagrupan en la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), dirigida por José Mª Gil Robles y que defendía una vía posibilista de acceso al poder para frenar las reformas. Más a su derecha se encuentran los alfonsinos, los carlistas y los primeros grupos fascistas (el más exitoso será Falange Española).

El gobierno cae en 1933 como consecuencia de la conflictividad social (sucesos de Casas Viejas, radicalismo proletario, acciones violentas de Falange…) y de la división entre republicanos y socialistas, convocándose elecciones para el 1 de noviembre de 1933.

En estas elecciones el triunfo por mayoría simple es de la CEDA, seguida del PRR de Alejandro Lerroux, favorecido por la desilusión de las bases izquierdistas, la abstención anarquista, el voto femenino y la reorganización de la derecha.

El Gobierno será presidido por Lerroux y apoyado por la CEDA, aunque sin contar con ministros. Se suspenden las medidas reformistas del bienio anterior y se van polarizando las posturas políticas.

La izquierda considera a la CEDA como un instrumento del fascismo, por lo que ante la entrada en el gobierno de tres ministros cedistas (entre ellos el propio Gil Robles) alienta y provoca una revolución armada que estalla en octubre de 1934 en Asturias (socialistas y anarquistas) que es sofocada por el ejército de Marruecos dirigido por el general Francisco Franco, y en Cataluña (Lluis Companys, presidente de la Generalitat, proclama el estado catalán, pero es fácilmente derrotado por la falta de apoyo de la CNT-sindicato anarquista). En el resto de España los socialistas declaran una huelga general, pero fracasan por su mala preparación y la falta de apoyo anarquista.

Al mismo tiempo asistimos a la radicalización de la derecha en torno a Falange Española (partido fascista fundado por José Antonio Primo de Rivera en 1933) y Renovación Española (partido monárquico totalitario en el que destaca José Calvo Sotelo).

El gobierno cae por la descomposición del PRR de Lerroux debido al escándalo del estraperlo (ruletas amañadas). Se nombra presidente del gobierno a Manuel Portela Valladares, que convoca elecciones para febrero de 1936.

 

4.5. La Revolución de Octubre de 1934

La Revolución de Octubre de 1934, también conocida como la Revolución de Asturias, fue un movimiento revolucionario que estalló en España durante la Segunda República, principalmente en Asturias, como respuesta a la entrada de tres ministros de la CEDA en el gobierno de Alejandro Lerroux. Este evento desencadenó una huelga general y enfrentamientos armados, resultando en una represión sangrienta por parte del gobierno.

A.- Causas:

  • La entrada de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) en el gobierno de Alejandro Lerroux alarmó a la izquierda española, que temía un retroceso en las reformas sociales y políticas de la República.
  • La Alianza Obrera, una coalición de sindicatos y partidos de izquierda, decidió organizar una huelga general como respuesta a la situación política.
  • La FNTT (Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra) también se pronunció a favor de la huelga, aunque la UGT (Unión General de Trabajadores) dudaba de su éxito.
  • La represión del gobierno, especialmente del ministro de Gobernación, Salazar Alonso, contra los sindicatos y líderes de izquierda, exacerbó la tensión y llevó a la radicalización del movimiento.

B.- Desarrollo:

  • La huelga general comenzó el 5 de octubre de 1934 y se extendió por varias regiones, aunque con mayor intensidad en Asturias.
  • En Asturias, la Alianza Obrera tomó el control de varias localidades, especialmente en la cuenca minera, y se enfrentó a las fuerzas del orden.
  • El gobierno envió tropas, incluyendo unidades africanas, para sofocar la rebelión, lo que desencadenó una represión violenta.
  • La Cámara Santa de la Catedral de Oviedo y otros edificios históricos fueron dañados o destruidos durante los combates.
  • El 6 de octubre, Lluís Companys, presidente de la Generalidad de Cataluña, proclamó el Estado Catalán dentro de una «República Federal Española», pero fue rápidamente reprimido por el gobierno.

C.- Consecuencias:

  • La revolución fue sofocada con dureza, dejando un saldo de más de 1.500 muertos, principalmente en Asturias, y alrededor de 30.000 detenidos.
  • La represión tuvo un impacto significativo en la vida política y social de España, dejando una profunda cicatriz en la memoria colectiva.
  • Se produjeron detenciones masivas de líderes obreros y sindicalistas, así como la destitución de alcaldes y concejales, conocidos como «desmoches».
  • La revolución de 1934 exacerbó las tensiones políticas y sociales en España, contribuyendo al clima de inestabilidad que desembocaría en la Guerra Civil.

 

4.6. La etapa del Frente Popular

La etapa del Frente Popular en España (febrero-julio de 1936) se refiere al período de gobierno de la coalición de partidos de izquierda tras las elecciones de febrero de 1936, durante la Segunda República Española. Las derechas y el centro se presentaron, en estas elecciones, por separado.

 

1.- Causas:

  • Victoria electoral del Frente Popular: La coalición de partidos de izquierda (socialistas, comunistas, republicanos de izquierda, etc.) ganó las elecciones generales de febrero de 1936, marcando un giro a la izquierda en la política española.
  • Descontento social: Existía un profundo malestar social debido a las desigualdades económicas y a la represión de movimientos obreros y campesinos durante gobiernos anteriores.
  • Amenaza del fascismo: El ascenso del fascismo en Europa, especialmente en Italia y Alemania, preocupaba a sectores de la izquierda española, quienes veían en el Frente Popular una herramienta para hacerle frente.
  • División política: La sociedad española estaba profundamente dividida, con una derecha conservadora y católica que veía con temor el ascenso de la izquierda y la posibilidad de reformas radicales.

 

2.- Consecuencias:

  • Reformas: El gobierno del Frente Popular impulsó reformas políticas y sociales, como la amnistía para presos políticos (especialmente a los condenados por la revolución de Asturias), la reforma agraria y la ampliación de la educación pública.
  • Inestabilidad política: El gobierno enfrentó una creciente oposición de la derecha y la Iglesia, así como huelgas y conflictos laborales. Esto generó una profunda división en la sociedad y un aumento de la tensión política.
  • Sublevación militar: La tensión política y social culminó con la sublevación militar del 18 de julio de 1936, liderada por el general Franco, dando inicio a la Guerra Civil Española.
  • Guerra Civil: La sublevación militar dividió al país en dos bandos y desencadenó una guerra civil que duró casi tres años y dejó profundas secuelas en la sociedad española.

 

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