ORIENTACIÓN: ¿Cómo evitar ser un manojo de nervios en los exámenes de la EBAU (Selectividad)?
Llegan los exámenes de Selectividad y con ellos las mariposas en el estómago. Para la mayoría la cosa no pasa de lo anecdótico, pero para algunos estudiantes la temida selectividad se convierte en un verdadero calvario llegando incluso a sufrir episodios de vómitos o perder el apetito.
La perspectiva de un examen importante puede causar estrés, provocando que liberemos adrenalina. Esta hormona es la responsable de que el cuerpo se ponga en alerta y reaccione más rápido a cualquier desafío, lo cual en principio es bueno para realizar un examen. Pero en una cantidad excesiva puede llegar a crear ansiedad y los síntomas que la acompañan: sudoración, palpitaciones y en el peor de los casos, el bloqueo mental.
Carolina Roca, psicóloga educacional del Colegio Luis Vives cree que lo fundamental para evitar situaciones de estrés al realizar un examen es ir bien preparado: «Si sientes ansiedad seguramente sea porque no has estudiado lo suficiente», considera. Roca recomienda estudiar concienzudamente los meses previos a la Selectividad e ir muy seguro al examen como forma de evitar esos indeseados nervios. Además, la psicóloga recomienda descansar bien la noche antes del examen y evitar acudir en ayunas.
La buena organización debe extenderse además a los preparativos. Carolina Roca recomienda recopilar atentamente todo el material necesario para el examen y repasar los esquemas o resúmenes realizados con las técnicas de estudio.
Pero sobre todo la psicóloga considera que la clave reside en «evitar los pensamientos negativos». Hay que tener en cuenta que esa clase de sentimientos son contagiosos, por lo que Roca aconseja que en la medida de lo posible «no se hable con personas negativas en los momentos previos a realizar la prueba».
El problema es que hay personas que incluso teniendo en cuenta estas consideraciones, por una baja autoestima son físicamente incapaces de dominar sus nervios. En esos casos, Carolina Roca recomienda asumir que «solos no podemos» y pedir «ayuda de carácter clínico y terapéutico».
Por extrema que sea la situación, Roca no es partidaria de acudir a los químicos y recomienda afrontar esos nervios con soluciones naturales como «la valeriana o la tila» o en su caso realizar ejercicios de relajación.
En el examen y después
Ya dentro del examen la psicóloga aconseja serenarse y leerse las preguntas con detenimiento. «No hay que desesperarse si vemos que no sabemos alguna pregunta. Lo mejor es comenzar con las preguntas que mejor nos sabemos y regresar a las que no nos sabemos una vez contestadas las demás».
Después del examen, lo mejor para afrontar los siguientes con serenidad es «darse una pequeña recompensa». En ningún caso hay que ponerse a estudiar el siguiente nada más salir ya que «el cerebro necesita descansar».
Fernando Blanco. Tomado de ABC.es