DEBATE 23: a vueltas con Dios
«No obstante, en mi opinión, el mayor obstáculo para su aceptación (de Darwin) no se encuentra en la existencia de dificultad científica alguna, sino más bien en el radical contenido filosófico del mensaje de Darwin, en su desafío a toda una serie de actitudes occidentales muy enraizadas que no estamos todavía dispuestos a abandonar. En primer lugar, Darwin argumenta que la evolución carece de propósito. Cada individuo lucha por incrementar la representación de sus genes en generaciones futuras, y eso es todo. Si el mundo exhibe orden y armonía no es más que el resultado incidental de la persecución por parte de cada individuo de su propio beneficio, la teoría económica de Adam Smith trasplantada a la naturaleza. En segundo lugar, Darwin mantenía que la evolución carece de dirección; no lleva inevitablemente a organismos superiores. Los organismos se limitan a adaptarse mejor a su entorno local y eso es todo. La ‘degeneración’ de un parásito es tan perfecta como los andares de una gacela. En tercer lugar, Darwin aplicó una consistente filosofía materialista a su interpretación de la naturaleza. La materia es la base de toda existencia; la mente, el espíritu, e incluso Dios no son más que palabras que expresan los maravillosos resultados de la complejidad neuronal».
Ciertamente, las teorías evolucionistas y las teorías religiosas son opuestas pero, a mi juicio, complementarias para aquellos que tengamos fe.
La única traba en todo esto es que la religión muchas veces quiere abarcar todos los campos de la vida y no puede ser. La esencia de la religión es un conjunto de valores que nos hacen vivir de manera armoniosa, los cuales están reflejado en Jesús como modelo de conducta (como decía Kant).
Por tanto, al igual que decía Kant, «Caesar non est supra grammaticos» es decir, que cada uno tiene que cumplir su función. El monarca gobernante de un determinado país por ser la máxima autoridad no significa que sepa el que más de gramática.
Con ello, lo que quiero decir es que la religión tiene mucha importancia para aquellos que somos creyentes pero cuidado cumple su función y no puede abarcar todos los campos. Por ello, la ciencia es cosa de científicos como Darwin y no de Jesús.
Asier, estoy de acuerdo contigo pero creo que al igual que la religión ha intentado abarcar todo como tu dices, también la ciencia lo ha intentado muchas veces llegando al punto de decir que Dios no tiene sentido y que por tanto no exite, ya que hoy en dia tenemos formulas y explicaciones para todo tipo de cosas. El famoso físico Stephen Hawkings afirmó el año pasado que Dios no existe en un libro sobre el origen del universo.
Me pregunto: ¿Está bien que se despache la posibilidad de que Dios exista porque podemos explicar las cosas a traves de la ciencia?
Todo esto en un libro que, como he indicado anteriormente, era sobre el origen del universo, origen del cual solo se tienen un grupo de hipotesis y teorias sin pruebas.
Es cierto que la religion a lo largo de la historia ha despreciado la ciencia en demasía pero no por ello habría que hacer lo mismo ahora con la religión.
Como has dicho la ciencia y la religión son complementarias, pero creo que la religión se puede aplicar en todos los campos, no de un modo autoritario, sino de un modo indirecto. ¿Porque una persona no puede tener la presencia de Dios en su vida para todo? Los estudios, el trabajo, la familia, los amigos… Es decir, ¿Solo tenemos que reducir la religion a la iglesia? ¿A la misa dominical o a los templos y cultos que cada uno tenga? ¿Podemos llamar fe a ese estilo de vida?
Joni, estoy de acuerdo contigo en que la religión a lo largo de la historia haya querido eliminar la ciencia y que la ciencia ahora quiera hacer lo propio con la religión sea lamentable.
Pero lo que yo quería decir con lo de que la religión tiene que dedicarse a lo suyo es que si realmente el universo se ha creado por una determinada reacción físico-química, pues se admite y ya está.
¿Qué pasa que si no ha sido Dios el creador del universo ya no tiene ningún sentido la existencia de Dios? PARA NADA.
Y la religión evidentemente es aplicable a todos los ámbitos en el sentido de tener fe y querer actuar siguiendo las pautas que marcaba Jesús, pero no es aplicable para fundamentar y argumentar todo en Dios. Dios puso la primera piedra y a partir de ahí se ha ido creando todo como un efecto dominó. Es decir, que aunque Dios no lo crea todo directamente sí lo hace indirectamente. Se admite y ya está.
Pero lo que no es admisible es que se utilice a Jesús para crear un grupo selecto de personas que tienen la poca vergüenza de hacerse creer que son representantes de Dios en el mundo y chorradas de esas e incluso con ánimo de lucro crean una serie de normas a sus anchas por las que dificultan como les viene en gana la posibilidad de pertenecer a esta ESPECTACULAR y MARAVILLOSA FAMILIA que es la IGLESIA.
Porque Jesús lo único que «legisló» (por decirlo de algún modo) fueron los 10 MANDAMIENTOS. A partir de ahí todo lo que quieran sumarle algunos sinvergüenzas es política totalmente supérflua.
¡Qué interesante sería leer más opiniones! Dos detalles, amigo Asier: importante diferenciar «creación» y «origen» (aplicados al mundo)… Importante tener claro que el profeta de Nazaret fue más allá de los 10 Mandamientos (código Hammurábico, por otra parte): «si quieres ser perfecto deja lo que tienes, dalo a los pobres y ven y sígueme».
De acuerdo, Mitxel, muchas gracias por el matiz. Entonces aclarado esto, lo que está claro es que Dios es el origen de todo pero que la creación no ha sido fruto directo del mismo (pero sí posiblemente indirecto). Jaja te lo comento por alusiones a la clase de Geografía aparcería y arrendamiento; buen paralelismo. (Sé que te ha gustado el paralelismo, Mitxel, jaja).
En cuanto a lo segundo, decirte pues que eso era lo que yo quería decir. Nuestra religión se basa en LA FE, y la fe es seguir lo que dijo Jesús, seguir los 10 mandamientos y seguirlo a él (lo cual hoy día físicamente es imposible hacer, y por ello lo hacemos con el corazón porque Jesús se encuentra en el corazón de todos y cada uno de los creyentes). Por ello, no hay que someterse a muchas normas que «algunos» han querido ir anexionando sin sentido alguno y que impiden en muchas ocasiones poder gozar de la libertad de la que estoy seguro Jesús desea para nosotros.