Peñas Negras acogerá el domingo una jornada de alquimia para lograr hierro en una haizeola
Sin duda, la civilización romana fue en muchos aspectos una gran innovadora de la evolución de usos y maneras de aquellas culturas en las que su presencia se hizo palmaria a lo largo de los tiempos. Sin embargo, cuando llegaron a los territorios de los que hoy consideramos la CAV, los romanos solo pudieron mejorar algunos procesos que los vascos ya desarrollaban de manera eficiente desde el siglo IV antes de Cristo. Es el caso de las haizeolas o ferrerías de monte de las que existen vestigios en más de 350 lugares de Euskadi, de las que 170 aparecen retratadas en Bizkaia gracias a la tesis doctoral de Javier Franco, miembro del equipo de Arqueología Industrial del Museo de la Minería del País Vasco que este domingo llevará a cabo en los aledaños del centro de interpretación de la Ekoetxea de Peñas Negras una demostración de la obtención del hierro con el mineral de Meatzaldea y Enkarterri.
“Estamos hablando de que los romanos llegaron a esta zona minera con gran riqueza de mineral de hierro, pero ellos no fueron los que enseñaron a los lugareños a convertir el mineral en hierro. Ellos ya lo hacían mediante ferrerías de monte en las que aprovechaban los recursos naturales cercanos para hacer alquimia. Esto es, convertir una piedra en un metal del que luego poder elaborar diversas herramientas e incluso armas. Los romanos pudieron mejorar el tipo de hornos en los que se llevaba a cabo esta transformación, pero aquí ya sabían cómo hacerlo”, reseña el paleontólogo industrial de la UPV/EHU, Javier Franco quien reconoce que “a pesar de las modernas tecnologías y los métodos modernos, aún no hemos sido capaces de lograr reproducir el proceso que permitía a nuestros ancestros obtener hierro en aquellas condiciones tan precarias. Hemos llegado a fundir a más de 1.300 grados, pero aún no hemos dado con el proceso de obtención del hierro. Obtenemos agoas o tochos pero no hierro”, explica el especialista que confía en que la prueba que se desarrollará este domingo en Peñas Negras “pueda acercarnos un poco más a ese proceso secular”.
Alquimia
El objetivo de la jornada es reproducir fielmente el trabajo de los antiguos ferrones, conseguir fundir mineral de hierro, y transformarlo en metal. No es una tarea fácil porque deberán alcanzar una temperatura de 1.300 grados centígrados en una instalación rudimentaria, utilizando los conocimientos extraídos de la excavación arqueológica ubicada en las inmediaciones. De lograrlo, será la primera vez en toda Europa.
De ahí la repercusión mundial de este experimento; tanto que incluso la red internacional de museos al aire libre ha mostrado su interés por la experiencia de Ortuella. “Transformar el mineral, que es una piedra en un metal, a través del calor pasando por un horno pues parece sencillo pero es muy difícil lograr la temperatura a la que tiene que fundir el hierro y aquí no se llega a fundir, se hace una reducción más imperfecta pero que también lo hacían entonces así. Es como el secreto del alquimista porque la verdad que esto aún no se ha logrado. Intentamos hacerlo muchos arqueólogos dedicados a la arqueometalurgia en Europa y a mano, porque no estamos metiendo un soplador electrónico ni nada, sino con fuelles como los que aparecen reflejados en documentos del siglo XVII, y no le ha salido a nadie, desde Noruega hasta aquí”, incide Franco al que un pequeño nudo en el estómago le hace presentir que la haizeola de Peñas Negras “pueda estar muy cerca de lograrlo aunque es realmente difícil”, apostilla el investigador que ayer, junto a un colaborador, preparaba de manera delicada el tueste del mineral con leña, paso previo para que la alquimia haga su labor de convertir el mineral en hierro.
Tomado de www.deia.eus