DEBATE 232: El Juez Calatayud (tres interrogantes) (2º de la 3ª Ev.)

¿Cuál es el delito que más cometen los menores durante los meses veraniegos? El maltrato a los padres. Al convivir más los padres con los niños tenemos bastantes casos de agresiones de los hijos a los padres. Además, los calores son muy malos. Los crímenes más sangrientos y violentos ocurren en verano.

¿Algún consejo para evitar que una familia descarrile durante las vacaciones? Si quitas el ‘wifi’ o los móviles a los hijos, cierra con llave el cajón de los cuchillos.

No exagere…No exagero. Ya he tenido algún caso de adolescentes que han apuñalado a sus padres porque les quitaron el wifi. Los móviles y las ‘tabletas’ son una droga. Y no precisamente blanda. Hay menores que sufren ataques de histeria o se autolesionan cuando les confisco el móvil.

 

También te podría gustar...

33 Respuestas

  1. Jone Alonso dice:

    El caso de los jóvenes y las adicciones me parece que es un tema complicado de tratar. Además, la adicción a los teléfonos móviles o a cualquier otro dispositivo que necesite wifi se ve y se vive cada vez más.

    Veo entendible que los padres o los especialistas no sepan del todo cómo actuar ante esta situación, ya que la decisión que tomen acerca de lo más preciado que tienen los jóvenes (sus dispositivos digitales) puede tener una gran repercusión tanto en éstos como en su entorno.

    Por otra parte, si la reacción del hijo/niño en cuestión al quitarle su teléfono móvil es desmesurada, no creo que haya que buscar otra forma de castigarle, sino que habría que proporcionarle ayuda psicológica. Porque ahí ya no sería una simple reacción, eso ya sería un trastorno psicológico, que es lo que suelen desencadenar las adicciones. Y, así como la adicción a las drogas se toma como algo serio, esto también debería tomarse con la misma seriedad puesto que no deja de ser una adicción más.

  2. Mitxel dice:

    Me pregunto: ¿cómo se llega a la adicción?… ¿por generación espontánea? ¿es una cuestión genética?… ¿es un hábito adquirido? ¿cuándo? ¿quién ha proporcionado el primer móvil?…

  3. Aimar Hidalgo Fernandez dice:

    Hoy en día estamos constantemente conectados a internet, en la mayoría de trabajos se ha convertido en una herramienta de trabajo y en mucho en una imprescindible, con la cual hacen todo desde ella. A eso le sumamos que hasta los niños mas pequeños de 2 o 3 años están ya con los móviles mientras comen, pues normal que con 14/15 años tengan problemas de adicción con estos dispositivos.

    En mi opinión, es un error darles el permiso para que usen los teléfonos móviles tan pronto, porque es algo que les engancha muy fácil y el cual luego para quitárselo es muy complicado por la cantidad de cosas que se puede hacer en ellos que te divierten.

    Por otra parte entiendo las posturas de los padres partidarios de dejarles el móvil tan temprano ya que en momentos especiales te dan mucha libertad, momentos como en la espera de una consulta del medico para que los niños no se quejen, en comidas familiares donde no se puede jugar al balón o con las muñecas…

    En este asunto, creo que el teléfono móvil no se puede utilizar como un sustituto de la muñeca y el balón sino una opción, por lo que en el uso excesivo del dispositivo se deberían de tomar medidas..

  4. Juanjo Ramiro Folgado dice:

    El tema de los jóvenes y las adicciones, especialmente a los teléfonos móviles o dispositivos con conexión a internet, me parece que a veces se exagera o se aborda desde una perspectiva alarmista. Si bien es cierto que el uso excesivo de estos dispositivos puede generar preocupación, también hay que tener en cuenta que forman parte de la realidad actual y son herramientas esenciales para la comunicación, el aprendizaje y el entretenimiento. No creo que sea justo demonizarlos ni responsabilizar siempre a los jóvenes de su uso intensivo, ya que en muchos casos es una respuesta natural a un mundo cada vez más digitalizado.

    Además, creo que los padres y especialistas a veces sobrestiman el impacto de quitarles los dispositivos a los jóvenes. Si un adolescente reacciona de manera intensa al perder su teléfono, no necesariamente significa que tenga un trastorno psicológico. Podría ser simplemente una reacción emocional momentánea, propia de la edad y del apego a algo que les conecta con su entorno social. En lugar de buscar ayuda psicológica de inmediato, quizás sería más efectivo establecer límites claros y dialogar con ellos para fomentar un uso responsable.

    Por último, comparar la adicción a los dispositivos con la adicción a las drogas me parece excesivo. Aunque ambas pueden ser problemáticas, no tienen el mismo nivel de gravedad ni las mismas consecuencias. En lugar de tratarlo con la misma seriedad, deberíamos enfocarnos en educar a los jóvenes sobre el equilibrio y el uso consciente de la tecnología, sin caer en alarmismos innecesarios.

  5. Judith Correa dice:

    El tema de la adicción a los dispositivos móviles es bastante complicado y no se puede reducir a una sola causa. Me parece que no se trata de algo que ocurra por «generación espontánea», ni es algo genético necesariamente. Más bien, creo que es un hábito adquirido poco a poco, especialmente cuando los niños están expuestos a la tecnología desde pequeños. Desde el momento en que se les da un móvil o una tablet, empiezan a acostumbrarse a ellos y, sin quererlo, se genera una dependencia.

    Es difícil saber exactamente cuándo empieza esta adicción, pero lo que sí sé es que a medida que los dispositivos se vuelven más accesibles y parte de nuestra vida diaria, los jóvenes se enganchan cada vez más. Además, muchas veces no somos conscientes de que estamos alimentando esa adicción al proporcionarles sus primeros móviles, que con el tiempo se convierten en una herramienta que usan más allá de lo necesario.

    En cuanto a cómo se llega a la adicción, no es un proceso inmediato, sino que va creciendo con el tiempo, a medida que los dispositivos y las redes sociales se convierten en una parte más importante de la vida del joven. Por eso, si un padre decide quitarle el móvil a su hijo y este reacciona de forma extrema, ya no estamos hablando solo de una mala reacción, sino de una dependencia que necesita ser tratada de forma seria, casi como cualquier otra adicción.

  6. Aitor Getino dice:

    Los jóvenes de hoy en día están completamente pendientes de las redes sociales y de los móviles, por ello mismo basan su día a día en estas. Si a estos, que claramente desarrollan adicciones a la larga, se les quita los teléfonos a tiempo se puede llegar a evitar estas situaciones, más aun en épocas como el verano que tienen mucho más tiempo libre. Aunque es cierto que algunos jóvenes no han desarrollado ninguna adicción por el momento, el hecho de al menos restringirles el uso de los teléfonos a un número limitado de horas diarias no esta de más para evitar el futuro desarrollo de estas adicciones, al menos para los menores de edad.

  7. Alain Martinez dice:

    A mi forma de ver la verdad es que en verano hay más roces en casa porque pasamos más tiempo juntos y hace un calor infernal, pero decir que lo más común es que los chavales ataquen a sus padres me parece pasarse. Sí, hay casos, pero no es lo normal.

    Lo del WiFi y los móviles es otro tema. Claro que hay gente enganchada, pero compararlo con una droga dura es exagerado. Si alguien llega a ponerse violento por eso, el problema viene de antes, no solo de la tecnología. En vez de cerrar con llave los cuchillos, mejor enseñar a hablar las cosas y poner normas desde el principio.

  8. Ander Luis Morán dice:

    El juez Cataluña habla sobre la violencia de los hijos hacia los padres, la adicción a la tecnología y la educación de los jóvenes. Es preocupante que en verano aumenten los conflictos en las familias. Los móviles y las tabletas pueden ser un problema si no se usan bien, pero en vez de solo prohibirlos, es mejor enseñar a los jóvenes a usarlos con responsabilidad. También es importante que las familias pasen tiempo juntas y hablen más. Poner normas claras y fomentar el respeto puede ayudar a evitar situaciones de violencia.

  9. Ibai López dice:

    La opinión del juez Calatayud refleja una preocupación legítima sobre el impacto de la tecnología en los jóvenes y sus familias. La adicción a los dispositivos móviles puede causar aislamiento, ansiedad y, en casos extremos, violencia. Las familias deben abordar el uso de la tecnología con responsabilidad, estableciendo límites claros y promoviendo actividades que no involucren pantallas.
    Educar a los menores sobre el uso adecuado de la tecnología es crucial para su desarrollo emocional y social. Además, es importante mantener una comunicación abierta y fomentar la convivencia familiar para evitar que el estrés y las tensiones se agraven durante las vacaciones. La tecnología puede ser una gran herramienta, pero debe ser utilizada con cuidado para evitar consecuencias negativas.

  10. Lucía Bilbao dice:

    La adicción a los dispositivos móviles es un problema complejo que no se debe a una sola causa ni a factores genéticos necesariamente. Es más bien un hábito adquirido, especialmente cuando los niños están expuestos a la tecnología desde pequeños. Al recibir un móvil o una tablet, se familiarizan con ellos y, sin darse cuenta, desarrollan una dependencia.

    Esta adicción se forma gradualmente a medida que los dispositivos se vuelven más accesibles y parte de la vida diaria, lo que lleva a un uso excesivo. Muchas veces fomentamos esta dependencia al darles su primer móvil, sin notar el impacto a largo plazo.

    Cuando un padre retira el móvil y el hijo reacciona de forma exagerada, no es solo una mala actitud, sino una señal de una dependencia que necesita ser tratada con seriedad, como cualquier otra adicción.

  11. Mario Marchidan dice:

    Recientemente se comentan cada vez mas casos de violencia intrafamiliar de hijos a padres (hecho que en generaciones anteriores ocurría de un modo contrario) que puede estar causada, o generalmente está causada, por la educación que los padres dan a los hijos. Desde pequeños reciben una «tableta» por parte de los padres para relajar un poco el ambiente en casa sin tener conciencia sobre posibles consecuencias a futuro.
    Esta conexión con la «tableta» o cualquier otro dispositivo electrónico que reciban crea adicciones que al no ser correctamente tratadas, generan como un «efecto rebote» en su comportamiento de forma muy exagerada.
    Personalmente pienso que hay diversas formas de «relajar» al niño sin involucrar pantallas de por medio, pero ya es cada familia quien decide sobre la educación que su hijo va a recibir, sea la más correcta o no.

  12. Rodrigo dice:

    La adicción a los dispositivos móviles no surge de la nada ni es genética, sino un hábito adquirido desde la infancia. Cuando los niños acceden temprano a la tecnología, se acostumbran y, sin darse cuenta, desarrollan dependencia.

    A medida que los dispositivos se vuelven esenciales en la vida diaria, los jóvenes pasan más tiempo conectados, muchas veces con la influencia involuntaria de los adultos. La adicción no ocurre de inmediato, sino poco a poco, hasta que las redes sociales y el móvil se vuelven indispensables.

    Si un niño reacciona de forma extrema al perder su móvil, no es solo una mala actitud, sino una señal de dependencia que debe tratarse seriamente.

  13. Gaizka Andrés dice:

    Desde mi punto de vista, la violencia filio-parental es un fenómeno que ha ido en aumento y tiene múltiples causas: la falta de límites claros en la educación, la sobreprotección, problemas emocionales o psicológicos en los menores y, en algunos casos, la adicción a la tecnología.

    Es cierto que muchos adolescentes reaccionan de forma desproporcionada cuando se les restringe el uso del móvil o internet, lo que indica una relación de dependencia. Sin embargo, reducir el problema solo a la tecnología puede ser simplista. También influyen el tipo de relación que los padres han construido con sus hijos, la gestión de la autoridad en casa y la educación emocional que han recibido.

    El comentario del juez sobre «cerrar con llave el cajón de los cuchillos» es provocador, pero no del todo infundado si tenemos en cuenta los casos extremos que menciona. Lo preocupante es que esto nos habla de una falta de herramientas emocionales en algunos jóvenes para gestionar la frustración.

  14. Daniel Felice dice:

    El tema de los jóvenes y las adicciones, especialmente a los dispositivos digitales como los teléfonos móviles, es sin duda un asunto complejo y cada vez más común en nuestra sociedad. La dependencia de estos dispositivos se ha vuelto tan intensa que, para muchos jóvenes, son algo esencial en su día a día. Esto hace que los padres y los especialistas se enfrenten a un gran dilema: cómo manejar esta situación sin desencadenar reacciones negativas que puedan afectar tanto al joven como a su entorno familiar.

    Cuando un joven reacciona de manera exagerada al quitarle su teléfono móvil o restringirle el acceso al wifi, no se trata simplemente de una rabieta o un capricho. Esa reacción desmedida puede ser un indicio de un problema más profundo, como una adicción o incluso un trastorno psicológico. En estos casos, no basta con aplicar castigos o medidas restrictivas; lo más adecuado sería buscar ayuda psicológica para abordar la raíz del problema. Al igual que se trata con seriedad la adicción a las drogas, la adicción a los dispositivos digitales también debe tomarse en serio, ya que es una forma de dependencia que puede tener consecuencias graves en la salud mental y emocional de los jóvenes.

  15. Naroa dice:

    Cuando los adolescentes se acostumbran demasiado a la tecnología, pueden volverse muy dependientes, y si de repente se quedan sin móvil o internet, pueden reaccionar con enfado o agresividad. En verano, como tienen más tiempo libre y menos rutina, es más fácil que surjan roces en casa. Para evitar conflictos, es importante establecer normas claras sobre el uso de los dispositivos desde antes, buscar actividades para hacer en familia y enseñarles a manejar mejor sus emociones y frustraciones.

  16. Leire Vera Marauri dice:

    Lo cierto es que hoy en día el uso del móvil o de los dispositivos digitales es muy común desde muy temprana edad, y esta claro que la decisión de proporcionar este tipo de dispositivos es de los padres. Desde mi punto de vistas, son ellos los primeros responsables de poner límites a la hora del uso de esos dispositivos y con ello se podrían evitar problemas. La ausencia de un control parental a ciertas edades puede provocar una adicción, que como cualquier otra, tiene que tratarse de una forma seria y profesional. Yo creo que es un hábito adquirido por la falta de control por parte de los padres. Yo creo que el tema del calor o de la convivencia con los padres quizá lo pueda agravar… Pero el origen de la violencia está claramente vinculada a la falta de límites.

  17. Iker Rey dice:

    En mi opinión, la cuestión de los jóvenes y su relación con la tecnología, particularmente con los smartphones y dispositivos conectados a internet, a menudo se presenta de manera exagerada o alarmista. Si bien es innegable que el uso excesivo puede ser motivo de inquietud, es importante reconocer que estos aparatos son parte integral de nuestra realidad contemporánea y desempeñan un papel fundamental en la comunicación, el aprendizaje y el ocio. Me parece injusto satanizar estos dispositivos o culpar sistemáticamente a los jóvenes por su uso intensivo, ya que en muchos casos es una respuesta lógica a un mundo cada vez más digitalizado.

    Considero que los progenitores y expertos en ocasiones sobrevaloran el impacto de privar a los jóvenes de sus dispositivos. Una reacción intensa de un adolescente al perder su teléfono no implica necesariamente un trastorno psicológico. Podría tratarse simplemente de una respuesta emocional transitoria, característica de su edad y del vínculo con algo que les conecta a su círculo social. En lugar de recurrir inmediatamente a ayuda psicológica, quizás sería más eficaz establecer normas claras y mantener un diálogo abierto para promover un uso responsable.

    Para concluir, equiparar la dependencia a los dispositivos electrónicos con la adicción a las drogas me parece desproporcionado. Aunque ambas situaciones pueden ser problemáticas, no conllevan el mismo nivel de gravedad ni las mismas repercusiones. En vez de abordarlas con idéntica severidad, deberíamos concentrarnos en educar a los jóvenes sobre el equilibrio y el uso consciente de la tecnología, evitando caer en alarmismos innecesarios.

  18. Olatz Moreno dice:

    Me parece muy preocupante que uno de los delitos más frecuentes cometidos por menores durante el verano sea el maltrato hacia los propios padres. Es una realidad que muchas veces se ignora o se minimiza, pero que realmente tiene gran importancia en nuestro país. El aumento de la convivencia durante las vacaciones, junto con la falta de rutinas, el aburrimiento y el uso excesivo de dispositivos electrónicos, puede generar tensiones familiares difíciles de manejar.

    El comentario sobre quitar el wifi y esconder los cuchillos puede sonar extremo, pero evidencia una situación real: la dependencia tecnológica en muchos adolescentes es tan fuerte que la simple idea de desconectarse les genera ansiedad, agresividad o incluso crisis emocionales. No se trata solo de quitarles el móvil, sino de enseñarles desde pequeños a usarlo con responsabilidad y fomentar otras formas de entretenimiento y comunicación.

    Al final, desde mi punto de vista, si ya es demasiado tarde y ya están tan enganchados a los dispositivos, no se trata de prohibir por prohibir, sino de intentar mejorar su educación para intentar reducir esta adicción.

  19. Hodei dice:

    Bajo mi punto de vista, emplear la violencia como consecuencia de quitar a un menor un dispositivo debido a su adicción es algo muy grave. Estos menores no han sido correctamente educados y tienen problemas de adicción graves. No se puede permitir que el uso por ocio de un dispositivo limite el desarrollo correcto del menor. A los menores hay que enseñarles que como usar los dispositivos de forma correcta y establecer unas normas. En caso de desobediencia, el menor pagara sus consecuencias con algun castigo que le haga aprender algo y si se descontrola se le enviara a un psicólogo o a un psiquiatra en casos graves en los que corr peligro la integridad física de alguna persona.

  20. Eneko Ruesgas dice:

    El juez Cataluña habla sobre la violencia de los hijos hacia los padres, la adicción a la tecnología y la educación de los jóvenes. Es preocupante que en verano aumenten los conflictos en las familias. Los móviles y las tabletas pueden ser un problema si no se usan bien, pero en vez de solo prohibirlos, es mejor enseñar a los jóvenes a usarlos con responsabilidad. También es importante que las familias pasen tiempo juntas y hablen más. Poner normas claras y fomentar el respeto puede ayudar a evitar situaciones de violencia.

  21. Joseph Carrasco dice:

    La verdad es que lo que dice el juez Calatayud impacta bastante, pero creo que tiene razón en muchas cosas. Hoy en día hay chavales que no saben vivir sin el móvil o sin internet, y cuando se lo quitan, se descontrolan. Me parece muy fuerte que haya casos de violencia solo por eso, pero también demuestra que algo está fallando en la forma en que se educa.

    Yo pienso que no se trata solo de quitarles el móvil o el wifi, sino de enseñar desde pequeños a usarlo bien y a no depender tanto de él. Porque si no, luego en vacaciones, cuando hay más tiempo libre, pueden pasar cosas muy serias. La familia tiene que poner límites, sí, pero también explicar las cosas y hablar más. No puede ser que un adolescente se ponga agresivo solo por no tener internet. Algo va mal ahí.

  22. Iraia Ventosela dice:

    Es triste, pero no sorprendente, que se den casos así. Y es que, el problema no está solo en los jóvenes, sino en la educación que han recibido y en cómo se les ha entregado un móvil sin límites ni acompañamiento. Hay estudios que revelan que más del 70% de niños menos 12 años ya tienen teléfono móvil, acompañado de una red social en la mayoría de casos. Una atrocidad.

    Cuando algo tan potente como un dispositivo se convierte en una “droga”, sus efectos pueden ser graves, como podemos ver en este caso. Al final, los niños son víctimas de una mala gestión familiar y social que luego, por supuesto, no sirve con quitarles el móvil sin haber trabajado antes la autonomía emocional. Eso sería como apagar una bomba sin saber cómo funciona.

  23. izaro sanchez dice:

    Bajo mi punto de vista, el tema de las adicciones de los jóvenes a las tecnologías es muy preocupante, pero también refleja una realidad que a veces no queremos ver. Creo que hoy en día la mayoría de los jóvenes estamos demasiado enganchados a la tecnología, y eso puede afectar al comportamiento y a la forma de relacionarse con la familia. Sin embargo, me parece alarmante que alguien llegue a agredir a sus padres solo porque le quiten el wifi o el móvil. Eso demuestra que hay una falta de control y de educación desde pequeños.

    Como adolescente, pienso que es importante poner límites desde la infancia y enseñar a los menores a usar la tecnología con responsabilidad. No se trata de prohibir, sino de educar. Si los adolescentes no aprendemos a gestionar la frustración o a respetar las normas, puede llegar a situaciones muy graves. La familia y la escuela son clave en esto, y también nosotros, como jóvenes, debemos ser conscientes del daño que puede causar un mal uso del móvil o de internet.

  24. Mariangel Amaya dice:

    Sinceramente, creo que cuando un joven reacciona con tanta rabia porque le quitan el móvil, el problema va mucho más allá de «estar malcriado». Es una señal de que hay una dependencia grave, como cualquier otra adicción, solo que a veces no se toma en serio porque es algo que usamos todos los días.

    Sobre todo en vacaciones, con los horarios descontrolados y el aumento de tiempo en casa, el móvil se convierte en una vía de escape, y al quitárselo, los jóvenes no saben gestionar la frustración, lo que puede generar reacciones muy intensas.

    Por eso creo que el problema no está completamente en el móvil, sino en cómo se les ha educado a los jóvenes respecto a su uso: si no se les enseña a gestionarlo desde pequeños, se forma una dependencia que luego es difícil de manejar cuando se intenta cortar de golpe.

    Al final, creo que es necesario encontrar un equilibrio, pues no se trata de ser estrictos ni de darles todo lo que piden, sino de acompañarlos en su crecimiento, de enseñarles a manejar sus emociones y a tomar decisiones responsables, para que la tecnología no termine controlando sus vidas ni sus relaciones.

  25. Alba Hernández Goyoaga dice:

    Desde mi punto de vista entiendo lo que quiere decir. Es verdad que muchos jóvenes estamos muy enganchados al móvil. Lo usamos todo el tiempo y, si nos lo quitan, a veces nos enfadamos mucho. En verano, como estamos más tiempo en casa, puede haber más discusiones con los padres.
    Por eso, creo que es importante que la familia en casa hablen y hagan cosas juntos que no tengan que ver con pantallas.

    Pero por otra parte, no todos los adolescentes son así. También se usan para cosas buenas, como hablar con amigos, estudiar o pasar el rato.
    Por lo que lo que hay que hacer es enseñar a usar bien el móvil, no solo prohibirlo.

  26. Jorge Paz dice:

    Es preocupante que actualmente el maltrato hacia los padres por parte de los hijos se convierta en un delito frecuente, ya no solo en verano, sino en el día a día. La convivencia intensa durante muchos días puede aumentar la tensión familiar, pero no puede justificar la violencia. El hecho de que algunos adolescentes lleguen a agredir físicamente a sus padres porque les hayan quitado el móvil o el wifi nos muestra otros problemas, como la adicción a dispositivos electrónicos.

    Para evitar estas situaciones, aunque resulte un tanto difícil, es fundamental establecer límites desde pequeños para evitar estas situaciones. También es importante que, si no hay otra solución, se busque ayuda psicológica para tratar de reducir esa dependencia hacia la tecnología.

  27. WALDO KELLCA dice:

    La adicción es cierto que es malo en todas sus formas, y la adiccion al telefono incluida. La afirmación de que los menores a causa del calor y de la mayor convivencia de sus padres hace que sean mas violentos en mi opinion tiene sentido ya que todos estos factores propician en malas cosas. Sobre la addicion seria bonito que la gente que tiene dependencia a usar esos telefonos busque otras formas de entretenerse y evitar el uso excesivo de ese aparato. Si la addiccion al telefono no es una droga pero actua como si fuera y por ello es peligrosisimo tener una dependencia tan grande a un aparato ya que cuando te lo quitan el mundo se te cae encima e incluso pueden matar para recuperar el objeto al que tienen adiccion. Para mi cualquier adiccion es mala por ello siempre con moderación.

  28. Ander González Juárez dice:

    Hoy en día, el uso elevado móvil es muy común, ya que es un dispositivo que nos llevamos a cualquier lado. El principal problema de esto es que puede generar una adicción, lo que lleva a que se genere dependencia. Además, algunos adolescentes se sienten resguardados y evaden la realidad cuando están con el móvil.
    Una de las causas de esta adicción y dependencia puede ser por dejar a los niños una pantalla demasiado pronto, por ejemplo, cuando son bebes para que dejen de llorar dejarles el móvil para que vean dibujos animados. Por eso, es importante limitar el consumo del móvil, y en todo caso si es necesario, someterse a una «desintoxicación digital».

  29. Ugaitz Préstamo San Cristóbal dice:

    Las adicciones a las pantallas y la necesidad de estar conectados a la red puede generar una fuerte violencia en los y las adolescentes de hoy en día. Esto ha llegado a resultar en casos de maltrato y asesinatos de hijos a padres. Quizá es trabajo de los padres el de controlar desde pequeños a sus hijos y no permitir que basen todo su ocio (incluso si están acompañados) en conectarse a internet. Al fin y al cabo, ¿es lícito que el padre que a su hijo de 2 años le da el móvil para que no moleste, le pida a su hijo de 16 que se desconecte para charlar?

  30. Micaela Capdevila dice:

    Es evidente que la tecnología ha llegado para quedarse, no obstante, el uso de esta debe ser correcta y regulada. En este debate se nos mencionaba el caso de un joven que apuñala a sus padres por quitarle el wifi, en ese acto tan atroz podemos ver la magnitud del problema, es inevitable que las nuevas tecnologías desaparezcan, porque es evidente que es imposible, por ello considero y pienso que es necesario impartir un modo para poder usarlos de manera prudente y no llegar a estas situaciones tan desagradables.

  31. Noa González dice:

    Pienso que los menores, cada vez a una edad más temprana, tienen acceso a dispositivos digitales de los que hacen un uso descontrolado sin una gestión responsable. Así, utilizan los móviles a cada instante, desarrollando una dependencia hacia ellos sin darse cuenta.

    Para muchos, que les quiten el wifi o el teléfono es como quitarles el único medio que tienen para comunicarse o evadirse., y por ello se sienten frustrados. De todas maneras, creo que llegar al punto de agredir a los padres por ello es un hecho realmente extremo y preocupante, empezando por la falta de respeto de usar la violencia y más contra un progenitor.

    Sea cual sea la situación, creo que es muy importante enseñar a los menores a, por una parte, controlar y saber gestionar esos momentos de frustración, y por otra, enseñarles desde pequeños a hacer un uso responsable de la tecnología, proporcionándoles además alternativas para entretenerse. Por ello, pienso que es imprescindible que los adultos estén concienciados para intentar que desde el principio tengan claros los límites, sin esperar a que haya un problema para tratar la situación.

  32. Iraide Baz dice:

    Como se me había pasado hacer el trabajo de los debates y hoy ha pasado algo relacionado con el tema que nos ocupa aprovecho para dar mi opinión al respecto.
    Hoy ha habido un apagón general en varios países, entre ellos España y aun ahora hay sitios donde siguen sin luz, ni wifi, ni internet, ni acceso a llamadas y eso me hace pensar lo dependientes que somos de la tecnología hasta tal punto que nos quedamos paralizados. Eso mismo ocurre desde la infancia, cuando proporcionamos una herramienta que crea adicción a los niños para que no se aburran y no molesten , no nos debería sorprender la reacción en muchos casos desorbitada cuando en determinadas épocas como el verano que es para disfrutar de la familia y del tiempo libre siguen enganchados a esa tecnología que sin ella no saben que hacer. Por lo tanto el control parental es básico y unas normas que hay que cumplir también lo son. Cuando ya ese enganche sobrepasa los limites ,también su reacción al intentar quitarselo sobrepasa los limites de lo normal, y en ese caso necesitan ayuda psicológica para resolver un problema que probablemente lo han provocado, no a propósito por supuesto, los mismos padres.

  33. Daniel Carril Torreiro dice:

    Esto es preocupante, que un hijo sea capaz de hacer daño a un padre por el mero hecho de privarle del uso del teléfono móvil o cualquier otro dispositivo parecido. Los dispositivos digitales son una droga, por desgracia, necesaria en el mundo actual, debido a esto, debe ser regulada desde pequeños para poder evitar cualquier tragedia. Además, regular el uso de estos dispositivos desde pequeño no solo evitarán conflictos, muy posiblemente mejorara las relaciones sociales del individuo al no ser dependiente de las máquinas y tener completa percepción del mundo que lo rodea.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *