CONSULTA: Arte prehistórico

… los objetos más antiguos hechos por el hombre pertenecen al ámbito del utillaje, no del arte. Hay que esperar hasta el Paleolí­tico Superior, 30.000 años a. C., para hallar manifestaciones artí­sticas realizadas sobre soportes no perecederos -hueso, marfil, muros de las cuevas-, y que, por tanto, han llegado hasta nosotros.

El estudio de esta etapa artí­stica es reciente -a partir de la segunda mitad del XIX-, y está sujeto a polémicas y revisiones, en función de nuevos hallazgos e investigaciones.

ARTE PALEOLíTICO (del -30.000 al 8.000).

Se localiza en Eurasia y Europa occidental de forma especial (zona cantabropirenaica) y presenta unos caracteres bastante homogéneos:

Técnicas variadas pero simples: pintura (colores disueltos en grasa), grabado, tallado (con buril de sí­lex), modelado…

Concepto del espacio con total libertad de dirección, carente de marco, pero de ninguna forma caótico o arbitrario. Temática limitada: signos ideomorfos; manos, en positivo o negativo; animales, con predominio de mamí­feros; antropomorfos en menor escala, muy convencionales y con aspecto hí­brido.

Las formas de expresión van del realismo naturalista al idealismo abstracto y geométrico, pero siempre de acuerdo con un «realismo intelectual»: no reflejan lo que los ojos ven, sino lo que la mente sabe.

Su significado responde a un profundo contenido simbólico, que gira en torno a dos ideas: la fertilidad y la procreación, tanto del grupo humano como de los animales.

La función, dadas las circunstancias de la forma de vida, parece ser dominar y sobreponerse al medio, aunque este problema ha sido uno de los más debatidos por los prehistoriadores.

Las manifestaciones son de dos tipos:

  • Arte mueble: figurillas y bastones de mando en hueso o piedra.
  • Arte parietal o rupestre: grabados, pinturas y modelados realizados en el interior de las paredes de cuevas calizas. Sólo aparece en la zona franco-cantábrica.

Es muy difí­cil establecer la cronologí­a, sobre todo en el arte rupestre, que ni siquiera puede ser sometido a la prueba del Carbono 14. La división clásica establece dos ciclos:

A.- Ciclo aurinaco-perigordiense.

En el arte rupestre ha dejado impresiones de manos, signos… y las primeras representaciones figurativas de animales.

La principal manifestación del arte mobiliar son las «Venus», figurillas desnudas, sin rostro y con atributos femeninos muy exagerados.

B.- Ciclo solutrense-magdaleniense.

Representa el apogeo del arte paleolí­tico, con obras más variadas y refinadas y gran dominio de la técnica.

En el arte rupestre encontramos las grandes composiciones en color. También relieves a gran escala.

En el arte mueble abundan pequeños objetos -bastones de mando, propulsores, con grabados delicados y de alta calidad.

EL ARTE NEOLíTICO Y DE LA EDAD DE LOS METALES (del 6.000 al -1.000).

Hacia el 10.000 a. de C. acaba la cultura paleolí­tica, a la par que las glaciaciones, sin dejar herederos directos.

A partir del 8.000 a. d. C. se produce la revolución neolí­tica, que convierte al hombre en productor; aparecen importantes cambios socioeconómicos, religiosos y artí­sticos, que en las artes plásticas se manifiestan en la tendencia al esquematismo.

Desde fines del Neolí­tico, y extendiéndose hacia la Edad de los Metales, hay que señalar el nacimiento de la arquitectura, representada por las construcciones megalí­ticas. Están realizadas con grandes piedras labradas toscamente y responden, al parecer, a un fin religioso y funerario.

Los tipos principales son:

Menhir: un monolito de formas poco precisas y talla tosca.

Cromlech, menhires dispuestos en cí­rculo.

Dolmen, el tipo más frecuente. En su forma más simple son unas losas hincadas verticalmente en el suelo y cubiertas por otra losa horizontal.

El descubrimiento y desarrollo de la metalurgia se da poco después de la revolución neolí­tica. Como esta, tiene su cuna en el Oriente próximo y de allí­ se difunde.

La secuencia evolutiva es: cobre – bronce – hierro, pero la velocidad de la evolución varí­a según las zonas. En algunos puntos coincide ya con el inicio de tiempos históricos.

En el Neolí­tico o Edad del Cobre hay que situar, según Jorda, las pinturas del Levante español (Abrigos de Cogull, Valltorta…).

Se realiza en abrigos rocosos de la zona que va del Sistema Ibérico a las Penibéticas. Es un arte esquemático, de tintas planas y monocromo (rojo o negro). Aparecen hombres, animales y signos, en escenas de carácter narrativo e intención de futuro. Es un arte vital, lleno de inquietud y movimiento, con una perspectiva elemental y ordenación de figuras según esquemas previos.

Durante la Edad del Bronce (2.000 al 1.000 a. de C.) se desarrollan las culturas de Baleares y Cerdeña, con manifestaciones megalí­ticas (talayots, navetas, taulas, nuraghas).

La Edad del Hierro coincide en Europa con épocas plenamente históricas (del 1.000 al 100 a.C.).

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