DEBATE 47: Violencia sexual

violencia-sexualEl juez decretó ayer el ingreso en prisión para dos de los tres jóvenes de 18, 19 y 20 años detenidos por la Ertzaintza como presuntos autores de una agresión sexual cometida sobre una menor de edad la pasada Nochevieja en la capital guipuzcoana. El tercero de los detenidos quedó en libertad. También ayer se informó de la detención en Elgoibar de dos jóvenes de 19 años acusados de sendos intentos de agresión sexual, el primero a una joven a la que siguió hasta el portal de su casa y, el segundo, a una mujer a la que antes habí­a robado la cartera junto a otros dos acompañantes

Se trata de casos de violencia contra las mujeres con el denominador común de que sus autores son hombres muy jóvenes y de que se han cometido de noche o madrugada. Lamentablemente otro rasgo común es que estas agresiones o intentos de agresión sexual se incrementan en fechas en las que un mayor número de jóvenes y adolescentes salen de fiesta o van a bares y discotecas. Los hechos de las últimas semanas parecen indicar que el aumento de actitudes violentas entre los propios jóvenes -lo que se traduce en más peleas y amenazas- lleva también aparejado un incremento en las agresiones de í­ndole sexual. Algunos expertos relacionan estas conductas agresivas con el consumo de alcohol y la falta de control de algunos menores. También creen que el componente sexual tiene que ver con la banalización del sexo y con la escasa capacidad de frustración que muestran los jóvenes en la actualidad.

El psicólogo clí­nico Luis de la Herrán apunta que, «en general se puede decir que las conductas de los adolescentes y de los jóvenes de entre 14 y l9, por poner una franja de edad, están más desinhibidas, también tienen menos capacidad de frustración que hace un tiempo». Tras puntualizar que no ha notado «ni un incremento ni un descenso» de las consultas en las que los adolescentes son ví­ctimas o agresores, De la Herrán señala que hoy en dí­a a los jóvenes se les imponen «unos retos difí­ciles de asumir». «No creo que se trate de que haya un aumento de las agresiones sexuales de jóvenes contra chicas, sino de que en general hay falta de control. En la consulta sí­ percibimos que los jóvenes se controlan menos, pero no podemos pretender que se comporten mejor por miedo al castigo. Lo que hay que hacer es mostrarles las consecuencias de sus actos», concluye el experto.

el alcohol Los textos profesionales dicen que un agresor sexual joven o adolescente es una persona de entre 12 y 18 años que comete cualquier acto de tipo sexual contra la voluntad de la ví­ctima, sin su consentimiento o de una manera agresiva o amenazante. Se estima que aproximadamente el 30% de los delitos de agresión sexual los cometen menores de edad.

El hecho de que muchas de las agresiones sexuales se cometan de noche o madrugada guarda relación, en opinión del catedrático de Sociologí­a Javier Elzo, con el consumo de alcohol. «El alcohol -explica- ayuda a la excitación sexual al tiempo que desfavorece la ejecución del acto, lo que hace que se produzca una agresión que puede ser incluso más fuerte porque no se llega a la satisfacción con la rapidez que se llegarí­a en una situación de no consumo abusivo de alcohol».

Tomado de DEIA

 

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11 Respuestas

  1. Selene García dice:

    Gran parte de estos casos son crí­menes pasionales, siendo el hombre quien agrede a la mujer por no querer seguir con la relación.
    En una sociedad «tan avanzada» como la nuestra y añadiendo que el hombre y la mujer tenemos los mismos derecho, no se deberí­an seguir dando estas situaciones.Durante este comienzo de 2013, ha habido dos casos afortunadamente. Habrá que esperar al 31 de diciembre haber cuantas mujeres inocentes mueren.

    El gran problema de esta situación es que a pesar de existir ayuda como el numero 016 en el cual son atendidas anonimamente, es que las victimas no se atreven a recibir esa ayuda ya que son acosadas por sus parejas dí­a y noche y controladas.

    La extrema violencia en la televisión y/o la vista y recibida en casa, da lugar a estas situaciones.
    En mi opinión, la solución esta en la educación que recibimos aunque nos centremos en el cambio del código penal.

  2. Sergio de la Iglesia dice:

    Creo que el problema fundamental de las agresiones sexuales es el alcohol, nadie debe soportar una agresión así­ o de ningún otro tipo, cuando ocurra algo de este tipo los agredidos deberí­an comunicárselo a sus familiares y estos a la policí­a.
    El problema es el miedo que sufre la gente agredida, por ello lo callan y lo guardan en secreto. Otro de los problemas es la justicia y la manera de condenar a los agresores, por lo que el código debiera de ser revisado. Pero hay que centrarse en especial en la educación que reciben los adolescentes ya sea por parte de los padres como de los centros escolares.

  3. iratxe hernandez dice:

    Para empezar creo que las leyes va siendo hora de que se cambien. Como puede ser posible que un agresor, un violador incluso un asesino estén a los dos dí­as en la calle? O que ni siquiera pisen la cárcel? Es vergonzoso sinceramente, verdaderamente vergonzoso. Son enfermos, personas que psicologicamente no están bien, puede que con rehabilitación se recuperen, si, pero el daño ya esta hecho y eso lo tienen que pagar y bien caro. Puede que sean a si por haber sufrido una infancia difí­cil, por influencia de el alcohol o simplemente por que son malas personas y disfrutan haciendolo, haciendo daño a esas mujeres, pero sea cual sea el motivo no es una justificación. Y si queremos intentar detener este grave y si grave problema. Hay que tomar medidas serias, tajantes. Pero al igual que con los de mas temas que nos rodean. Vivimos en una sociedad en la que si nos damos cuenta nada marcha correctamente, vivimos bajo unas leyes que son inadmisibles, nos toman el pelo por cualquier lado. Mirando a mi alrededor me pregunto: Que son los polí­ticos? Cual es su función? Que hacen ,echar ala gente de su trabajo? De sus casas? Perdonar al que tiene más dinero y le puede asegurar una mejor candidatura? Como se nota que ellos no sufren de dinero, que no les han raptado a una hija o que no han violado a sus propias mujeres. Verí­amos entonces si envueltos en ese pellejo empezarí­an a cambiar tanto ellos, como su moral, como su ego como las leyes por las que nos regimos todos.

  4. mitxel dice:

    Ya veo que «alguna» se enerva con el tema. ¡No es para menos!… Quizá, amiga Iratxe, la responsabilidad no la tengan (ni poco ni mucho) los «polí­ticos» sino la «polí­tica», es decir, la propia «cuidadaní­a» que, a pesar de los pesares, seguimos aceptando algunos comportamientos «juveniles» como si fuesen únicamente «juegos florales»… Un ejemplo, sólo un ejemplo: ¿quién es el majo que «denuncia» las muy prematuras relaciones afectivas existentes hoy en dí­a?… Es muy posible que, con 17-18 años, ya se hayan tenido dos o tres relaciones que lo mismo que han venido se han ido… ¿Ayuda esto a «ser» más respetuso con el otro?…

  5. Vanessa De Arriba López dice:

    Planteamiento del psicólogo es que los jóvenes están desinhibidos, estan faltos de control, tienen menos capacidad de frustración, que se les impone unos «retos difí­ciles de asumir», hay que castigarles porque se han portado mal, la culpa la tiene el alcohol… Mucha palabrerí­a vací­a de significado.

    ¿Qué está pasando no sólo con los jóvenes sino con toda la sociedad para que en este tema de la violencia sexual y en otros asuntos no se tomen las medidas necesarias para reconducir este y otro tipo de comportamientos tan irracionales? Echo de menos soluciones en vez de tanto análisis.

  6. Batirtze Villar dice:

    Las personas que hacen este tipo de agresiones, o cualquier otra deberí­an estar encerradas de por vida. ¿Acaso es normal que obliguen a una mujer a mantener relaciones sexuales con esa persona? ¡Pues claro que no! y en vez de encarcelarles de por vida, en un par de años los sueltan pensando que han recapacitado y no lo volverán a hacer… ¡que ilusos! La justicia no se da cuanta del daño que esta haciendo a la sociedad con sus malos actos y lo peor de todo es que lo pagamos los demás. Y porque el agresor sea menor no tiene porque librarse de la condena, deberí­an de llevarlo a un centro de menores, y de ahí­ a la carcel, aunque yo creo que la mejor opción serí­a la castración, pero no quí­mica como se hace en España, que sea dolorosa, asi sufren un poco, igual que les han echo sufrir a las pobres mujeres que iban caminando por la calle y fueron agredidos por enfermos como ellos.
    Se que es un poco agresivo todo lo que estoy diciendo, pero estos temas no los soporto, encima en los peores casos muchas de estas pobres chicas luego son asesinadas por sus agresores… Y en el caso de Marta del Castillo, los agresores creo recordar que alguno anda suelto todaví­a…

  7. Julen Garcia dice:

    La verdad es que Iratxe tiene razon, los «mandamases» que hacen las leyes no les a pasado nada parecido a eso. Pero si les pasara, esta claro que el culpable pagarí­a, pero si le pasa a una persona de a pie, es probable que no tenga los mismos resultados. Esto se puede apreciar en los casos de corrupción (aunque no sea el tema a tratar). Cierto que el alcohol influye en estos tipos de violencia, pero no solo es eso, alguna frustracion o malestar de la persona también le puede llevar a hacer algo así­. Una persona asi no deberí­a de ir a la cárcel, en mi opinión, deberí­a ser tratada como un enfermo mental, para que casos de este estilo no se produzcan. Si esta persona va a la cárcel por este motivo, volverá a ir por la misma razón.

  8. Julián Alzate dice:

    Me parece totalmente una porquerí­a lo que hacen esas personas con la vida de l@s agredid@s (no solo son mujeres), la desbaratan por completo quitandoles su dignidad como ser humano. Se pueden pensar en muchí­simos castigos como lo han expuesto mis compañeras pero, en mi opinión es la sociedad la que tiene que cambiar primero y darse cuenta de los virus que está fabricando para después exterminarlos por completo. Una persona que se dedica a violar a otra no tiene derecho a ser llamada persona. Con alcohol o sin alcohol, de noche o de dí­a, el o la sin cabeza va a actuar, no creo que importe mucho ese aspecto. Una modificación de las leyes de parte de nuestros mayores virus solo ayudarí­a a que estos mismos las rompieran, demostrando así­ lo poco que les importa el pueblo. Es lamentable la poca importancia que se le da al tema, deberí­a haber primero que todo seguridad que controlara a los mas sospechosos en las zonas de ambiente y después podrí­a haber mas atención por parte de las familias, porque la regla de »en mi familia eso no pasa» parece que últimamente se está rompiendo en muchí­simas de este paí­s.

  9. Laura Armiño dice:

    Pienso que el problema de base está en la educación, en la familia, niños consentidos que se les ha dado de todo ,pero carecen de valores y se han acostumbrado a exigir ,sin que se les pida nada a cambio.
    Su propia frustración, les lleva al alcohol y al consumo de sustancias , que en ciertos momentos, les hacen perder los papeles, pero la ley del menor les ampara y si ahora son maltratadores, por tanto ,como no cambien las leyes, en el futuro serán asesinos.

  10. Maitane Prieto dice:

    Cada dí­a, especialmente los fines de semana, se oye que ha habí­do violaciones, especialmente a chicas jóvenes. Es un tema que viene de largo, pero no se está haciendo nada para pararlo. Se tienen que tomar otras medidas para que esto pare de una vez.
    Es una injusticia que, una vez hechas las violaciones, al dí­a siguiente esas «personas» estén en la calle como si no hubiera pasado nada. ¡Ya va siendo hora de que las leyes cambien! Que parece que les da igual.
    Pienso que otras personas van a la cárcel por motivos mucho menos fuertes, siendo este un asunto muy grave.

  11. Pablo Egido dice:

    Estas consecuencias de agresividad y maltrato pueden estar derivadas, en parte de una mala educación o enseñanza familiar. A su vez, un mal ejemplo de desprecio en el hogar puede ser copiado o captado por el hijo como acto normal en las relaciones sentimentales. Así­, la mezcla de una mala educación, unas cantidades elevadas de alcohol y el conocimiento del adolescente de su impunidad en un juzgado, ya que la justicia española es en mi opinión, de mofa, crean el resultado de actos desenfrenados de violencias y acosos sexuales entre la juventud.
    Desde luego la buena enseñanza y educación para evitar estos problemas comienza en el hogar y desde pequeño. Los padres deben mostrar amor tanto al hijo, como entre ellos. Pero también el colegio debe preocuparse, en parte, de la buena directriz que tomen sus alumnos, y si detectan algun problema, intentar corregirlo cuanto antes.

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