DEBATE 87: La falta de sueño en los jóvenes (1)

asdLa gente joven es especialmente vulnerable a la privación del sueño, y la jornada escolar, sugiere, «deberí­a empezar hacia las 11 de la mañana». Los niños pierden del orden de dos horas de sueño al dí­a, y eso conlleva un peor rendimiento en la escuela, según diversos informes. «Pero si permitiéramos a los alumnos estar más tiempo en la cama sus resultados mejorarí­an del orden del 10%», afirma Kelley.

«Los más pequeños son madrugadores por excelencia, lo que significa que los niños de 10 años –continua–, pueden empezar las clases a las 8.30». En cambio, según van entrando en la adolescencia, añade, «el reloj interno va cambiando, retrasando la hora de inicio del sueño de forma natural. Se acuestan más tarde, porque están además rodeados de información, de tecnologí­a… y su cerebro no puede irse a dormir pronto, ya que sigue muy despierto y trabajando».

Pero por eso mismo necesitan más horas de sueño. Su propuesta pasa por «que los chicos de 16 empiecen a las 10 de la mañana y los de 18, una hora después, esto es, hacia las 11». A su juicio, «dejar que los adolescentes duerman más reducirí­a el número de accidentes que sufren los menores yendo a la escuela debido a la oscuridad, y reducirí­a también el tiempo empleado en el traslado, porque se evitarí­a la hora punta». «Dejando que los adolescentes duerman más, aprenderí­an mejor, y tendrí­amos menos problemas de comportamiento», concluye.

 

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29 Respuestas

  1. Alazne Verdeal dice:

    Una vez habiendo leí­do el texto, tengo que admitir que me sorprende lo que este llega a decir. Como estudiante, siempre he relacionado la falta de sueño con el acostarse a las 12 de la noche, o bien por haberme entretenido con el ordenador o el teléfono o bien por estar estudiando a última hora.

    Pero, por otro lado, el ir al colegio por la mañana (aunque ello implique levantarse a las 7) me resulta una forma bastante útil de aprovechar el dí­a. No hay nada como tomar un poco de café por las mañanas para despertarse. Una vez acabado el dí­a, una siesta de media hora y hacer otras actividades. Si en verdad nos levantásemos a las once, malgastarí­amos nuestro dí­a en la cama y no nos darí­a tiempo para hacer todos los deberes del colegio o de la universidad, estudiar y hacer demás cosas.

    A mi modo de ver, todo está en planificar bien el dí­a, tomar una siesta y dormir los fines de semana.

  2. Sandra Doctor dice:

    La gente se deberí­a levantar nada mas salir el sol sin estar sujetos a horarios. Así­ poder aprovechar la luz solar y el cuerpo se acostumbre a dormir sus ocho horas para no mantenerlo a un horario estricto. Si empezarí­amos a las once, a que hora nos levantarí­amos, a las cuatro? Por las mañanas después de haber dormido las ocho horas de sueño la mente esta mas abierta a recoger más información. El dormir muchas horas al dí­a son muchos dí­as en la vida que se desperdician durmiendo. Igual que las siestas sobre unos veinte minutos son mas efectivas que las de tres horas.

  3. Diego Barba dice:

    En mi opinión, retrasar la hora de entrada al centro no es una forma para que los jóvenes durmamos mas por el simple hecho de que al no tener que madrugar tanto, nos irí­amos a dormir mas tarde, por lo que no solamente perderí­amos las mismas horas de sueño, si no que todo nuestro horario se verí­a alterado.

    Creo que serí­a mas efectivo mentalizarnos para irnos antes a dormir, ya que aunque no tengamos tanto sueño, nos dormiremos antes que si estamos con el móvil o el ordenador (por eso los mas pequeños son mas madrugadores, porque se van a dormir sin rechistar sobre las 10 de la noche).

  4. Eduardo Del Corral dice:

    Tal y como afirma el articulo, la falta de sueño causa estragos en el rendimiento tanto de los estudiantes como en los trabajadores y que con un mejor descanso seguramente los resultados mejorarí­an.
    Pero no estoy completamente de acuerdo con las soluciones que propone el artí­culo.
    Es cierto que si retrasarí­amos el comienzo de las clases, los estudiantes dispondrí­an de más horas de sueño y serí­an más eficientes; pero al retrasar el horario surgirí­an nuevos problemas:

    El primero de ellos es que al retrasar la hora de entrada también se retrasarí­a la hora de salida (siempre y cuando se mantengan las mismas horas lectivas). Por lo tanto, los estudiantes dispondrí­an de menos tiempo por las tardes para practicar algún deporte, estudiar algún idioma, reforzar sus estudios, realizar las tareas del colegio o de casa, estudiar… Puesto que las horas eliminadas que tienen por las tardes son remplazadas por horas de sueño.

    El segundo problema vendrí­a a que seguramente al retrasar todo el horario del estudiante también se retrasarí­a la hora de acostarse. Porque tal y como dice el artí­culo: «rodeados de información, de tecnologí­a… y su cerebro no puede irse a dormir pronto, ya que sigue muy despierto y trabajando».

    Por ello, yo veo inviable el retrasar la hora de entrada al colegio.

    En mi opinión para que los estudiantes no sufrieran esta falta de sueño lo más sencillo y a la vez lo más lógico es que se redujeran esas horas que pasan rodeados de tecnologí­a.

  5. Alexander Moreno dice:

    Estoy de acuerdo con el principio del texto que dice que los jóvenes pierden unas horas de sueño al dí­a, esto ocurre cuando van entrando en la adolescencia porque se van mas tarde a dormir y se siguen despertando pronto para ir a clase. Pero no estoy de acuerdo con la sugerencia de que empiecen mas tarde las clases según la edad que tengan para solucionar este problema, ya que, si desde pequeños se acostumbran a dormir las horas necesarias y a irse a dormir pronto para despertarse con las pilas cargadas, al entrar en la adolescencia no habrí­a problemas con el sueño, y en clase tendrí­an un buen rendimiento.

    Yo creo que la tecnologí­a tiene un gran impacto en los jóvenes hoy en dí­a, y cada vez siendo mas jóvenes empiezan a utilizar estos aparatos, y son una de las razones por las que los adolescentes se distraen de los estudios y no duermen los suficiente por las noches porque se llevan el teléfono móvil a la cama y se quedan despiertos hablando por redes sociales con amigos, viendo ví­deos…

    En conclusión, los dos puntos claves en mi opinión para que los jóvenes tengan mayor rendimiento en clase y que tengan las suficientes horas de sueño es tener una buena organización a lo largo del dí­a para irse pronto a la cama, y mantener la rutina más o menos parecida para que el cuerpo se acostumbre y no tenga que estar adaptándose todo el rato a una rutina nueva.

  6. Janire Martínez dice:

    A pesar de que concuerdo con el texto en cuanto a que las horas de sueño (o la falta de ellas) tienen un impacto directo en el rendimiento de los adolescentes, estoy en contra de la idea de que entrar más tarde serí­a una buena solución.
    Pues en mi opinión en vez de solucionarlo tan solo lo cambia de horario. Si los adolescentes saben que disponen de más tiempo parar dormir, se acostaran más tarde. Así­ mismo, esta demostrado que las horas en las que la mente esta más activa y cuando el cuerpo da el mejor rendimiento es en las primeras horas del dí­a, pues la mente esta despejada.
    Con todo esto no digo que madrugar sea plato de buen gusto, pero creo que merece la pena el sacrificio teniendo en cuenta los beneficios que nos aportará.

  7. Mitxel dice:

    Precisamente el argumento del autor va por ahí­. Si no se duerme lo suficiente… uno no se despierta lo suficientemente preparado para afrontar una jornada laboral.

  8. Mitxel dice:

    ¿Existe en casa alguna normativa que regule el uso de las nuevas tecnologí­as?… ¿Hay algún progenitor que se atreva a entrar en vuestras habitaciones para ver si se duerme o no?

  9. Alain Miranda dice:

    En este texto presentado habla sobre la falta de sueño en los jóvenes, los problemas que causan este hecho y unas posibles soluciones, como es el hecho de empezar las clases mas tarde o acostarse antes , problema que los adolescentes no cumplen por el hecho de la tecnologí­a y comunicación mediante esta.

    En la solución de atrasar el horario de las clases conlleva dos problemas.

    El más obvio es la perdida de tiempo , ya que si las clases comenzaran sobre las 11 , con sus respectivos recreos y tiempos para almorzar , las clases se extenderí­an hasta las 6 de la tarde o mas, dependiendo del curso o centro. Y esta solución trae otro problema, que es la falta de tiempo para realizar actividades o deberes que han mandado , o incluso estudiar para exámenes, llevando a estudiarlo esa mañana que tienen libre, supuesta para dormir.

    Por otro lado , si el principal problema de la falta de sueño en los jóvenes es la hora a la que se acuestan, por causa del uso de ordenadores,móviles…¿Que nos asegura que despertándose aun mas tarde no se irán del mismo modo, mas tarde a dormir?

    Por ello no coincido con la opinión y solución que ofrece el texto y por ello propongo una que, del mismo modo, es de difí­cil realización pero que podrí­a dar sus frutos. Esta solución es el control de los jóvenes y sus aparatos tecnológicos , poniendo un cierto horario en el cual se dejen de utilizar o programarlos de manera que a esa hora se apaguen.

  10. Marina Escribano Alonso dice:

    En muchas ocasiones hemos relacionado las malas notas y el descenso del desempeño de los jóvenes en clase con la falta de sueño, ya que está demostrado por muchos estudios que así­ es. Y relacionamos la falta de sueño con el uso excesivo de las nuevas tecnologí­as. Los jóvenes cada vez pasan más tiempo con el móvil, el ordenador… y muchos se quedan hasta altas horas de la madrugada conectados pese que al dí­a siguiente tengan que madrugar. Pero ¿empezar a las 11 de la mañana es la solución correcta? En mi opinión tan solo retrasarí­an aún más la hora de irse a dormir pues verí­an que tendrí­an más tiempo por la mañana para ello y cogerí­an peores costumbres de las que ya tienen.

    Por lo tanto, no creo que sea la solución correcta pese a que para muchos serí­a una idea tentadora. Pero no solo la falta de sueño es lo que provoca el poco rendimiento en clase, la alimentación, las escasas horas de trabajo y una mala planificación son también causas, así­ que aunque se modificase el horario sin buenas formas de trabajo no se conseguirí­a los resultados que se esperan.

  11. Sara Martín Cajide dice:

    De acuerdo con el texto, creo que una de las cosas más importantes para el buen rendimiento del los estudiantes son las horas de sueño, ya que cuantas mas horas de sueño, más descansados y activos estamos para afrontar el dí­a, y muchos por diferentes razones no duermen lo suficiente .

    Pero me entran dudas en la técnica que se menciona en este texto para solucionar dicho problema, puesto que el horario de irse a dormir se retrasarí­a, como todo en general. Al empezar las clases más tarde, se tendrí­a que retrasar la hora de salida. También las diferentes extraescolares, tiempo de estudio en casa y/o cualquier otro deber fuera del ámbito escolar se verí­a retrasado en el horario.

    Por tanto, la idea de retrasar la hora de entrada en los colegios no la veo factible. Lo único que se me ocurre para mejorar el problema seria reducir los aparatos electrónicos de nuestro entorno e irnos a dormir en cuanto podamos, para poder rendir bien al dí­a siguiente.

  12. Andrea Sánchez dice:

    Coincido con el texto en la falta de sueño en los jóvenes. Los jóvenes hoy en dí­a, tienen una dependencia a las nuevas tecnologí­as y eso les conlleva a usar gran parte de su tiempo de descanso en ellas. Hasta tal punto de que el reloj marca las doce de la madrugada y únicamente les quedan unas siete horas de descanso. Quizás si durmiesen las horas necesarias, tendrí­an una mayor eficacia en el trabajo de clase, y por tanto sus notas se verí­an beneficiadas.

    Sin embargo, no creo que la solución de retrasar el horario de clase sea la correcta. Ya que esto traerí­a los siguientes problemas:

    El principal problema seria que si se retrasa el horario de entrada, el de salida también se retrasarí­a. Y muchos jóvenes emplean sus tardes haciendo diferentes actividades como : deporte, academia, conservatorio… Por ello, estas actividades se verí­an afectadas si los jóvenes no dispondrí­an de la tarde libre.

    El segundo problema seria el `crear´ una sociedad más perezosa. Cuando estos jóvenes serian adultos y tuvieran un empleo ,verí­an un esfuerzo enorme el tener que madrugar y muchos se verí­an incapaces de hacerlo.

    En conclusion, el horario escolar establecido hoy en dí­a me parece el adecuado. Los jóvenes son responsables de sus actos y ninguna progenitor deberí­a controlar sus horas de sueño.

  13. Ander Verdeal dice:

    Yo creo que la falta de sueño perjudica a los adultos y a los pequeños. Los pequeños son madrugadores porque sus padres les obligan a ir pronto a la cama y así­ duermen las horas necesarias, y no están cansados al dí­a siguiente. Tampoco usan tanta tecnologí­a . Los jóvenes si pierden mucho tiempo con los teléfonos y los ordenadores, y no controlan las horas de sueño. No creo que levantarse tarde sea la solución porque al final pierdes horas de la manaña y por la noche van a seguir acostándose tarde.

  14. Mitxel dice:

    Creo que deberí­amos ser un poco más creativos. Es muy fácil detectar el problema (parece que estamos de acuerdo) pero casi nadie da soluciones. Me explico: coincidimos en que los adolescentes no dormí­s lo suficiente a causa del uso de los recursos informáticos. ¿Qué proponéis para solucionar el problema?…

  15. Ainhoa Pesado dice:

    He leí­do todos vuestros comentarios y estoy de acuerdo con la gran mayorí­a de ellos.
    Creo que el artí­culo asusta un poco. Poniéndonos en el caso de que esto fuese así­, el tener una jornada de 11 a 3 del medio dí­a (sin añadir horas lectivas obviamente) implicarí­a que desease no crecer nunca para pasarme toda la vida yendo al colegio, sin empezar la universidad y mucho menos a trabajar. Puesto que soy más de trasnochar y no madrugar vivirí­a en una felicidad plena. Pero una vez bajada de la nube y siendo realista, el artí­culo me parece una locura.
    Como cada uno de nosotros lo puede comprobar diariamente, estaremos de acuerdo en que las 8 de la mañana no es la mejor hora como para razonar un tema de filosofí­a, recordar cualquier concepto de historia, hacer perfectamente una operación matemática, ni si quiera para mantener una conversación con el de al lado sobre cómo ha ido el fin de semana.
    Como bien han dicho anteriormente entrar a las 11 de la mañana implicarí­a alargar la jornada hasta la tarde, quitándonos la opción de aprovechar lo que queda de dí­a para nuestro espacio personal, extra escolares y «hobbies».
    Coincido con vosotros en que los jóvenes tienen una gran dependencia de la tecnologí­a y entre esos jóvenes siendo autocrí­tica e incluyéndome, ya que soy incapaz de mantener el teléfono lejos de mi; pero creo que a estas edades somos lo suficientemente mayorcitos como para ponernos lí­mites y ser conscientes de lo que debemos tener como prioridad.
    Es decir, no creo que se deba implicar una solución general (que nos implique a todos) como propone el artí­culo y tampoco creo que debamos tener un supervisor en casa, no tenemos 10 años. Pienso que cada uno debe ser responsable de uno mismo y tener fuerza de voluntad como para poder obtener lo que nos propongamos o mismamente,resultados propios (no comunes), ya que estamos en el último paso antes de empezar una etapa que requiere madurez, responsabilidad, organización y confianza en uno mismo.

  16. Andrea Díez dice:

    Es evidente que vivimos en un mundo tecnológico donde el uso de ordenadores, móviles, televisión… es habitual en nuestra vida cotidiana y abusamos de los mismos. En muchas ocasiones se adueñan de nuestras vidas y no al contrario. Nos acostamos tarde, debido a distracciones (malos hábitos), que hacen que tengamos falta de sueño y por la mañana nos cueste rendir.

    Respecto a la solución que se propone en el texto, opino que retrasar la hora de entrada a clase no arreglarí­a el problema, ya que al tener la opción de comenzar más tarde, cometerí­amos el mismo error: nos irí­amos más tarde a dormir con lo que el problema continuarí­a. Serí­a como «la pescadilla que se muerde la cola».

    Creo que la solución estarí­a no en variar el horario de entrada, sino nuestros hábitos de vida y organización. Si esto ocurriera aprovecharí­amos más y mejor el tiempo y podrí­amos desempeñar las actividades de cada dí­a con más eficacia y energí­a.

  17. María Casas dice:

    Una vez leí­do el artí­culo debo decir que no estoy de acuerdo en las soluciones que aporta. Es cierto que el dormir más proporcionarí­a un mayor rendimiento en los estudios, pero no por empezar más tarde las clases vamos a descansar más. Llevarí­amos el mismo ritmo que llevamos ahora, solo que con un horario distinto que alterarí­a por completo nuestra vida diaria.

    Tampoco estoy de acuerdo con lo citado en el texto: «Se acuestan más tarde, porque están además rodeados de información, de tecnologí­a… y su cerebro no puede irse a dormir pronto, ya que sigue muy despierto y trabajando».»
    Es verdad que nuestro alrededor está lleno de ‘obstáculos tecnológicos’ como el móvil, el ordenador o la televisión, y digo ‘obstáculos’ porque muchas veces son los que nos impiden irnos a dormir a una hora razonable. Por eso existe la responsabilidad, tanto de nuestros padres como de nosotros mismos. Tal vez un par de años atrás sí­ que debieron echar mano nuestros progenitores, pero a pocos meses de cumplir la mayorí­a de edad creo que es cosa nuestra saber decir que no a ciertas cosas.

    Por lo tanto, considero que nosotros mismos somos los culpables (no siempre) de dormir poco. Algunos jóvenes llevamos una vida más ajetreada que otros, pero siempre y cuando nos organicemos y seamos conscientes de qué es lo que realmente nos conviene, podremos tener buenos resultados en nuestro trabajo independientemente de que empecemos las clases a las 8 o a las 11 de la mañana.

  18. Mitxel dice:

    Pues, ya siento discrepar de casi todos. Si es un hecho que no dormí­s lo suficiente… habrá que concluir que se deba hacer algo porque eso ocurra. Como «nadie» pone orden en casa habrá que hacerlo en los Centros Escolares. Horario: de 11 a 14: 30 y de 15:30 a 18:30… Es el horario más responsable. Siento discrepar pro no es capricho. ¡Menos mal que mi opinión tiene menos valor que un papel en torno a la papelera!

  19. Sheyla Pérez dice:

    Después de haber leí­do el texto junto a los comentarios, en verdad, no creo que la solución que nos da este texto sea la mas correcta. Todos sabemos que vivimos en un mundo donde la tecnologí­a es imprescindible. Y que por ello, pasamos demasiadas horas pegados a la pantalla de un móvil, ordenador…
    En mi opinión, creo que nos deberí­a de dar tiempo a hacer todo, tanto tener tiempo para nuestro desarrollo, para nuestro descanso y para nuestra diversión.
    Aunque a los jóvenes nos cueste despertar a las siete de la mañana, que nos quedarí­amos encantados en la cama, si nos paramos a pensar, tenemos el resto de la tarde libre después de salir de clases para organizarnos a nuestra manera. Sin embargo, si nuestro horario comenzase a las once de la mañana nos tirarí­amos durmiendo lo mas posible y nuestros horarios cambiarí­an totalmente ademas de no tener el mismo tiempo libre. Los dí­as se nos harí­an aun mas cortos.
    Por lo tanto, debo decir que no cambiarí­a el horario que tenemos por ninguno de esos que proponen.

  20. Arrate Caballero dice:

    Personalmente, no creo que retrasar la hora de entrada al colegio sirva de nada. Al fin y al cabo, nosotros decidimos cuánto queremos dormir. Y si dormimos poco es porque así­ lo deseamos.
    Pienso que si nos dijeran de entrar más tarde, el problema serí­a el mismo, ya que nos acostarí­amos más tarde y todo serí­a igual.
    Deberí­amos tener tiempo para todo, para el desarrollo, el descanso, el ocio y el tiempo libre… y creo que no hay mejor manera de aprovechar un dí­a que madrugando y así­ aprovecharlo al máximo.
    Creo que no cambiarí­a mi horario por nada, sinceramente.

  21. Alejandro Jiménez dice:

    Tras una lectura detenida del texto, e incluso con los argumentos propuestos, no estoy de acuerdo con la idea principal de este. A pesar de ello, comparto ciertos puntos en común.

    En primer lugar, el concepto del cambio de horario. Considero que serí­a todo un privilegio el tener algunas horas mas de sueño, sin embargo, las consecuencias en el resto del dí­a serí­an en mi opinión preocupantes, y si bien se ganarí­a de trabajo en clase por una mayor atención, se perderí­a de trabajo en casa,academias,etc. por falta de tiempo.

    Además de esto, opino que la administración de las horas de sueño es una responsabilidad propia. Si realmente alguien quiere esforzarse y obtener buenos resultados en los estudios, es responsable a la hora de lidiar con sus lí­mites y cansancio.

    Como punto final y conclusión, he de admitir que las tecnologí­as son un elemento mas en nuestras rutinas, y que ocupan tiempo, pero también es cierto que son objeto de trabajo, y una vez más es cuestión de organización. En definitiva, un planteamiento demasiado ambicioso desde mi punto de vista.

  22. Maitane Fernández dice:

    He de decir que me sorprende bastante que alguien crea que por levantarnos más tarde vamos a rendir mejor. La falta de sueño está asociada a las horas que dormimos, y no cabe duda que si normalmente nos acostamos a las 12 para levantarnos a las 7, nos acostaremos a las 2 para levantarnos a las 10.
    Personalmente prefiero madrugar, a pesar de lo mucho que cueste, aprovechamos más el dí­a y las horas de clase no se hacen tan pesadas.

    Está en manos de cada uno acostarse a una hora razonable para rendir bien al dí­a siguiente, de lo contrario los que nos perjudicamos somos nosotros mismos. Y si un »obstáculo tecnológico» , ya sea el móvil, el ordenador, la televisión etc, nos quita la hora de sueño, serí­a responsable saber que hay tiempo para todo.

  23. Ainhoa Ozamiz dice:

    No estoy de acuerdo con la idea de retrasar la hora de entrada al colegio hasta las once. Para empezar, serí­a un cambio drástico, pues tendrí­amos que acostumbrarnos a un horario completamente distinto al que estamos acostumbrados. A nuestro cuerpo y mente les tomarí­a meses acostumbrarse a ese nuevo horario, en los cuales nuestro rendimiento académico se verí­a perjudicado.

    Como ya han dicho la mayorí­a de mis compañeros, si se retrasa la hora de entrada a los centros, los alumnos se irán a dormir más tarde, ya que no tienen porque madrugar tanto por las mañanas. Del mismo modo, no nos darí­a tiempo a realizar actividades extraescolares por las tardes, ni siquiera a estudiar. Si nos levantásemos tan pronto como ahora para hacer deberes, no estarí­amos logrando nada nuevo, ya que lo único que cambiarí­a serí­a el horario en el que permanecemos en el colegio.

    La mayorí­a de los comentarios han hablado de las nuevas tecnologí­as como el principal problema que nos impide irnos a dormir a tiempo, sin embargo, yo no estoy del todo de acuerdo con esto, ya que si uno de verdad tiene sueño, se va a dormir, sobre todo si tiene clase al dí­a siguiente. Más bien, considero que el problema serí­a encontrar tiempo por las tardes para hacer deberes y estudiar. Probablemente, no nos quedarí­a otra que hacerlos por la noche, con lo cual terminarí­amos acostándonos muy tarde. Tal vez así­ durmiésemos más, pues podrí­amos levantarnos más tarde, pero, ¿realmente merece la pena? Rotundamente no, ya que perderí­amos todo el dí­a, y solo tendrí­amos tiempo para dormir, ir al colegio y estudiar. Puede que madrugar sea duro y que no durmamos lo suficiente; pero en mi opinión, es mucho más importante tener tiempo suficiente no solo para los asuntos de clase, sino también para nuestros propios asuntos y actividades. Madrugar no es plato de buen gusto, pero merece la pena.

  24. Mitxel dice:

    ¿Cómo solucionamos, entonces, el hecho de que vengáis casi todos los dí­as más dormidos que las «ovejas de mi tí­o Julianí­n»?

  25. Sendoa Sierra dice:

    Yo si estoy de acuerdo, porque los adolescentes e incluyéndome a mi, a las 8 de la mañana no prestamos la atención necesaria para dicha asignatura, pero a partir de las 10 de la mañana ya vamos despertando y vamos captando mas y mas información, por lo que si los horarios de los adolescentes se atrasasen, yo creo que el rendimiento escolar de cada uno de nosotros mejorarí­a drásticamente.
    Por lo que veo soy de los pocos que está de acuerdo antes esta situación pero es que personalmente y bajo todo el respeto del mundo, levantarse a las 8 es un suicidio porque en esta etapa de nuestra vida , donde tenemos claro nuestro futuro, pues deberí­amos acudir a las clases que nos interesasen (obviamente entrando a las 10 de la mañana a clase) porque no se , por ejemplo, un alumno quiere ser biólogo o algo relacionado con esa rama, pues nose que hace estudiando fí­sica por ejemplo, son casos particulares, pero bueno, acabando ya, estoy muy de acuerdo con esta iniciativa que quien sabe se podrá llevar a cabo en unos años, estoy completamente seguro de que se podrán obtener buenos resultados.

  26. Andrea Fernández dice:

    Yo personalmente debo decir que coincido con muchos de mis compañeros. La falta de sueño no está ligada a la hora en la que nos dormimos o nos levantamos, si no a las horas que descansamos en ese espacio de tiempo. Apuesto que muchos de nosotros estarí­amos igual de dormidos y distraí­dos entrando a las 8 de la mañana como si tuviesemos clases hasta la una y cuarto y volviesemos a las 3 para quedarnos dos horas más como hace unos cuantos años. La culpa al fin y al cabo es nuestra y no de los centros puesto que deberí­amos dormir muchas más horas y estar algo más descansados las primeras horas. Si los horarios cambiasen estoy segura de que a más de uno le darí­a más pereza ir al colegio a las 11 de la mañana y salir más tarde que madrugar un poco y salir a un horario razonable.

  27. Fran Lázaro dice:

    Debemos empezar a ser responsables con nuestros horarios de sueño.Empezar las clases sobre las 11 de la mañana no seria nada bueno ya que eso solo nos llevarí­a a estar más cansados al acabar las clases ya que la jornada de trabajo se alargarí­a. Creo que empezar las clases a las 8 de la mañana es una buena idea porque hace que nos acostumbremos para cuando llegue la hora de ir a trabajar.
    En conclusión, el que estemos cansados a las 8 de la mañana es porque no aprovechamos bien nuestro horario de sueño.

  28. Oihane Cearra dice:

    Después de haber leí­do detenidamente el texto debo decir que me sorprende lo dicho en él. Yo soy estudiante y como todos hemos pensado que la falta de sueño es debida a acostarse tarde porque las tareas escolares se han alargado más de lo previsto o porque pasamos tiempo con el teléfono u otras distracciones.
    Por un lado, estoy de acuerdo porque como casi todos mis compañeros cuando entramos a las ocho de la mañana las primeras clases son eternas y casi nunca prestamos atención. Entrando a las once la situación cambiarí­a completamente, estoy segura de que casi todos estarí­amos más despiertos.
    Por otro lado, al entrar más tarde deberí­amos salir más tarde lo que supondrí­a, en mi opinión, que las tardes fueran menos aprovechables. Muchos estudiantes tienen extra escolares y estas ocuparí­an la mayor parte de la tarde por lo que el horario de estudio y trabajo serí­a menor y esto dificultarí­a la planificación semanal.

  29. Claudia Sueiro dice:

    Me sorprende leer lo que este texto nos transmite.

    Pero en mi opinión el hecho de ir por la mañana al colegio es perfecto, se aprovecha más el dí­a, aunque haya que madrugar, y por las tardes se realizarí­an actividades como deportes o se emplearí­a el tiempo para estudiar o realizar trabajos escolares.
    No veo recomendable retrasar la entrada al colegio ya que, esto, atrasarí­a la salida. Si los alumnos sabrí­amos que se entra más tarde nos acabarí­amos durmiendo más tarde, y con esto quiero decir que al final acabarí­a pasando lo mismo.
    Normalmente la falta de sueño está asociada con acostarse tarde, ya sea por estar con el móvil, con el ordenador, por dejar los estudios y trabajos para el último momento y muchos más motivos.
    Tras la dura jornada una siesta de media hora o alrededor no viene nunca mal, ya que para dormir están los fines de semana, los cuales no importa dormir poco y normalmente no nos importa acostarnos más tarde ni llegar más tarde a casa.
    Estoy de acuerdo con que el rendimiento baje, porque si es muy pronto estamos medio dormidos y no nos enteramos de nada, y junto a todo eso todo se nos hace mas pesado y aburrido, lo cual se nos hace más complicado de entender.

    En conclusión, el horario actual está bastante compensado y es adecuado.

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