TEXTO: Discurso de Manuel Azaña sobre el artículo 26 de la Constitución (13-10-1931)
DISCURSO DE MANUEL AZAí‘A SOBRE EL ARTíCULO 26 DE LA CONSTITUCIí“N
«( … ) Me refiero a esto que llaman problema religioso. La premisa de este problema, hoy político, la formulo yo de esta manera: España ha dejado de ser católica. El problema político consiguiente es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e histórica el pueblo español.
Yo no puedo admitir, Sres. Diputados, que a esto se le llame problema religioso. El auténtico problema religioso no puede exceder de los límites de la conciencia personal, porque es en la conciencia personal donde se formula y se responde la pregunta sobre el misterio de nuestro destino. Este es un problema político, de constitución del Estado (…), porque nuestro Estado, (…) excluye toda preocupación ultraterrena y todo cuidado de la fidelidad, y quita a la Iglesia aquel famoso brazo secular que tantos y tan grandes servicios le prestó. Se trata simplemente de organizar el Estado español con sujeción a las premisas que acabo de establecer.
Durante muchos siglos, la actividad especulativa del pensamiento europeo se hizo dentro del Cristianismo, el cual tomó para sí el pensamiento del mundo antiguo y lo adaptó con más o menos fidelidad y congruencia a la fe cristiana; pero también desde hace siglos el pensamiento y la actividad especulativa de Europa han dejado, por lo menos, de ser católicos; todo el movimiento superior de la civilización se hace en contra suya (…)
España era católica en el siglo XVJ, a pesar de que aquí había muchos y muy importantes disidentes, algunos de los cuales son gloria y esplendor de la literatura castellana, y España ha dejado de ser católica, a pesar de que existan ahora muchos millones de españoles católicos, creyentes».
Manuel Azaña. Ministro de la Guerra. Sesión de Cortes. 13 de octubre de 1931.
COMENTARIO
Se nos presenta para comentar un texto que con el título de «Discurso de Manuel Azaña sobre el artículo 26 de la Constitución» nos muestra una de las intervenciones del sr. Azaña ante el Parlamento defendiendo la separación radical de la Iglesia y el Estado. El texto está datado en abril de 1931. La Constitución se aprobó en diciembre del mismo año.
Para realizar el comentario de este texto, procederemos de la siguiente forma: localización del texto, análisis del mismo y contextualización. Finalizaremos con unas breves conclusiones, señalando la importancia que tuvo el texto
1.- LOCALIZACIí“N
- Naturaleza del texto:
– Por su forma: subjetivo (narrativo)
– Por su contenido: político y religioso.
– Por su origen: texto historiográfico.
- Autoría: individual, Manuel Azaña. Fue don Manuel Azaña miembro de Izquierda Republicana. Ostentó cargos de suma importancia durante la II República siendo ministro de la guerra, presidente del Gobierno y presidente la propia República tras la caída de don Niceto Alcalá Zamora.
- Datación: 13 de octubre de 1931.
- Destinatario: público.
2.- ANíLISIS
El tema principal del texto es el problema religioso en España en 1931 visto desde la perspectiva de don Manuel Azaña.
Las ideas principales son:
– La declaración de España como estado laico y no católico.
– La adecuación de España a esta nueva situación.
– El origen del problema.
– La situación pasada y actual de la religión en España.
Cuatro son los puntos fundamentales del discurso.
a) En primer lugar la gravedad de la cuestión. Dice que España ha dejado de ser católica y que este hecho trae consigo un problema político: organizar España de modo que el estado al completo quede adecuado a la nueva situación que se presenta.
b) En segundo lugar, el origen del problema. Manual Azaña no cree que se trate de un problema religioso, ya que la religión tiene su origen en la conciencia de cada persona, que es desde donde se debe dar respuesta a las preguntas relacionadas con ella. Por tanto, cree que el problema es político porque, a partir de ahora, la Iglesia no podrá disponer del Estado para llevar a cabo su misión. Utiliza para ello la tradicional fórmula del Estado como «brazo secular» de la Iglesia.
c) En tercer lugar, el pasado de la cuestión religiosa. Azaña reconoce que durante muchos siglos en Europa, la especulación del pensamiento estuvo ligada al cristianismo, el cual adecuó el pensamiento del mundo antiguo a la fe cristiana; pero al mismo tiempo afirma que todo ese pensamiento no sólo ha dejado de ser católico sino que se hace en «su contra».
d) Insiste, por último, en la misma idea que en el primer párrafo: España, que en otros tiempos fue católica, ha dejado de serlo a pesar de que existan muchos millones de católicos españoles.
3.- CONTEXTUALIZACIí“N
El 14 de abril de 1931 los republicanos tras vencer en las grandes ciudades durante las elecciones municipales, proclaman la Segunda República española de forma unilateral. Ante esta proclamación, el gobierno dimite, las fuerzas del orden no reprimen el levantamiento republicano y el rey Alfonso XIII se exilia a Francia sin renunciar a sus derechos. Tras esto se constituye un Gobierno Provisional formado por los líderes de los partidos firmantes del Pacto de San Sebastián (acuerdo entre republicanos, movimientos obreros, etc. en contra de la dictadura de Primo de Rivera y a favor de la República) cuyo objetivo es gobernar España hasta que se convoquen elecciones generales. Este gobierno se topa con dos graves problemas: la proclamación de la República catalana y la quema de iglesias y conventos que se da por toda España, principalmente en las grandes capitales. Finalmente se convocan elecciones para Cortes Constituyentes para el 28 de junio de 1931. En ellas triunfa una coalición de republicanos y socialistas y se nombra presidente de la República a Niceto Alcalá Zamora.
Las principales reformas llevadas a cabo por el gobierno republicano-socialista fueron: educativas (como la supresión de los centros educativos de la Iglesia en busca de una educación laicista y la apertura de escuelas primarias en todos los pueblos), militares (como la reducción del número de oficiales, el sometimiento a la autoridad civil y la creación de la Guardia de Asalto), agrarias (basadas en la distribución de la propiedad lo cual provocó la oposición de los propietarios; y se vieron afectadas por la falta de presupuesto y los problemas de las ocupaciones de tierras), sociales (como la firma de contratos por arrendamiento o la jornada laboral de 8 horas) y territoriales (concretadas en el establecimiento de Estatutos de Autonomía).
Entre los problemas a los que tuvo que hacer frente este gobierno destacan: la mala situación económica, la conflictividad social (huelgas, manifestaciones…), la unión de las derechas en el partido político CEDA (Confederación Española de Derechas Autonómicas) liderado por José María Gil Robles, el nacimiento del fascismo español (La Falange de José Antonio Primo de Rivera) o «La Sanjurjada» (golpe de estado fallido del general Sanjurjo).
El Gobierno Republicano-socialista aprobó en diciembre de 1931 una Constitución caracterizada por: declarar España un Estado laico y aprobar medidas como el divorcio, el matrimonio civil o la enseñanza laica; separar radicalmente la Iglesia y el Estado; y organizar España como una república unitaria en la que existía la posibilidad de llevar a cabo Estatutos de Autonomía. Los debates previos a su aprobación adquirieron tintes durísimos especialmente cuando se discutió al artículo 26 que hacía referencia a la cuestión religiosa. Entre los diputados que más destacaron por su enemiga antieclesial se sitúa don Manuel Azaña. El texto que comentamos recoge el extracto de una de sus intervenciones.
4.- CONCLUSIONES
Tras haber analizado con detenimiento el texto y haber señalado las aportaciones del mismo, finalizaremos el comentario con unas breves conclusiones:
- El texto analizado hace referencia al agrio debate que mantuvieron los diputados en las Cortes españolas con motivo de la redacción y aprobación del capítulo 26 de la Constitución. Este capítulo hace referencia a la cuestión religiosa.
- En este fragmento de su discurso, Manuel Azaña trata de la gravedad del problema, su origen, la situación pasada de la religión tanto en España como en Europa y la situación actual.
- El argumento que emplea es muy sencillo: España ha dejado de ser católica y, por ello, el Estado (que en otro tiempo actúo al unísono con ella) debe actuar de forma radicalmente diferente. No importa tanto, en esta situación, el número de católicos que existan sino que la religión debe quedar reducida a la conciencia personal.
- Al final fueron asumidos los argumentos de don Manuel Azaña y el artículo se aprobó tal como se proponía. Esta aprobación supuso una polarización no sólo de los Parlamentarios sino del propio País. De hecho el tema religioso estuvo presente no sólo en estos debates sino en todo el transcurrir de la vida española durante muchos años posteriores, incluidos los periodos de la República, la Guerra, la posguerra y el Franquismo.
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Creo que Azaña aparte de ser mal político perdió el poder en las elecciones. Y si lo analizamos bien, España ha dejado de ser católica es una afirmación un tanto arriesgada; ¿a quien o quienes le preguntaron? porque sencillamente España no es solamente el gobierno, los políticos o cuatro gatos… por otra parte creo que seguir el ejemplo de los políticos y las ideas de la II República Española es un camino del todo equivocado, la historia está ahí para ratificar mis creencias.
Estoy cansado de que me digan si debes ser o no religioso, estoy cansado de que me digan si debo ser o no republicano y estoy cansado de que unos cuantos hablen por mi sin atender, tan siquiera, a la más mínima lógica para hacer afirmaciones del todo descabelladas y que se pueden comprobar en la práctica.