HOY DOMINGO: día 10 de Octubre
En todas las Iglesias católicas del mundo (y en países donde no se permiten de forma clandestina) se ha leído en la Eucaristía de hoy el siguiente Evangelio: » En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?»
Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.»
Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.»
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.»
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!».
NOTAS de MITXEL
1.- Hablar HOY de «vida eterna» (especialmente en los mundos juveniles) puede resultar inútil. Si el concepto «futuro» muy poco les dice ¿qué va a sugerirles «eternidad».
2.- El personaje del Evangelio (en otra narración se dice que era un joven), sin embargo, es lo que va demandando: «¿qué haré para heredar la vida eterna?» ¿Qué nos distancia de dicho joven? ¿Acaso no deseamoa ser felices?
3.- Quizá debiéramos pararnos en el concepto «eternidad» y acercarlo un poco más a nuestra comprensóión. ¿Qué os parece si lo traducimos como «calidad» y nos preguntamos «qué debo hacer para tener una mejor felicidad?
4.- La respuesta del maestro Jesús no tiene pérdida: «despréndete de todo aquello que te distrae de tu camino, piensa en los demás y dedica un tiempo a los pobres».