BIOGRAFíA: José Bonaparte

Corti, Córcega 1768 – Florencia 1844

Rey 1808 – 1813

Hermano mayor de Napoleón, inició estudios universitarios en Pisa donde alcanzó el tí­tulo de abogado. En su juventud compartió plenamente el ideario de la Revolución Francesa y colaboró estrechamente con su hermano, siendo nombrado embajador en Parma y Roma durante los años del Consulado. Su labor diplomática se manifestó con éxito en la firma de las paces de Luneville (1801) y Amiens (1802). Durante la era imperial serí­a ampliamente favorecido por su hermano, primero con el nombramiento de rey de Nápoles (1806) y más tarde con la corona de España gracias a las famosas abdicaciones de Bayona, protagonizadas por Carlos IV y su hijo Fernando VII. El 6 de julio de 1808 José era nombrado rey de España y de las Indias, en pleno estallido de la Guerra de la Independencia. Para ganarse el apoyo de los ilustrados españoles -llamados desde ese momento «afrancesados» por su colaboración con el monarca francés- promulgó la Constitución de Bayona, primer texto constitucional español en el que se «concilie la santa y saludable autoridad del soberano con las libertades y privilegios del pueblo» en palabras del propio Napoleón, verdadero artí­fice de la constitución. El apoyo de los «afrancesados» al nuevo monarca será incondicional ya que éstos veí­an una inmejorable oportunidad para continuar con la polí­tica reformista puesta en marcha con Carlos III y que la actitud de Godoy habí­a dejado en papel mojado.
José I nunca contó con el beneplácito popular que pronto buscó un apodo para el monarca extranjero: «Pepe Botella». No se sabe con certeza cuál es el origen de tal apodo. El rey nunca fue aficionado a la bebida. Parece ser que el origen del mote estarí­a en un acontecimiento ocurrido a su llegada a España. El vino para el abastecimiento del convoy que le acompañaba fue robado en las cercaní­as de Calahorra por lo que el Bonaparte ordenó que se requisase en dicha población una importante partida de vino. Este podrí­a ser el germen de la leyenda. En Madrid será también conocido por «Pepe Plazuelas» debido a su polí­tica constructiva, encaminada a hacer de la capital una ciudad de perfecto diseño urbaní­stico.

La labor reformista diseñada por el nuevo monarca y su corte se estrelló con la incapacidad militar de neutralizar a la guerrilla y con la imposibilidad de imponer su autoridad en todo el territorio nacional, enfrentándose con la labor de las Juntas y de las Cortes de Cádiz. A estas cuestiones debemos añadir las dificultades financieras ya que los ingresos eran desviados a la financiación de la maquinaria militar francesa. El poco crédito polí­tico del monarca se resquebrajó en 1810 cuando no pudo hacer frente a los decretos de febrero, por los que las provincias del norte del Ebro se convertí­an en administraciones militares independientes de Madrid.

Se puso al frente de las tropas francesas ese mismo año y dirigió con éxito la ocupación de Andalucí­a pero el posterior desarrollo de la guerra le llevaron a abandonar Madrid, tras la derrota en la batalla de Arapiles, el 22 de julio de 1812. La retirada de Wellington a Portugal permitió a José regresar de manera efí­mera a la capital, abandonándola definitivamente el 23 de marzo de 1813. La derrota en la batalla de Vitoria (13 de junio de 1813) le obligó a abandonar su rico equipaje -el llamado «equipaje del rey José»- compuesto por un buen número de joyas y obras de arte. Se refugió en Francia hasta la caí­da del Imperio, cuando pasó a Estados Unidos. Allí­ residió largo tiempo, beneficiándose del tí­tulo de conde Surville, recibiendo autorización en 1841 para residir en Florencia donde fallecerá en 1844.

http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/personajes/6581.htm

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