Un paseo por los resquicios de la España romana
España cuenta con un pasado romano que todavía hoy se puede contemplar en diferentes estados de conservación. Para poder aprender de esta época y conocer cómo se vivía entonces y los monumentos que han dejado no hay mejor actividad que estar en primera persona en estos lugares que se distribuyen por todo el país y conforman un patrimonio romano sorprendente. Teatros romanos, calzadas, minas, canales y otras estructuras son lo que todavía en la actualidad se puede apreciar de los romanos.
Mérida
Mérida, situada en plena Vía de la Plata, es heredera de su esplendoroso pasado romano. En esta ciudad extremeña destacan el Teatro, el Anfiteatro y el Templo dedicado a la diosa Diana. Es por ello que, la que fue capital de la Lusitania romana, es uno de los conjuntos arqueológicos mejor conservados de España y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Las Médulas
En la provincia de León, concretamente en El Bierzo, se encuentra uno de los parajes naturales que parecen haber sido sacados de otro mundo. Las Médulas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es una de las minas a cielo abierto donde se extraía oro en la época romana. Fue explotada durante más de dos siglos con un sorprendente modo de extracción basado en la fuerza hidráulica.
Es por ello que en los alrededores se pueden visitar los canales de agua que la transportaban hasta esta mina, ejemplo de ello son los Canales Romanos de Cabrera, la comarca contigua a El Bierzo. Desde el mirador de Orellán se puede contemplar la espectacular belleza de este paisaje dominado por la tierra naranja y una vegetación que se deja ver entre las picadas montañas.
Segovia
El monumento romano más conocido en Segovia es el Acueducto de Segovia, uno de los mejores ejemplos del desarrollo de la ingeniería romana. En un estado de conservación espectacular, situado en la plaza del Azoguejo, el Acueducto es uno de los grandes monumentos romanos que prevalecen en España.
Pero Segovia cuenta con más resquicios romanos y por ello ha sido declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Sorprenden el Alcázar o la Catedral, que no dejarán a nadie indiferente. Todo ello sumado a su fantástica gastronomía, en la que resalta el cochinillo asado, convierte a Segovia en una ciudad perfecta para disfrutar de una corta escapada.
Lugo
La muralla romana de Lugo tiene más de diecisiete siglos de historia y todavía hoy se preserva casi intacta. Es la única del mundo que se conserva entera y cuenta con una longitud de más de dos kilómetros y un total de diez puertas. Es posible caminar por toda la circunvalación de lo alto de la muralla y adentrarse en varias de sus torres.
Pese a los estudios que la han tenido como objetivo principal, no se tiene claro qué pretendía defender, ya que su trazado dejaba al descubierto algunas áreas de la ciudad. Una de las leyendas que la envuelve pregona que la muralla se construyó realmente para proteger el “Bosque Sagrado de Augusto”.
Tarragona
En la época romana fue la ciudad de Tarraco, un ejemplo urbanístico para el desarrollo de otras ciudades de Hispania. Hoy en día, Tarragona posee uno de los conjuntos arquitectónicos romanos de mayor valor, en España y en el mundo entero.
Cada mes de mayo se celebra en las calles de la ciudad el Festival Tarraco Viva, en el que se revive la época romana. Las calles se inundan de combates entre gladiadores, recreaciones históricas, conciertos… Además de contemplar su oferta monumental romana, es una ciudad situada en el corazón de la Costa Dorada, ideal para recorrer cualquier parte de Cataluña.
Palencia
En la provincia de Palencia se encuentran las villas romanas de La Tejada y La Olmeda. Se trata de dos asentamientos agrícolas en los que destacan los mosaicos de las estancias donde se muestran escenas mitológicas y otras representaciones. Es posible contemplar un amplio conjunto de estancias decoradas con mosaicos y las provisiones del sistema calefacción, que demuestran el lujo y la comodidad que se disfrutaba en esta parte del Imperio. También se puede ver el yacimiento de la denominada Villa romana del Bajo Imperio, donde hay una gran cantidad de estancias, que parecen ser características de termas de un hospedaje de viajeros de tránsito.
Tomado de www.elespanol.com