DEBATE 238: Cárcel o Servicio (3º de la 1ª Evaluación)

Son llamativas las medidas impuestas, por el juez Calatayud, ante las infracciones de tráfico.

Por conducir un ciclomotor sin seguro o no llevar el casco, varios jóvenes han tenido que hacer un curso completo de seguridad vial.

De la misma manera, un chico que dio positivo en un control de alcoholemia tuvo que padecer en sus propias carnes las consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol al tener que pasarse 24 horas acompañando a un joven tetrapléjico, que había sufrido un accidente de tráfico. Además, tuvo que asistir a la intervención quirúrgica de un accidentado.

Idéntico espíritu educativo tuvo la pena impuesta a un joven de diecisiete años detenido con unas treinta pastillas de éxtasis, que tuvo que cumplir un mes visitando un centro de drogodependientes para comprobar lo duro que era la reinserción de los chicos adictos a las drogas.

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33 Respuestas

  1. Andrea dice:

    Pues la verdad, yo creo que estas medidas me parecen bastante más útiles que simplemente mandar a alguien a la cárcel. Es decir, obligar a los jóvenes a ver de cerca las consecuencias de sus actos, como acompañar a alguien que ha sufrido un accidente o visitar un centro de drogodependientes, hace que realmente entiendan lo que puede pasar. En la cárcel igual aprenden que no pueden saltarse la ley, pero no se dan cuenta del daño que pueden causar. Además, estos castigos “educativos” te pueden hacer reflexionar de verdad y creo que eso puede evitar que vuelvas a cometer el mismo error otra vez. En mi opinión, a mí me gustaría que si cometiera algún error o algún delito asi, tuviera que vivir el daño que puedo causar de forma real, porque creo que solo así se aprende de verdad.

  2. Nerea Molinos dice:

    Sinceramente, me parecen muy acertadas las decisiones del juez Calatayud. En vez de limitarse a castigar, busca que los jóvenes comprendan el impacto real de sus actos. Me gusta que las sanciones no se queden solo en una multa o una charla moral, sino que hagan reflexionar desde la experiencia.

    Pasar un día con alguien que ha sufrido un accidente o convivir con personas que luchan contra las drogas no se olvida fácilmente. Creo que eso enseña mucho más que cualquier castigo tradicional, porque te pone frente a la realidad y te hace pensar antes de volver a actuar igual.

    En mi opinión, la justicia debería apostar más por este tipo de medidas educativas. No se trata de humillar ni de castigar por castigar, sino de aprender y cambiar de verdad. Y eso, al final, es lo que más falta hace.

  3. June Rivas dice:

    En mi opinión, estas sanciones son mucho más efectivas que unos días en la cárcel o una multa en evitar que esas incidencias se vuelvan a repetir. Además, en el caso de las multas, si el que ha cometido el delito es menor, la multa la pagan los padres, por lo cual el joven no sufre ningún tipo de consecuencias. Al final, el joven no aprende y probablemente volverá a delinquir. Este tipo de medidas me parecen especialmente útiles en lo relacionado con la seguridad vial, porque no solo se puede hacer daño a si mismo, si no a los demás.

    Espero que en un futuro estos castigos se hagan más comunes, porque creo que pueden tener muy buenos resultados.

  4. Endika Fernández dice:

    Me parecen muy interesantes las medidas que ha tomado este juez. En vez de castigar a alguien con la cárcel o multas, busca que los jóvenes aprendan de sus errores y entiendan que consecuencias tienen los actos que realizan.

    Por ejemplo, el chico que tuvo que acompañar al joven tetrapléjico comprendió lo grave que es conducir bajo los efectos del alcohol. Además, en el caso del joven con las pastillas de éxtasis, visitar un centro de drogodependientes le habrá hecho ver lo duro que es salir de una adicción.

    En mi opinión, estas medidas son más efectivas que ir a la cárcel o pagar una multa, sobre todo cuando se trata de un joven que puede aprender de sus errores.

  5. Miren Carrasco dice:

    Las medidas impuestas por el juez Calatayud llaman la atención de la sociedad por su enfoque educativo, en lugar de imponer multas o trabajos a la comunidad, buscan que los jóvenes comprendan las consecuencias reales de sus actos. Por ejemplo, conducir una bicicleta sin casco implicará realizar un curso completo de seguridad vial, interiorizando así la importancia de las normas de tráfico.
    De manera similar, un joven que condujo bajo los efectos del alcohol tuvo que acompañar a un tetrapléjico y presenciar una intervención quirúrgica, experimentando en primera persona el impacto de un accidente en la vida de alguien. En los casos relacionados con drogas, un joven detenido con éxtasis pasó un mes en un centro de drogodependientes, comprendiendo así la dificultad de reinsertarse en la sociedad. Creo que estas sanciones son positivas, ya que te hacen aprender realmente y fomentan la responsabilidad y la conciencia.

  6. Nerea Arancón dice:

    En mi opinión, las medidas que pone el juez Calatayud me parecen muy acertadas, porque en vez de castigar simplemente, hace que los jóvenes aprendan de sus errores y sean conscientes de las consecuencias reales de sus actos. Creo que este tipo de sanciones son mucho más educativas que una multa ya que los menores de edad ni siquiera tienen dinero propio y lo estarían pagando sus padres, ya que les hacen reflexionar y cambiar su comportamiento. Además, ayudan a que las personas desarrollen empatía y responsabilidad, algo muy importante para vivir en sociedad.

  7. Naroa Ventosela dice:

    Las medidas que impone el juez Calatayud llaman bastante la atención porque no son los típicos castigos. En lugar de simplemente multar o castigar con trabajos comunitarios sin más, busca que los jóvenes aprendan de verdad lo que puede pasar si no respetan las normas.

    Por ejemplo, hacer que un chico que dio positivo en alcohol acompañe a una persona que quedó tetrapléjica por un accidente es una forma muy directa de hacerle ver las consecuencias reales de sus actos. Lo mismo con el que tenía pastillas de éxtasis, al que mandó a ver de cerca lo difícil que es salir de las drogas.

    Son castigos que enseñan, que hacen pensar. No se trata solo de cumplir una pena, sino de cambiar la forma de ver las cosas. Y seguramente eso tenga mucho más efecto que una simple multa o unos días de servicios sociales.

  8. Jon Velasco Diez dice:

    Las medidas del juez Calatayud me parecen muy acertadas porque no buscan solo castigar, sino hacer que los jóvenes entiendan de verdad las consecuencias de sus actos. En lugar de imponer simples multas, les hace vivir experiencias reales, como acompañar a víctimas de accidentes o visitar centros de drogodependencia. Creo que este tipo de sanciones es mucho más efectivo que una multa o unos días de servicios sociales, ya que deja una huella profunda y hace reflexionar. Al enfrentarse cara a cara con el daño que podrían causar, es más probable que no vuelvan a cometer los mismos errores. En mi opinión, la justicia debería aplicar más medidas como estas, que educan en lugar de limitarse a castigar.

  9. Asier Larrea López dice:

    Las medidas del juez Calatayud son muy acertadas porque no buscan solo castigar, sino enseñar y hacer reflexionar a los jóvenes. En lugar de imponer multas o cárcel, les hace vivir experiencias reales, como acompañar a víctimas de accidentes o visitar centros de drogodependientes, para que comprendan las consecuencias de sus actos.

    Este tipo de sanciones resulta más educativo y efectivo, ya que fomenta la empatía, la responsabilidad y evita que repitan los mismos errores. En definitiva, la justicia debería aplicar más castigos de este tipo, que no solo corrigen, sino que ayudan a aprender y cambiar de verdad.

  10. Aitziber Ipiña Arteta dice:

    Las medidas que aplica el juez Calatayud no suelen ser muy usuales a la hora de hacer un delito y «castigar» a alguien, pero son acertadas y ayudan mucho. En vez de imponer pena de cárcel o multas para que pague, son sometidos a vivir experiencias reales relacionadas con lo que han hecho, como el ejemplo del texto que habla sobre un accidente automovilístico causado por alguien que no iba en condiciones de conducir. Como castigo para el aprendizaje de esa persona, el juez le somete a pasar 24 horas con una persona tetrapléjica que ya había tenido un accidente de tráfico causado por lo mismo.

    En conclusión, las medidas que nos implante el juez Catalayud pueden ser muy útiles para el aprendizaje. En este caso, si se les manda a la cárcel van a estar pensando más en cuánto les queda para salir y no piensan en la consecuencia de su acto. En cambio si les hacen pasar 24 horas con una persona que lo haya sufrido, o que haya pasado por algún caso como su delito, es una manera de reflexión propia y de aprender de los errores que cometemos cuando nos precipitamos de más.

  11. Imanol Villar dice:

    En mi opinión, este tipo de medidas son muy útiles porque enseñan a los jóvenes a entender las consecuencias de sus actos. No se trata solo de castigar, sino de que vivan de cerca lo que puede pasar si conducen borrachos, manejan sin seguridad o consumen drogas. Experiencias como ver a alguien herido o acompañar a personas que han sufrido accidentes ayudan a que reflexionen y cambien su comportamiento.

    Creo que enfrentar la realidad de una manera directa hace que los jóvenes recapaciten sobre sus decisiones. Este tipo de aprendizaje práctico puede ser mucho más efectivo que un simple castigo, porque muestra claramente el daño que ciertas acciones pueden causar y fomenta la responsabilidad.

  12. Jon Sueldia Rey dice:

    En mi opinión las medidas del juez Calatayud son mucho más efectivas y educativas que simplemente mandar a los jóvenes a la cárcel ponerles una multa. Obligarles a vivir de cerca las consecuencias de sus actos, como acompañar a victimas de accidentes o visitar centros de drogodependientes, les permite comprender realmente el daño que han causado. Esto no solo les hace reflexionar sino que también fomenta la empatía y responsabilidad.

    Creo que este tipo de sanciones ayudan a que aprendan de sus errores y reduzcan la probabilidad de volver a cometerlos. La cárcel o una multa pueden enseñar que hay una norma que no se debe romper, pero rara vez hacen que alguien entienda realmente el impacto de sus actos. Por eso considero que la justicia debería apostar más por las medidas educativas como las del juez Calatayud.

  13. ERIK VARONA CAPETILLO dice:

    A mí me parecen muy acertadas las medidas que pone el juez Calatayud porque no solo castigan, también hacen que la gente aprenda de verdad. Por ejemplo, hacer que un chico que condujo borracho pase un día con una persona tetrapléjica que tuvo un accidente me parece una lección muy dura, pero también muy útil. Seguramente después de eso no vuelva a hacerlo.
    Creo que este tipo de castigos son mucho mejores que poner solo una multa o unas horas de trabajo comunitario, porque te hacen ver las consecuencias reales de tus actos. Además, me gusta que el juez busque educar y no solo castigar. Puede que algunas personas piensen que estas medidas son demasiado duras, pero yo creo que a veces hace falta algo fuerte para que la gente cambie. Al final, es una forma de justicia que enseña y hace reflexionar y eso me parece mucho más justo que solo castigar sin aprender nada.

  14. Naroa Valín dice:

    Las medidas impuestas por el juez Calatayud son un ejemplo de justicia educativa. En vez de centrarse únicamente en el castigo, buscan que los jóvenes comprendan las consecuencias reales de sus actos y aprendan de la experiencia, y como resultado, vean la realidad más de cerca. Creo que estas sanciones fomentan la empatía y la responsabilidad, algo que muchas veces no se consigue con penas tradicionales como las multas o la cárcel.

    En definitiva, son medidas ejemplares que combinan justicia y educación, y que podrían ser más eficaces a largo plazo para prevenir futuras infracciones. Espero que se popularicen más.

  15. Ametsa dice:

    Las medidas del juez Calatayud ante las infracciones de tráfico son muy llamativas y diferentes. En lugar de imponer simples multas o sanciones, hace que los jóvenes infractores aprendan de sus errores: algunos deben realizar cursos de seguridad vial, otros acompañar a víctimas de accidentes o visitar centros de drogodependientes.

    Muchos apoyan estas decisiones porque consideran que son educativas y efectivas, ya que ayudan a los jóvenes a tomar conciencia de las consecuencias reales de sus actos y fomentan la empatía y la responsabilidad. Sin embargo, otros las critican por ser demasiado duras o poco comunes, y opinan que pueden afectar emocionalmente a los infractores o no tener siempre el efecto deseado.

    En definitiva, las medidas del juez Calatayud buscan enseñar antes que castigar, y aunque generan debate, su intención es claramente reeducar y prevenir futuros errores.

  16. JUAN ANTONIO YARA dice:

    Personalmente, encuentro estas medidas mucho más efectivas y valiosas que la cárcel en muchos de estos casos. La prisión, si bien necesaria para delitos graves, a menudo falla en el objetivo de la reinserción y la prevención de futuras infracciones en casos donde el problema es la falta de conciencia o responsabilidad. Estas «penas educativas» no solo buscan castigar, sino también enseñar y transformar.
    Creo que la justicia debería explorar más a menudo estas alternativas que apelan a la empatía y a la confrontación directa con las consecuencias de los actos. Obligar a alguien a ver y sentir el daño que podría causar (o ya ha causado) es una lección mucho más profunda que encerrarlo sin más. Por supuesto, no todas las infracciones son aptas para este tipo de medidas, pero en muchos delitos menores y de imprudencia, el enfoque del juez Calatayud parece ser un camino prometedor hacia una justicia más humana y, en última instancia, más eficaz para construir una sociedad más segura y consciente.

  17. Jon Muñoz dice:

    Creo que en muchos casos el servicio comunitario puede ser una mejor opción que la cárcel, sobre todo cuando se trata de jóvenes que cometen errores por falta de madurez. Las experiencias que los hacen enfrentarse a las consecuencias reales de sus actos pueden tener un efecto mucho más educativo que una simple condena. Cumplir una pena ayudando a los demás o viendo de cerca los daños que puede causar una mala decisión puede cambiar la forma de pensar de una persona. La cárcel, en cambio, muchas veces solo castiga sin ofrecer una oportunidad real de aprendizaje o reinserción. Además, el servicio permite reparar en parte el daño causado y devolver algo útil a la sociedad. En mi opinión, debería apostarse más por sanciones que eduquen y ayuden a reflexionar, en lugar de aquellas que solo castigan sin enseñar nada.

  18. Nerea Varela dice:

    En mi opinión, el enfoque del juez Calatayud es muy innovador, ya que en vez de castigar sin influenciar en el infractor, busca un cambio en la mentalidad de los infractores para que se den cuenta que sus acciones tienen consecuencias no solo en ellos sino que también en otras personas. Es obvio que deben tener un castigo, pero es importante utilizar la experiencia propia para concienciar a otras personas y así intentar evitar futuras tragedias que las sanciones son solo económicas.

  19. Iker Albarran dice:

    El uso de estas medidas es mucho más efectivo que mandar a una persona a la cárcel ya que con estas medidas les hacen abrir los ojos y poder ver la realidad de los accidentes, drogas… El uso de esta medida puede legar a ser muy eficaz, sobre todo en los jóvenes, ya que se dan cuenta de las consecuencias que pueden traer ese tipo de actitudes. También es una mejor manera de castigar que la cárcel ya que da una oportunidad de cambiar de mentalidad y la forma en la que actuar. En mi opinión, se deberían tener más en cuenta los castigos con cambio de mentalidad o de actitudes que las condenas sin una mejora de pensamiento o de persona

  20. Nekane Meso dice:

    Las medidas del juez Calatayud son una buena forma de enseñar a los jóvenes las consecuencias de sus actos. A veces no basta con una multa o una sanción, porque eso se olvida rápido. En cambio, vivir de cerca las situaciones que pueden provocar sus errores hace que realmente se den cuenta de lo que implica.
    Me parece una manera muy educativa de castigar, ya que no solo corrige, sino que también ayuda a que las personas cambien su forma de pensar y actúen con más responsabilidad.

  21. Markel Villaverde dice:

    Me parece que las medidas del juez Calatayud son muy acertadas, porque más que castigar, buscan educar y hacer reflexionar a los jóvenes sobre las consecuencias reales de sus actos. Estas sanciones no se limitan a una multa o a un arresto, sino que les permiten ver de cerca el daño que pueden causar la imprudencia o las drogas, lo cual seguramente tiene un efecto más profundo. Es una forma más humana y efectiva de justicia, ya que enseña responsabilidad y conciencia social en lugar de solo imponer castigos.

  22. Unai López dice:

    En mi opinión estas medidas son bastante blandas para un delito tan grande como llevar treinta pastillas de extasis o conducir borracho. Pienso que correcto tendría que haber sido una multa de tráfico para que se conciencie del dinero que vale aunque lo paguen sus padres, todo ello para que se de cuenta del dinero que ha valido su tontería y que no lo vuelva a hacer en un futuro, además de la multa creo que las visitas esos centros son una medida excelentes para darse cuenta de que lo que han hecho tienen grabes consecuencias.

  23. Beñat Monasterio dice:

    Las medidas del juez Calatayud me parecen bastante acertadas, en vez de castigar sin más, intenta que los jóvenes aprendan realmente de sus errores. Por ejemplo, si alguien conduce sin casco o sin cinturón, no solo le multa, sino que le obliga a hacer un curso de seguridad vial. Así entiende mejor los riesgos que estaba corriendo.

    También hay casos más duros, como el del chico que dio positivo en alcohol y tuvo que pasar un día entero con un joven tetrapléjico que tuvo un accidente de tráfico, además de ver una operación de un herido. Eso seguro que le hizo pensar sobre lo que le podría pasar si seguía así. Lo mismo con el que fue pillado con las pastillas de éxtasis. Me parece una forma muy buena de enseñar, porque esas experiencias marcan más que una simple multa o un castigo normal.

  24. Nahia Ruiz dice:

    Las medidas del juez Calatayud llaman mucho la atención porque no se centran en castigar, sino en enseñar. En lugar de poner multas o enviar a los jóvenes a centros de menores, el juez busca que comprendan las consecuencias de sus actos.

    Por ejemplo, algunos chicos que fueron multados por conducir sin casco o sin seguro tuvieron que hacer un curso de seguridad vial para aprender a circular correctamente y evitar accidentes. Otro joven que dio positivo en alcohol tuvo que pasar 24 horas con un chico tetrapléjico que había sufrido un accidente de tráfico, además de asistir a una operación de un herido. Así pudo ver lo grave que puede ser conducir después de beber.

    También hubo un caso de un muchacho de diecisiete años que fue detenido con pastillas de éxtasis. En vez de mandarlo a la cárcel, el juez lo obligó a visitar durante un mes un centro de personas con problemas de drogas. Allí aprendió lo difícil que es dejar una adicción.

    Estas medidas muestran que el juez Calatayud prefiere educar antes que castigar. Su objetivo es que los jóvenes aprendan de sus errores y no vuelvan a cometerlos.

  25. Eneko Andres dice:

    Me parece muy interesante la forma en la que el juez Calatayud aplica la justicia, porque no se limita solo a castigar, sino que intenta enseñar algo a los jóvenes que cometen errores. Creo que este tipo de medidas son mucho más efectivas que simplemente mandar a alguien a la cárcel o ponerle una multa. Cuando una persona ve de cerca las consecuencias reales de sus actos, es más probable que cambie su forma de pensar. Además, estas experiencias pueden ayudar a que los jóvenes tomen conciencia y se responsabilicen de sus decisiones. En mi opinión, la justicia debería ser más educativa y menos punitiva, sobre todo en casos donde todavía hay posibilidad de corregir el camino. Al final, lo importante no es solo castigar, sino lograr que la persona no vuelva a cometer el mismo error.

  26. Aimar García dice:

    Me parece muy acertada la forma en que el juez Calatayud impone este tipo de sanciones. En lugar de castigos tradicionales, opta por medidas educativas que hacen reflexionar de verdad a los jóvenes sobre las consecuencias de sus actos. Creo que enfrentarse directamente a la realidad, como acompañar a una víctima o visitar un centro de rehabilitación, tiene mucho más impacto que pagar una multa. Estas experiencias les enseñan empatía y responsabilidad, algo que difícilmente se olvida.
    Además, este tipo de castigos demuestra que la justicia también puede educar y no solo castigar. Sería positivo que más jueces aplicaran medidas así, porque ayudan a prevenir futuras infracciones. En definitiva, es una forma más humana y efectiva de enseñar valores y respeto hacia los demás.

  27. Lander Suárez dice:

    En mi opinión, las medidas del juez Calatayud son un buen ejemplo de cómo la justicia puede educar en lugar de solo castigar. Hacer que los jóvenes vean las consecuencias reales de sus actos, como acompañar a víctimas de accidentes o visitar centros de drogodependencia, les ayuda a reflexionar y a no repetir los mismos errores. Creo que este tipo de sanciones son más útiles que la cárcel, porque fomentan la empatía y la responsabilidad, y eso tiene un impacto mucho más positivo en la sociedad.

  28. Iker Salas Alonso dice:

    Aunque las medidas tomadas por el juez Calatayud sean extrañas o fuera de lo normal siento que son un buen ejemplo de como para enseñar a la gente a veces hay que salirse de la regla. Ambas medidas que tomo el juez a mi parecer fueron mejor escarmiento que una simple multa encima si le añadimos el factor de los medios de comunicación seguramente el veredicto del juez apareció en varias noticias llamando la atención y concienciando a mucha gente. Sobre todo a los mas jóvenes

  29. Alejandro Aponte dice:

    Se considera que las medidas impuestas por el juez Calatayud representan un enfoque educativo y reflexivo frente a las infracciones de tráfico y el consumo de drogas. Al obligar a los jóvenes a experimentar de manera directa las consecuencias de sus acciones, se busca que desarrollen un sentido de responsabilidad y conciencia social más profundo que el que podrían adquirir con sanciones tradicionales. Estas acciones permiten que comprendan los riesgos reales asociados a conducir bajo los efectos del alcohol, no usar casco o consumir drogas, al tiempo que fomentan la empatía hacia quienes sufren las consecuencias de estos comportamientos. Este tipo de medidas refuerza la idea de que la educación y la experiencia pueden ser herramientas más efectivas que el castigo en la prevención de conductas de riesgo.

  30. Iraia Polo dice:

    El texto habla de las medidas que pone el juez Calatayud cuando algunos jóvenes cometen infracciones, sobre todo de tráfico. En vez de castigos normales, usa penas más educativas: como hacer cursos de seguridad vial por conducir sin casco, o convivir 24 horas con un chico tetrapléjico para que alguien que dio positivo en alcohol vea de verdad las consecuencias de conducir así. También menciona a un joven con pastillas de éxtasis, que tuvo que pasar un mes visitando un centro de drogodependientes para entender lo duro que es salir de una adicción.

    En mi opinión, estas medidas son fuertes, pero ayudan a que la gente sea consciente de lo que puede pasar de verdad. Más que un castigo, buscan que aprendan y no vuelvan a repetirlo, lo cual me parece más útil que solo poner una multa o sanción.

  31. Udane De Fuentes dice:

    El texto presenta una forma alternativa de sancionar las infracciones, centrada en la educación y la concienciación más que en el castigo. Las medidas impuestas por el juez Calatayud destacan por su carácter pedagógico, ya que buscan que los jóvenes comprendan las consecuencias reales de sus actos y tomen conciencia del daño que pueden causar.
    Estas sanciones, basadas en el servicio y la experiencia directa, resultan más efectivas que las penas tradicionales, puesto que promueven la responsabilidad y la empatía. En lugar de encarcelar o multar, se ofrece la posibilidad de aprender a través del contacto con las víctimas o con situaciones derivadas de los mismos comportamientos que se sancionan.
    En definitiva, el enfoque del juez Calatayud propone una justicia más humana y constructiva, que apuesta por la reinserción y la reflexión personal. Este tipo de medidas no solo castigan la infracción, sino que también contribuyen a formar ciudadanos más conscientes y respetuosos con las normas y con los demás.

  32. Alba Cabezón dice:

    En mi opinión, las medidas del juez Calatayud son una buena idea, ya que permiten a las personas, en este caso a los jovenes, aprender las consecuencias de nuestras acciones. Muchas veces, castigar solo con una multa o con cárcel no cambia la forma de actuar de la gente, pero cuando vives de cerca lo que puede pasar, te das cuenta de lo grave que puede ser.

    Por ejemplo, acompañar a una persona que ha quedado en silla de ruedas por un accidente o visitar un centro de drogodependientes puede hacer que los jóvenes entendamos el daño que provocan algunas de nuestras decisiones. Creo que ese tipo de castigos educativos sirven más que encerrar o multar, porque te hacen reflexionar y madurar.

  33. Eider Fernández Esteban dice:

    Las medidas impuestas por el juez Calatayud resultan interesantes por su enfoque educativo y reparador frente a las infracciones cometidas por jóvenes. En lugar de recurrir únicamente al castigo tradicional, estas sanciones buscan generar una toma de conciencia sobre las consecuencias reales de los actos, ya sea en materia de tráfico o de consumo de sustancias. Este modelo de justicia pone el foco en la prevención y la responsabilidad, permitiendo que los infractores comprendan de forma directa el daño que pueden provocar sus conductas.

    Este tipo de medidas representan una alternativa eficaz para promover la educación y la reinserción. La experiencia demuestra que el aprendizaje de las vivencias puede ser mucho más transformador que la imposición de multas o penas. No solo castigando, sino educando en el proceso.

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