DEBATE 110: Y tú ¿dónde estás? (IV)
«Tengo dos hijas, de 14 y 13 años. Mi hija mayor era lo mejor que te puede tocar, hasta que llegó Facebook a su vida. Es una maniática, no me respeta ni hace caso. Ha tenido problemas en el colegio por esto, porque se bombardearon toda clase de mensajes con insultos. He tenido que ir a reunirme al instituto al borde de denunciar a la otra niña por las amenazas de que la va a matar, venía por aquí a buscarla… Mi hija nunca tuvo la culpa, pero se prestaba a ello porque la otra le mandaba y ella le respondía, se contestaban. El Facebook es lo peor que me ha pasado en la vida de mi hija, es una enferma. Miente más que habla desde que está con eso. Vive y muere por el móvil. Se ha cargado como veinte cargadores porque los lleva en el bolsillo por si se queda sin batería. No lo suelta. Ha suspendido nueve asignaturas. Un día fue a un examen de 1° que tenía pendiente, y se metió en una clase de ordenadores, hizo creer que estaba haciendo el examen. Luego me mandaron una nota diciéndome que no se había presentado. Se inventa que tiene que comprar algo para irse al locutorio y gastarse ahí todo su dinero. Según se levanta ya se conecta y discute con su hermana porque le quita el móvil a la pequeña. Ha llorado lágrimas de sangre ya. Lo más grave es que yo trabajo el día entero y viven solas. El día que yo libro es horrible, y de hecho ya he cortado hasta la línea telefónica para que no pueda conectarse. Aun así me quita mi propio móvil con engaños y presiones. Le he llevado al médico porque ha tenido depresión por el tema del colegio, incluso está medicada. En clase la han rechazado por todo lo del Facebook y se ha visto sola, lo ha pasado mal y ha estado casi un mes entero sin ir a clase. Se metía en la cama llorando y se levantaba llorando, pero aun así no soltaba el Facebook. Es una adicta. Publica todo lo que hace absolutamente, dónde va, lo que hace… Me tiene desesperada, y más por su estado de ánimo. Además me arrastra a la otra niña, porque si su hermana no quería ir al cole ella tampoco. Yo creo que mi hija mayor cambia el móvil por mí. Yo he sufrido mucho también. Se abre el Facebook además a escondidas, me engaña. Además luego es muy boba, y en los datos personales ha puesto hasta el teléfono. Un chico mayor ha contactado con ella, y hasta la ha etiquetado en fotos eróticas. Claro, las repercusiones son para ella porque los amigos lo ven y aunque no lo haga ella parece que tiene algo que ver… Si mi hija ya incluso ha perdido sus aficiones y ni ve la tele».
Tomado de «Enredados» de Margarita Martín. Ediciones San Pablo
Cuando tu perfil de Facebook te importa más que tu propia familia o más bien el mundo real en general tienes un problema. Esta niña necesita tratamiento psicológico ya que antepone su «vida virtual» a todo lo demás además de los serios problemas con sus compañeros. Compartir tus datos por internet es peligroso ya que compartes información con personas que pueden llegar a utilizarla para perjudicarte. Nunca te puedes fiar de un mero perfil ya que es imposible saber quién está detrás de la pantalla. Debemos entender que internet es una plataforma con muchas ventajas por un lado pero también con muchos peligros y es por ello que hay que valerse del espíritu crítico y ser precavidos en las redes. Esta niña necesita ordenar sus prioridades y sólo así podrá volver a estar bien.
Es lamentable leer historias como la de esta familia. Si es verdad que todos tenemos cierta «adicción» con las redes sociales pero ni por asomo llegan a ese límite, aunque siempre tiene que haber casos de todo. Me parece muy triste que una niña de 14 años tenga esa dependencia por Facebook o cualquier otra red social. No dudo que por todo ello lo haya pasado mal y lo siga pasando mal pero al final, por muchos esfuerzos que su madre haga por ella, va a ser la única persona que pueda cambiar esa situación. Cada vez son más los niños que se abren cuentas en redes sociales desde pequeños y aunque muchos padres se las vigilen otros fiándose de ellos se pueden llevar grandes sorpresas en un tiempo. En mi opinión, creo que todo el tema de las redes sociales debería estar más controlado y fijando una edad ( aunque luego tampoco se cumpla) para que los menores no puedan crearse ninguna cuenta.
Voy a mirar este caso desde el punto de vista de la niña y de un poco subjetivo o como creo que el problema es realmente. En mi opinión, el hecho de que se haya vuelto adicta al móvil reside en que la chica utiliza el Facebook para poder conectarse con los que realmente la aprecian.
Aunque estos sean divagaciones y no hay nada claro puede ser que esa al no encontrar amigos en el colegio, los haya buscado por internet ya que algo que proporciona es la comunicación e interacción con demás personas de todo el mundo. Esta chica posiblemente haya encontrado a su grupo el cual haya aceptado y tomado como amiga a esta persona. Puede ser que esta chica necesite realmente el teléfono para desconectarse del mundo y poder hablar con los que la aprecian y comprenden.
Aunque es cierto que podría hablar la situación con sus padres. Con ello igual podría hacer entrar en razón a sus padres y llegar a una solución.
Por otra parte, no voy a echar la culpa de sus malas notas a las redes sociales sino que al acoso escolar o las influencias de las cuales haya conocido por internet. Que haya conocido gente en Facebook que la haga feliz o la comprende no quiere decir que sean siempre buenas personas y no la vayan a convertir en mala persona, pero estas influencias podía encontrarlas en cualquier lado.
Las redes sociales a la vez de dar la libertad de expresión aveces mal entendida nos hace exclavos de las mismas. Nos llega a importar más la opinión de gente que no conocemos que la de la gente que esta al lado y de verdad se preocupa de nosotros y socializa y convive con nosotros.
Vivir dependiendo de las redes supone un grave problema a mucha gente de diferentes edades no sólo es cosa de la adolescencia, llegando a causar graves problemas de autoestima, de dependencia e incluso económicos.
Muchas personas aprovechan el anonimato de los perfiles o perfiles falsos para dar opiniones y hacer comentarios que cara a cara seguro no se atreverian, quienes son los cobardes?
Es cierto que hoy en día es complicado vivir sin redes sociales, pero lo que debemos de hacer es controlar que estas, formen parte de nuestras vidas, sin llegar a tener una adicción, tal y como le ha ocurrido a la protagonista de este debate. Esta niña ha pasado de tener una afición, en la que le puede resultar satisfactorio compartir videos, ver cuantos «me gusta» tiene en sus fotos favoritas, a tener una autentica adicción. Es lamentable que abandone sus tareas y obligaciones diarias para dedicarse en tiempo y alma a algo que lo único que le acarrea, son problemas en su vida y en la forma en la que relaciona con sus amistades.
Está claro que la madre debe tomar cartas en el asunto, tiene que hablar con su hija y hacerle ver el problema que realmente tiene y a partir de ahí, restringir parcialmente o totalmente el uso que hace su hija del movil. Esto no le va a resultar nada fácil, pero aunque en un principio, suponga un gran esfuerzo y tenga que echar alguna que otra lagrima, si no actúa en consecuencia a la larga el problema va a ir a peor.