DEBATE 139: Para qué sirven los exámenes (III de la 2ª evaluación)
Juan vale más que el 0,5 que le han puesto. Vera no es el 8 de la nota. Lara no equivale a un 5 que le costó siete días de estudio. Su hija es más que un 1,6.
Peor que soñar con caer al vacío o con un perseguidor que te iba dando caza, era soñar con los malditos exámenes…
Estabas en clase rodeado de tus compañeros. Leías las preguntas. Te las sabías. Pero nada más ponerte a ello, comenzaba el desastre: la tinta se corría por el papel, las letras bailaban, te agarrabas al bolígrafo como a un mástil en mitad de una tormenta y, cuando había terminado la hora y se confirmaba el suspenso, te despertabas entre sudores pensando que ibas a ser un desgraciado para los restos.
Podríamos decir que la vida es un largo examen que comienza con la prueba del talón el mismo día en que eres parido y que termina con los corrillos en tu propio velatorio. Contigo allí de cuerpo presente. Mientras los asistentes comienzan a ponerte nota sobre lo que hiciste o dejaste de hacer.
Te examinan nada más venir y nada más irte. En la oficina y al llegar a casa. Lo hacen tu jefa y tu madre, el Chartbeat y el cuñado. En Hacienda y en el colegio de tus hijos.
Algunos son exámenes inevitables. Pero ningunos tan injustos y desquiciantes como ciertos exámenes de la escuela. Esos días en que a un chaval que está sin hacer se le pide que lo tenga todo hecho.
No es tanto lo que cae en el examen. Sino lo que exige el que examina al examinador. O sea, los planes de estudio de la Administración.
¿Para qué sirve saber que la capital de Brunei es Bandar Seri Begawan? ¿Es importante conocer que el madrigal combina versos heptasílabos y endecasílabos? ¿Cuánto educa copiar de internet tres párrafos sobre Catalina de Siena y pegarlos en un trabajo? Han de aprenderse el nombre de los ríos, pero ya no se bañan en ninguno. Erradicada la Filosofía, pocos se preguntan por qué. Ni para qué.
¿Para qué sirve un examen entonces? Examinamos porque necesitamos clasificar y etiquetar, porque el sistema quiere las reses marcadas, para uncir a los chavales que nadie doma. Porque nos tranquiliza tasar, empaquetar y segregar.
Venga, no monte una escena por las notas que le van a dar estos días a ese hijo con granos que estudia 3º de ESO.
Sonia no es un 3.
Ni Marcos es un 4,5.
Ni Lucas es un 1 pelado.
Ni Fernanda es un 0 en todo.
La inteligencia y el valor de un chaval -que es un ser humano incalculable- jamás pueden venir determinados por un número.
Tomado de www.elmundo.es
Los exámenes están presentes durante toda nuestra vida, son uno de los métodos principales de evaluación,aunque no siempre sirven para aprender.
La mayoría son injustos, todos tememos que lleguen las fechas de los exámenes, ya que, parte
de nuestra nota final depende de ellos. Por otro lado, ciertos factores como los nervios, el tiempo… pueden influir en la nota.
Desde mi punto de vista, un número no siempre determina al 100% el verdadero conocimiento de los alumnos.
Estoy totalmente de acuerdo con el mensaje del texto. Con los exámenes y las notas se tiende a valorar a los estudiantes y a las personas. Un buen estudiante con 10 en todas las asignaturas no es un 10 como persona y al contrario un mal estudiante no es un 0.
En esta sociedad tenemos que clasificar a todas las personas no solo con los exámenes sino también en la vida adulta. Un trabajador asalariado con un sueldo casi mileurista es menos que un empresario que gana un dineral todos los meses. Las personas se valoran por su dinero, por su nivel social.
El nivel de cada persona no tiene nada que ver ni con sus estudios, ni con su posición económica.
Los valores humanos están por encima de notas, dinero, posición social. El medidor de valores humanos lo tienen nuestra familia, nuestros amigos. Los nuestros saben cuanto valemos por encima de sobresalientes, nóminas mensuales o posición social.
Como bien dice el texto, la vida es un examen en el que muchas veces aprobamos y otras no. Sin embargo, en cuanto a los métodos de estudio de hoy día, desde mi punto de vista no son los más correctos. Muchas veces, los alumnos estudiamos las cosas como si fuésemos loros, sin entender ni tan siquiera de que estamos hablando, para llegar al examen escribir todo y al día siguiente no acordarnos de nada. Esto no sale rentable, pues para lo que vamos a clase es para aprender y entender las cosas, y los exámenes solo deberíamos de verlos como un ejercicio donde demostramos lo que sabemos al profesor y a nosotros mismos, para que en caso de vernos mal saber que tenemos que esforzarnos más, pero sin la preocupación de haber suspendido y de sentirte inútil. Además, de esta forma nos haríamos mucho más responsables de nuestro trabajo, nuestro avance en la materia ,en conjunto de nosotros mismos como personas.
Sin embargo, esto no es imposible, ya que desde que estamos en primaria nos meten en la cabeza una necesidad de sacar buenas notas para ser los mejores, lo que a su vez nos hace mucho más competitivos, e incluso en casos extremos, no querer ayudar por miedo a que tu compañero sea mas inteligente o listo que tú.
Desgraciadamente somos un simple número, como nuestro DNI y debido a que somos muchos tiene que haber una criva. Los examenes son esa red que nos para o mejor dicho, nos separa de las diferentes salidas u opciones a elegir. Al fin y al cabo al ser tantos se necesita un método para poder crear las dieferentes clases y eso son los odiados examenes, sin darnos cuenta del daño que ocasionan a los estudiantes.
Estoy de acuerdo con lo explicado en el texto, durante la vida nos sometemos a muchos exámenes y aunque nosotros no lo hallamos decidido serán estos los que nos condicionarán en un futuro, ya que llegan a definir a que te dedicarás. Creo es muy injusto ya que no se puede examinar con un mismo examen a personas que tienen capacidades diferentes. Por ello, aunque una persona pueda llegara a hacer otras cosas, si no entra de esos parámetros medidos por exámenes se le tacha de fracasado. Creo que como bien dice el texto una nota no te condiciona y aunque puede que algunas decisiones las tengas que tomar moldeando a esa nota, espero que la persona detrás de ella sea la que termine decidiendo y que no se deje definir por ella.
En mi opinión los exámenes son un método para clasificarnos, y decir que Fulanito sabe más que Menganito, en el que simplemente se valora lo escrito en un papel sin tener en cuenta otros factores como el tiempo dedicado al estudio, el nerviosismo que sufrimos a la hora de afrontar un examen o cualquier otro tipo de factor.
Además yo creo que una nota no define a nadie, es decir, todo el mundo puede con todo aunque a algunos nos cueste más o menos, además el profesor influye notablemente en la nota dependiendo de sus explicaciones y como haga el examen, por lo tanto una misma persona puede sacar notas muy distintas dependiendo del propio profesor que tenga, ya que sostiene un pilar fundamental en nuestra formación.
A mí parecer es muy triste que para acceder a grados universitarios en los cuales piden notas de corte altas tengas que depender de una NOTA que te defina, por ejemplo en el caso de Medicina hay gente que entra simplemente porque le da la nota, en cambio hay mucha gente que querría estudiar Medicina por vocación y pese al esfuerzo que haya hecho durante sus dos años de bachillerato y la preparación de la prueba de acceso a la universidad le digan que no por unas simples décimas y viendo así sus sueños frustrados por unas simplementes décimas y sabiendo que si quiere estudiar lo que la gusta tendría que ir a estudiar a una Universidad privada, todo porque al final nos clasifican y nos empaquetan en una NOTA.
Los exámenes son un sistema para medir nuestros conocimientos y establecer unas calificaciones que nos proporcionarán en un futuro el acceso a una carrera o un título. Sin embargo, en mi opinión, los exámenes no son un método totalmente eficaz o adecuado para demostrar lo que sabes de un tema, ya que el hecho de escribirlo en un papel no garantiza que realmente entiendas y conozcas lo que estas poniendo o que seas inteligente. Por ejemplo, hay muchos estudiantes que se estudian los contenidos del examen de memoria. Gracias a ello, pueden alcanzar buenas calificaciones sin saber que significa gran parte de lo que han escrito. La nota representaría que saben mucho del tema, no obstante, la realidad sería la contraria. Es un fallo del sistema educativo que debe ser modificado, para evitar que los alumnos sean etiquetados con notas que verdaderamente no les corresponden. Por último, es importante destacar que las notas no representan si una persona es inteligente o no, ya que el rendimiento en los exámenes depende de muchos otros factores.
Los exámenes no siempre son útiles para saber cuanto dominas de un tema o no, no por ello quiero decir que los exámenes no sean importantes. El rendimiento en un examen depende de muchos factores que muchas veces afectan directamente a la persona que esta realizando un examen, por ejemplo, una persona con déficit de atención no rendirá igual que una persona que no lo tenga. Para evaluar a alguien el método mas eficaz y mas rápido es haciéndole un examen sobre la materia, pero no siempre es lo mas beneficiario para la persona que lo esta haciendo. La nota de los exámenes es algo que puede decidir como será tu vida, a que universidad iras, que grado escogerás… y una simple centésima puede alejarte de lo tu meta, por culpa de esto muchos de los alumnos acaban obsesionándose con las notas de los exámenes.
Me parece que el enfoque que se le da a la Educación en este país es equivocado. La forma en la que aprendemos se basa en memorizar información que no es de nuestro interés, en lugar de tratar que al alumno ese tema le resulte interesante. Por lo tanto, los exámenes consisten en ver quién escupe mejor una información que ni siquiera ha masticado, y es comprensible que haya gente que pierda el interés o se sienta bloqueada al no verse capaz de alcanzar cierta nota.
Sin embargo, los exámenes son irreemplazables, porque sirven para ver la evolución de los alumnos en todas las materias; pero a raíz de su rendimiento se debería intervenir para evitar desastres como el fracaso escolar.
En mi opinión, se debería prestar más atención a ayudar a cada uno a encontrar su vocación o sus gustos, en lugar de que lleguen a 2º de Bachillerato y no sepan qué hacer con sus vidas, por sentirse inútiles o vacíos. Soy consciente de que es una tarea muy complicada, pero todo empieza por que los que mandan estén dispuestos a cambiar el sistema educativo.
Nos enfrentamos a exámenes durante toda nuestra vida, sea de una forma o de otra. El problema es cuando la nota que saques en ellos te define. Actualmente la mayoría de exámenes que hacemos se basan en estudiar una teoría (que la mayoría de veces no sabemos ni lo que estamos escribiendo) y escupirlo en el examen sin que asimilemos nada. El problema viene de un sistema educativo que evalúa la capacidad de memorizar en vez de aprender, y por supuesto que tener una nota u otra no define cómo es una persona.
Es muy hipócrita que muchas personas que tienen de la mano cambiar el sistema estén de acuerdo con estás afirmaciones y no hagan nada para cambiarlo. Por supuesto que una persona no está definida por el número de un examen, sin embargo, todo lo que nos muestra la sociedad va en contra de ese principio, entonces ¿cómo poder creertelo de verdad?
Hay muchos tipos de inteligencia y sólo se evalua uno de ellos, nos hacen competir entre nosotros porque clavan en nuestro subconciente que tenemos que ser los mejores, cada años nos repiten una y otra vez que tenemos que trabajar porque sino no entraremos en la carrera que queremos, porque al final del camino, por muy buena persona que seas, aunque tengas un alto grado de madurez, aunque te hayas dejado la piel, aunque no puedas dar más de ti y te digan que no te preocupes, tú no eres una nota… lo que te van a valorar es justo eso, nos mienten a la cara.
El problema del sistema educativo radica en su raiz, aquella que no quieren cambiar y que genera alumnos que no aprenden a amar lo que estudian y cuya única motivación es librarse de los libros. En vez de enseñarnos a aprender, nos obligan a aprender, a ser los mejores y sino, no eres valido.
Los exámenes a día de hoy son muy importantes. Sobretodo ahora en la etapa de bachillerato son muy relevantes en nuestra vida estudiantil. Necesitamos lograr una determinada nota para poder entrar a la carrera que deseamos. Es triste pero cierto. Creo que los exámenes no determinan nuestra inteligencia.
A medida que pasan nuestros años de estudiantes nos vamos dando cuenta que el nivel de complejidad y exigencia que los exámenes tienen va en aumento. La etapa de bachiller es la que más se nota, ya que es determinante para definir nuestro futuro. Pero esto no es justo. Hay materias que se nos atraviesan más que otras, hay ejercicios que nos cuesta horas entender, y temas largos para estudiar que nos quitan tiempo para dedicarle a otras asignaturas. Y a pesar de todo, por mucho tiempo que se le dedique, hay ocasiones que no nos es suficiente para lograr nuestro objetivo, sin embargo, y para nuestra suerte, hay otras veces en las que con un mínimo de esfuerzo podemos sacar una buena calificación. Parece contradictorio que haya situaciones en las que por mucho que estudiemos se convierta en una realidad la pesadilla de todo alumno responsable y aplicado: suspender.
Pero de verdad que es injusto que muchas personas se queden sin poder trabajar de aquello que les apasiona por unos exámenes en los cuales se pudo poner más nervioso de los normal o se quedase en blanco.
Me parece negativa esta forma de evaluar a los alumnos, pero no solo cara a los alumnos, sino a la sociedad, a la que se la priva de poder contar con futuros excelentes profesionales porque en su momento no les da la “nota” y sin embargo otros acceden a carreras pero nunca llegaran a serlo.
Creo que los exámenes tal y como están planteados no son la forma adecuada para comprobar si estamos aprendiendo y asimilando los conocimientos que se imparten en las aulas, sobre todo en algunos casos cuando no se valora si entendemos la materia o no, solo si somos capaces de poner lo mismo que había en los apuntes. Considero que es más importante asimilar conocimientos para luego poder resolver situaciones reales, aunque también creo que hay que aprender algunos contenidos de memoria. Por ello vería mejor enfocar los exámenes hacia una evaluación continua donde se valore el trabajo y el esfuerzo diario, el verdadero aprendizaje y las capacidades reales del alumno.
Este texto nos trasmite un mensaje muy real y evidente. Desde mi punto de vista, el sistema educativo de nuestro país, al igual que el de muchos otros, no es el correcto. Desde el minuto primero en el que ingresamos en una escuela, empezamos a ser evaluados por una simple nota. Sin embargo, todos somos más que un número y, por lo tanto, creo que es injusto que se nos «juzgue» de esta manera. Como personas humanas que somos, todos podemos tener un mal día y puede ocurrir que el día de la prueba, examen, etc. no rindamos como realmente podemos.
En mi opinión, deberíamos ser evaluados en totalidad, teniendo en cuenta tanto nuestras actitudes como nuestras aptitudes, ya que la inteligencia no solo supone sacar buenas notas, sino también poseer talentos y competencias personales variadas.
En mi opinión, hoy en día se tienen demasiado en cuenta las notas cosa que veo incorrecta ya que l@s jóvenes somos más que un número que otros nos colocan sin tener en cuenta otros valores.
Lógicamente, esto nos produce mucha preocupación pues un simple número va a ser muy importante a la hora de tomar decisiones sobre nuestro futuro como por ejemplo a la hora de elegir una carrera.
Pienso que no es justo que una simple nota valore nuestro esfuerzo, nuestro sacrificio, nuestros conocimientos porque en muchas ocasiones y por muchos factores no demostramos esos conocimientos, aptitudes, etc.
Es cierto que parece que la propia sociedad a lo largo de nuestra vida esté continuamente juzgándonos y valorándonos, pero creo que a veces los que nos juzgan y valoran lo hacen de forma injusta y errónea, y de ahí que no deban fijarse en nosotros con un simple número.
Como ya he expuesto en el comentario 140, afirmo que los exámenes no son una forma correcta de evaluar a las personas debido a que no se tienen en cuenta mas que unas determinadas cualidades personales lo que hace totalmente injusto esta forma de evaluación.
A esto he de añadir que los exámenes nos enseñan muchas menos cosas que problemas ocasionan:
En primer lugar he de decir que nos meten presión para mejorar la cual es necesaria, pero esta presión es la de superar al resto y no a nosotros mismos que es como realmente se avanza y se aprende a parte de causar un estres con terribles resultados para la salud. Tampoco nos enseñan nada, puesto que con vomitar los conocimientos memorizados y no volver a usarlos es lo mas común. Finalmente otro de los problemas de los exámenes es que si por x motivos no estas a plena disposición cuando lo haces, no tiene solución; a pesar de que por un lado nos hace ver que en la vida muchas veces solo hay una oportunidad, por otro nos impide aprender a buscar mas opciones oportunidades de mejora.
Finalmente he de destacar que los exámenes nos hacen pensar de una forma repetitiva, monótona sin creatividad, cuando ahora mismo lo que menos necesita la humanidad son «robots» sin creatividad.
En mi opinion,los alumnos hoy en dia no hacen los examenes para aprender ni para saber que tienen que mejorar sino para aprobar y quitarse de encima la materia.Este es un error muy comun ya que los alumnos no se preocupan de tener mas cultura o de entender las cosas sino de memorizar y soltar todo en el examen sin saber lo que estan poniendo,tarde o temprano eso pasa factura ya que la gente que quiera ir a la universidad no podra estudiar todo de memoria al tener tantas materias y tendran que empezar a aprender a estudiar entendiendo las cosas.Pienso que en el colegio desde pequeños nos tendrian que enseñar como estudiar,ya que la mitad de los alumnos no estudian bien
El texto creo que expresa una realidad con la que la mayoría de nosotros estamos plenamente de acuerdo, sobre todo ahora, que nos encontramos en plena semana de exámenes. Sin embargo, para cambiar esta situación injusta y poco efectiva, habría de realizarse una reforma total y absoluta del sistema educativo que, actualmente, rige a todos los estudiantes. Para ello, las instituciones deben darse cuenta que los niños no son solo números y que el arte de memorizar, a la larga, deja de ser realmente útil.
Muchos psicólogos y entendidos afirman, además, que existen diversos tipos de inteligencias entre las que se puede ir dividiendo a la población. Por tanto, en este mundo de inteligencias múltiples y de infinitas habilidades cognitivas, los centros y la administración debe comenzar a evaluar más allá de ciencias o letras, más allá de la memoria y más allá del saber hacer.
No obstante, en una sociedad donde una nota o un examen puede llegar a determinar lo que somos esto es inmensamente difícil, por no decir imposible.
Me siento realmente identificada con el mensaje que trata de transmitir este articulo. Según el sistema educativo, no solo de España sino practicamente de cualquier punto del planeta, los connociemientos del estudiante se miden en examens. On esta afirmacion no quiero decir que no se deba poner a prueba que los estudiantes nayan asimilado y entendido los conceptos, pero hoy en dia que creo que esta necesidad de ponerlos aprueba se está llevando a los extremos. Muchos niños son incapaces de plasmar sus ideas en los formatos de examenes que se utilizan en los colegios, y las notas que posteriormente se obtienen de esas pruebas escritas no acaban reflejando el nivel de conocimiento que tiene esa persona. enfrentarse a determiinados examenes es inevitable,pero creo que deberias poder plantearse de otra manera, o por lo menos trasmitir a los niños y adolescentes, que precisamente más problemas de autoestima tiendes a sufrir, que la nota que obtienen no es más que un número, que en definitiva no les define.
El sistema educativo está enfocado de tal manera que los estudiantes nos pasamos nuestro paso por el colegio haciendo exámenes y, la verdad que yo creo que el problema de la educación está en la importancia excesiva que debe les da. Pensamos que nuestras capacidades las define esa nota cuando no es así, ya que la mayor parte de las veces simplemente memorizamos cosas que ni entendemos. Y ahí está el problema, que se evalúa más nuestra capazidad de memorizar cuando lo verdaderamente importante es aprender. Además, para acceder a una carrera en lugar de vocación y conocimiento se evalúa simplemente eso, la nota.