ETA

ETA (Euskadi Ta Askatasuna), organización terrorista independentista vasca (su nombre, en euskera, significa «˜Euskadi y Libertad’) cuyo objetivo es la obtención de la independencia del Paí­s Vasco (Euskadi) respecto del Estado español, nacida en 1959 por la fusión de EKIN, un grupo nacionalista universitario, y ciertos sectores de las juventudes del Partido Nacionalista Vasco. Su surgimiento tuvo lugar durante la dictadura del general Francisco Franco, aunque su actividad se prolongó tras el fallecimiento de éste en 1975 y la consiguiente transición a la democracia bajo el inicio del reinado de Juan Carlos I.

APOYO SOCIAL

ETA disponí­a de un considerable apoyo social durante el franquismo, periodo en que asesinó a Luis Carrero Blanco, pero la transición a la democracia y su progresiva radicalización le hicieron ir perdiendo apoyos, lo cual se hizo especialmente patente con el secuestro y asesinato de Miguel íngel Blanco. Su pérdida de simpatizantes fue tan grande que la plataforma Euskal Herritarrok perdió la mitad de sus votantes tras la ruptura de la tregua.

Actualmente, su apoyo social es minoritario. Según el Euskobarómetro (estudio sociológico realizado por la Universidad del Paí­s Vasco), más del 64% de los vascos rechaza totalmente a ETA, un 11% comparte sólo sus fines, y menos del 2% apoya su violencia.

Caracterí­sticas

Su logotipo consiste en una serpiente envolviendo un hacha, y su lema es bietan jarrai («seguir los dos juntos»). A ETA se le vincula en ocasiones con el llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), formado por distintas organizaciónes independentistas vascas, como las ilegalizadas Batasuna, Euskal Herritarrok y Herri Batasuna, y sus juventudes de Segi (antes Haika, antes Jarrai y Gazteria), el sindicato LAB, Gestoras Pro Amnistí­a y otras, que asumen unos principios comunes, dentro de lo que llaman izquierda abertzale («izquierda nacionalista vasca», en euskera). Sus postulados ideológicos se resumen en la alternativa KAS.

Se financia principalmente a través del «impuesto revolucionario», que obligan a pagar a empresarios del Paí­s Vasco, bajo amenazas de asesinato, del cobro de rescates por secuestros, y otros. También cometen de vez en cuando robos en almacenes de explosivos.

Se organiza en distintos «comandos», cuyo objetivo es atentar en una zona geográfica determinada, coordinados por una dirección o «cúpula militar». Además, suelen tener redes de refugios o «casas seguras», y zulos («agujero», en vasco), lugares ocultos donde suelen esconder armas y explosivos. Además, varios ex-militantes viven en paí­ses latinoamericanos como autodenominados refugiados polí­ticos. Entre sus miembros se distingue entre los «legales», o miembros no fichados por la policí­a; los «liberados», o refugiados en Francia; o los «quemados», que son los que están libres tras ser detenidos.

ETA ha matado ya a más de ochocientas personas, y el espectro social de sus ví­ctimas ha ido creciendo con los años.

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