Hallan unas marcas únicas en un barco romano hundido en la costa catalana

Bajo las aguas entre Palamós y Palafrugell, a unos cincuenta metros de profundidad, se hundió hace más de 2.100 años un barco romano que transportaba más de un centenar de ánforas de salazón y salsas de pescado procedentes de la Bética (actual Andalucía) y que hoy, gracias a su buen estado de conservación, está revelando detalles nunca antes vistos sobre el comercio en el siglo I a.C.

En la última campaña de excavación en este pecio del Bajo Ampurdán bautizado como Islas Formigues II, los profesionales del Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC) han documentado elementos de la bomba de achique y unas marcas de uso en las maderas de la sentina que no tienen paralelo con los restos de ningún otro barco antiguo localizado en el Mediterráneo.

A pesar de la elevada profundidad a la que se encuentra el pecio, casi 50 metros, lo que complica los trabajos científicos, el equipo de este centro de investigación del Museo de Arqueología de Cataluña ha excavado la zona de popa del barco, junto a babor, y ha documentado y extraído un total de 34 ánforas enteras de 3 tipologías, que ha depositado en el laboratorio del MAC-CASC para su conservación y el estudio de sus contenidos.

Una vez despejada de carga esta parte del barco, los arqueólogos han podido documentar y estudiar parcialmente la madera y han localizado diferentes elementos de la bomba de achique, como la caja de madera de recogida de agua, el eje de bronce de la bomba y una almohadilla también de bronce.

Marcas numerales pintadas y elementos de la bomba de achique Arriba y a la derecha, marcas que podrían ser referencias al orden para estibar las ánforas y a la izquierda, eje de bronce de la bomba de achique Museo de Arqueología de Cataluña

«En las maderas que conforman el suelo de la bodega del barco, donde iban estibadas las ánforas, se han localizado una serie de marcas numerales pintadas, que podrían ser referencias al número de orden de estas piezas por su retirada por el mantenimiento de la sentina y posterior recolocación», informan desde el Museo de Arqueología de Cataluña en una nota antes de subrayar que estas marcas «no tienen paralelo en ningún otro barco antiguo localizado en el Mediterráneo».

La excavación del pecio Islas Formigas II se enmarca en el proyecto cuatrienal de investigación arqueológica ‘El pecio Islas Formigas II y el comercio de productos béticos en el Nordeste Peninsular’ liderado por el Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC), con financiación propia del Museo de Arqueología de Cataluña y de la Dirección General de Patrimonio Cultural.

Hallado en 2016, el pecio Islas Formigas II constituye un yacimiento subacuático «único en nuestro litoral», según el MAC, ya que conserva la madera del barco y la carga que transportaba. Desgraciadamente, este yacimiento ha sufrido expolio desde los años 60 «y sigue sufriendo», denuncian desde el museo catalán.

Tomado de www.abc.es

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