La futbolista vizcaína que triunfa en Estados Unidos: PAULDARRAK

Desde Orozko hasta Estados Unidos para deslumbrar. Es lo que le ha ocurrido a Naia Landaluce, una joven de 19 años que dejó tierras vizcaínas el pasado año para disfrutar de una beca en el continente americano. Allí, además de estudiar, juega a fútbol, y ha sorprendido a propios y extraños con sus dotes con el balón. Tanto que ha recibido distintas condecoraciones y hasta sus entrenadores hablan maravillas de ella. «Es una de las jugadoras más apasionadas con las que he trabajado, su entusiasmo y energía contagia al resto del equipo», ha señalado Alex Adams, uno de sus técnicos.

Actualmente reside en la ciudad de Kentucky, y admite que casi ni sabe cómo ha acabado allí. «No sé ni cómo surgió. Se me cruzó el cable y me apetecía irme de aquí«, explica en su vuelta a casa por Navidad. »Hice bastantes cosas y diferentes universidades contactaron conmigo, y al final elegí Campbellsville University«, añade. Recientemente acaba de hacer historia en su campus. Landaluce ha visto su nombre escrito en uno de los premios más importantes, el ‘All American’. Es la primera estudiante de primer año que lo logra. «De entre todas las jugadoras del país hacen un equipo, y yo estaba entre esas once. La verdad que no sabía ni que existía, y estoy súper contenta», confiesa. Es consciente que estar entre las once elegidas de todo Estados Unidos no está al alcance de cualquiera, pero que tampoco lo hubiera podido lograr sin su equipo, las Lady Tigers. «Sin mis compañeras y entrenadores ese título no lo hubiera conseguido», apunta.

Lo cierto es que juega en una competición que le viene como anillo al dedo. No en vano, recibe su mismo nombre, la NAIA. La joven de Orozko se dedica en cuerpo y alma a sus dos principales actividades, así que tiene poco tiempo para las sorpresas. «Mi día a día suena un poco aburrido, pero sinceramente no tengo casi ni tiempo. Me levanto y a las mañanas voy a la universidad, y luego tengo dos sesiones de entrenamiento por la tarde», detalla. Muchas semanas disputan hasta dos partidos de competición oficial, con lo que eso supone en cuanto a viajes en un país como Estados Unidos. «Los fines de semana que jugamos fuera tenemos que viajar desde dos hasta nueve horas, dependiendo el destino, y a veces nos quedamos a dormir en hoteles«, cuenta.

Su sueño

Naia Landaluce empezó en el fútbol a los cinco años, y juega actualmente como central. Sus primeras patadas al balón dentro de un club fueron en el equipo del pueblo. «Empecé en el Atxulaur con chicos», recuerda. Otra de las entidades que le ha marcado en su trayectoria deportiva ha sido el Pauldarrak de Barakaldo. «Estuve allí tres años, crecí mucho como jugadora, pero sobre todo me llevé una familia de allí», enfatiza. Es uno de los puntos que más valora la de Orozko. «Lo bonito del fútbol es que te llevas mucha gente para toda la vida, ya que compartimos la misma pasión», relata.

Sabe que no es nada fácil, pero trabaja para seguir dando pasos en este mundo. «Para mi el fútbol lo es todo, pero sobre todo es pasión y muchísimo sacrificio», apunta. «No sería nada sin él, me hace no pensar en los problemas que me rodean, simplemente jugar y sonreír haciendo lo que me gusta», complementa feliz. En este 2020 recién comenzado Naia Landaluce seguirá trabajando por cumplir su sueño. «No es fácil decir que quiero vivir de ello, pero puestos a soñar, me encantaría. De momento me conformaré con seguir disfrutando del fútbol, que es lo que me hace feliz«, concluye.

Tomado de www.elcorreo.com

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