La sequía deja al descubierto docenas de barcos alemanes hundidos en el Danubio durante la II Guerra Mundial
Para los habitantes de la ciudad serbia de Prahovo, la Segunda Guerra Mundial está aún muy presente. Cuando desciende el nivel del agua del Danubio, afloran restos de la flota de la Alemania nazi hundida en la contienda, pero este año la visión resulta aún más fantasmagórica. Más de veinte cascos de buques de guerra que aún yacen en el lecho del caudaloso río han quedado al descubierto por la peor sequía en Europa en años, que ha llevado al caudaloso río a sus niveles más bajos en casi un siglo.
Los propios alemanes, en una táctica de guerra del contraalmirante Paul Willy Zieb, destruyeron y hundieron en el Danubio cerca de 200 barcos de guerra y de transporte durante su retirada a principios de septiembre de 1944, para que no cayeran en manos del Ejército Rojo y de paso bloquear el tránsito por el río. Los buques estaban cargados de municiones y explosivos y desde entonces han supuesto un peligro para la navegación, sobre todo en las cercanías de Prahovo, en el este de Serbia, donde se encuentra la mayor concentración de ellos.
A partir de noviembre de 1944, el ejército soviético recuperó y reparó algunos de estos barcos hundidos alemanes y otros fueron rescatados después por las autoridades rumanas, según relata la arqueóloga subacuática serbia Gordana Karovic, en su estudio sobre los ‘Restos de la flota alemana hundidos cerca de Prahovo‘. En el lado serbio se remolcaron a cerca de la orilla de seis a ocho embarcaciones para despejar la vía fluvial, pero nunca llegaron a ser retiradas.
Una investigación magnética de alta resolución sobre la flotilla alemana hundida realizada por R.G. Dimitriu, M. Tchernychev, Z. Lukic y B.M. Barbu cerca de Prahovo en el otoño de 2020 cubrió un sector de 5 kilómetros de largo del río Danubio y reveló la presencia segura de 18 naufragios, además de los 22 previamente conocidos, así como la posible existencia de varias otras docenas de pecios enterrados a poca profundidad.
Una amenaza
La sequía de este año, debida según los expertos al calentamiento global, ha hecho aflorar más de 20 cascos en esta zona. Muchos contienen toneladas de municiones y explosivos y representan una amenaza para la navegación. De momento, algunos han reducido la sección navegable en este tramo del Danubio a solo 100 metros.
«La flotilla alemana ha dejado atrás un gran desastre ecológico que nos amenaza a nosotros, gente de Prahovo», dijo a la agencia Reuters Velimir Trajilovic, un jubilado de Prahovo de 74 años que escribió un libro sobre los barcos alemanes.
Los trabajadores de la industria pesquera local también están en riesgo, incluidos los de Rumania, que se encuentra al otro lado del río.
Esparcidos por el lecho del río, algunos de los barcos todavía cuentan con torretas, puentes de mando, mástiles rotos y cascos retorcidos, mientras que otros yacen en su mayoría sumergidos bajo bancos de arena, según describe Reuters.
En marzo, el gobierno serbio convocó a una licitación para el salvamento de los cascos y la retirada de municiones y explosivos. El costo de la operación se estimó en 29 millones de euros (30 millones de dólares).
Tomado de www.abc.es