COINCIDO: Carta de un padre: «Yo soy uno que no va a llevar a su hijo al colegio este curso hasta que no se lo vacune»

En primer lugar soy padre, también profesor de Derecho en Enseñanza Secundaria. Desde hace ya varios días escucho en diversos medios de comunicación que a los padres y madres que no lleven a sus hijos a los colegios hasta que estén vacunados frente al coronavirus se les llama «insumisos» e «irresponsables».

Pues bien, yo soy uno de esos padres que no va a llevar a su hijo al colegio este curso hasta que no se lo vacune contra el Covid. Mi hijo está en sexto de Primaria. Me gustaría que fueran ustedes cuidadosos en el lenguaje y la terminología que utilizan para etiquetar a madres y padres que hayan tomado esta dificilísima decisión, plenamente justificada además, debido a la situación epidemiológica que sufre España.

Una madre o un padre insumiso es el que no escolariza a sus hijos porque no cree en el Sistema Institucional de Educación y, por lo tanto, decide dejarlos al margen de él de forma habitual. Quizás sea a esos padres a los que habría que activarles el Protocolo del Absentismo Escolar.

En mi caso, y en el de la inmensa mayoría de padres y madres que hemos decidido no llevar a nuestros hijos a clase a partir del 10 de septiembre, todos los cursos se han matriculado en sus colegios, incluido también éste. Es decir, creemos en el Sistema Educativo organizado en España, confiamos plenamente en él y nuestros hijos asisten habitualmente a sus colegios.

Pero, ¿qué ocurre este curso? Que tenemos una enfermedad altamente contagiosa que está descontrolada ahora mismo en España, que puede producir neumonías dobles, problemas neurológicos y otras graves secuelas para la salud de las personas, que además no tiene tratamiento ni vacuna actualmente y que se contagia con mayor fuerza en entornos cerrados con elevada concentración de personas muchas horas al día de lunes a viernes, como es un colegio o instituto.

Es entendible que en esas condiciones, y faltando solo unos meses para que se nos proteja a la población con la vacuna, si los padres pueden permitírselo traten de proteger la salud y la vida de sus hijos, y de las personas mayores como sus abuelos que puedan entrar en contacto con ellos, dejándolos en casa.

¿Es este comportamiento «irresponsable» o «insumiso» como se nos está etiquetando injustamente? Pues les dejo esta carta para que lo reflexionen, y si fuera posible, lo rectifiquen, porque las palabras hacen daño. Porque un padre como yo, que ha llevado a su hijo al colegio todos los años, y que por supuesto, lo va a seguir llevando en los siguientes, incluido éste cuando lo vacunen, ya bastante mal lo está pasando (mi hijo además ha superado todos los cursos hasta ahora con unas notas excelentes) por decidir no llevarlo a clase ante la envergadura del problema sanitario que tenemos.

¿Ustedes ven lógico que un Estado que no ha reducido las ratios en las clases ante una pandemia como ésta, que no ha aumentado la plantilla de docentes, que no ha garantizado una enseñanza online, aplique el Protocolo del Absentismo Escolar y denuncie ante la Fiscalía de Menores o aplique el Código Penal a estos padres como si de un curso normal se tratase? Como si la decisión fuera caprichosa, además del coste académico que además hay que asumir. ¿Ustedes ven correcto usar esos términos para unos padres que quieren proteger la vida y la salud de sus hijos y de las personas mayores, que son las que en muchas ocasiones están en contacto con ellis?

¿Cuántos niños asintomáticos habrá que acudan a clase cada día? ¿Cuántos abuelos habrá en España que lleven y recojan a los niños del colegio siendo un grupo vulnerable? ¿Ustedes ven razonable reunir en una clase a 30, 35 y a veces hasta 40 alumnos procedentes de otros tantos entornos familiares distintos, en un espacio cerrado, durante varias horas, y esperar que no pase nada?

Verán ustedes, a quiénes hay que aplicarles el Código Penal y llamar irresponsables, por no decir otras palabras más contundentes, es a los gestores de lo público que han dejado desprotegidos nuestros sectores sociales más básicos, como son la Sanidad y la Educación, entre otros. Esta terrible pandemia ha puesto de manifiesto las graves insuficiencias que padecen, con una falta de inversión preocupante. Y por esto sí hay que pedir una rendición de cuentas.

Y lo peor de todo, dudamos mucho de que respondan por su negligente gestión. Ahí tienen de hecho la cantidad de ancianos que quedaron abandonados a su suerte en las residencias sin recibir atención médica y cuyos cadáveres fueron recogidos por la UME en algunos casos.

Así pues, por favor, traten el asunto de la vuelta al cole como debe hacerse, no criminalicen a quiénes menos culpa tienen por querer proteger a sus hijos, y sean menos condescendientes y mucho más contundentes con una Ministra de Educación y unos Consejeros de Educación que nos han dejado y nos siguen dejando desprotegido, que adoptan posiciones inflexibles, insensibles e inhumanas ante las reivindicaciones que se les hacen, que no es otra que una escuela mixta: garantizando una educación presencial y a distancia durante los meses que tarde en llegar la vacuna.

Dudo y dudamos mucho los padres y madres que vivimos con muchísima ansiedad y preocupación la vuelta al colegio de nuestros hijos que estos políticos se vean sometidos a este nivel de riesgo como el que van a tener que asumir diariamente todas las demás personas que les pagan sus sueldos en la escuela pública.

Qué triste y lamentable que nuestros máximos «responsables» educativos empleen estos medios tan poco educativos ante las decisiones plenamente justificadas de los adultos por la situación sanitaria tan dura que estamos padeciendo en nuestro país, añadiéndonos más estrés y ansiedad a la que ya de por sí nos provoca tener que lidiar con el coronavirus cada día.

Tomado de www.abc.es

 

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