DEBATE 166: Cultura del Descarte (1º de la 2ª Ev.)
Escribe Michele Zanzucchi: «El descarte de los más débiles constituye un retroceso de la humanidad, certifica la deshumanización del sistema político y económico imperante, sea de derechas, de izquierdas de centro, local o global. Arrinconar, como si fueran insignificantes, a los refugiados que huyen de las guerras o de la miseria, a los niños que han sufrido abuso o son esclavizados, a los pobres que mueren de frío a la puerta de nuestras casas, a los pequeños, jóvenes o adultos que simplemente tienen cualidades diferentes de las que se consideran «normales», a los viejos que ya no tienen capacidades motoras o intelectivas…
Todos estos actos no solo son una terrible injusticia, sino también un enorme bumerán social cuyos efectos nefastos pagarán antes o después nuestras sociedades con intereses altísimos. Un sistema económico mundial que descarta a hombres, mujeres y niños por el simple motivo de que ya no son útiles según supuestos criterios de rentabilidad es un sistema profundamente enfermo».
Tomado de F. Torralba “Diccionario Berglogio” 2019
Por desgracia vivimos en una sociedad egoísta, que tan solo piensa en el bien y en el beneficio propio, sin ningún tipo de interés hacia los demás. Muchas personas tan solo ayudamos a otras con el único objetivo de conseguir algo a cambio, y si no es así, no nos interesa. Preferimos mirar hacia otro lado y hacer como si no estuviese ocurriendo nada.
Yo creo que para poder progresar como sociedad deberíamos preocuparnos más por las personas que nos rodean y dejar a un lado el beneficio propio.
El problema no creo que sea del sistema en sí mismo, el problema está en nosotros. El «sistema» no es más que el resultado de nuestras acciones y comportamiento. Parece ser que solo nos preocupamos por nosotros mismos. Sin embargo, por suerte también hay quien intenta mejorar la vida de los demás.
Nuestra sociedad está deshumanizada completamente, actualmente, las personas nacen y se educan conociendo distintas clases de personas que reconocemos fácilmente, los ricos, los pobres… Además, no solo existen distintas clases en el ámbito económico, sino que por desgracia en el colegio también se distinguen los listos, los “normales”…
Desafortunadamente, la sociedad cada vez tiene más integrada esta idea de juzgar a las personas por sus diversas capacidades dentro de la sociedad y no tiene pinta de que quiera cambiar. Nos estamos adentrando cada vez más en una distinción de clases y en un «descarte» de las personas que son capaces de algo y de las que no lo son.
Comparto la misma idea que Iñigo Dueñas. El sistema al final lo hemos creado nosotros y los únicos culpables de toda esta situación somos nosotros. Solo que no queremos asumir esa responsabilidad y preferimos culpar a otros que a nosotros mismos.
Por desgracia, hay lugares donde la gente debe huir por la guerra en la que viven y nosotros debemos acogerles. No podemos cerrar la puerta a gente que nosotros pensamos que vale menos que nosotros. Parece que estamos volviendo a una sociedad separada por clases y eso, cada vez se puede notar más.
Opino que la mentalidad actual a la hora de tomar decisiones es ilógica. En nuestro imposible afán por simplificar la realidad, cerramos la mentalidad a muchas opciones perfectamente válidas. La basura es basura cuando la gente deja de quererla, pero eso no significa que no sea útil, simplemente su utilidad será distinta.
Crisis climática, inmigración… para mantener el sistema sin cambios descartamos todo lo bueno que estas situaciones podrían traer. Empatía, paciencia, imaginación y, por encima de todo, moderación. Con esas cualidades, poco comunes hoy en día, podrían hacerse bien las cosas.
Como bien dice el texto el hecho de apartar a la sociedad por ser de fuera o por su edad es un terrible error que nuestra sociedad esta cometiendo, el cual cada vez se ve en algunos aspectos con mejores ojos. Si es verdad que en algunos casos el rechazo de por ejemplo inmigrantes se puede ver justificada, bien por ser de países conflictivos o por que debido a la sobrepoblación no seria sostenible que habría tanta gente en el país o el territorio. Pero lo que si que no es justo o correcto es la violación de sus derechos que en ocasiones ocurre, como puede ser el no actuar para ayudar a una batera que se esta hundiendo aunque luego vallas a mandarles de vuelta a sus países. También hay como bien dice el texto rechazo a gente mayor que por el motivo que sean se están quedando sin facultades que antes tenían o no, pero a pesar de ser mas o menos dependiente no dejan de ser personas que tienen el mismo derecho que otros a ser ayudados.
La sociedad de hoy en día tiene un problema el cual es abordado de muy diferentes maneras que abecés no son las mas correctas, pero si las mas efectivas.
La sociedad de hoy en día, cada vez es más egoísta y menos empática, moviéndose por el interés propio y no por el común. Como cita el texto, tenemos muy asimilada la idea de la separación entre los «fuertes y los débiles» clasificándolos por categorías según los criterios que impone nuestra cultura sin tener en consideración la dignidad de las personas. Desafortunadamente cada vez son más los «descartados» que no cumplen dichos criterios. Debemos encaminar la sociedad hacia la empatía y solidaridad si queremos evitar la ruptura social.
Lamentablemente, en nuestra sociedad suceden gran cantidad de injusticias, entre las cuales aquellas que se citan en el texto; la marginación de aquellos que parecen inferiores ya sea por su edad, su situación económica… Esto me parece inhumano, ya que todos somos iguales y cualquiera podría encontrarse en su lugar, de hecho, la mayoría de nosotros llegaremos a cierta edad en la que nuestras capacidades disminuyan, y ninguno de nosotros querremos ser despreciados por la sociedad, sino que nos gustaría tener algo de ayuda cuando fuera necesaria.
En mi opinión el problema principal es la falta de empatía que tenemos las personas en general, por eso ocurren este tipo de situaciones injustas en las que clasificamos a los demás, incluso a nosotros mismos, y entre todos dictamos cuál será su utildad para esta sociedad, siguiendo unos criterios que son totalmente inhumanos. Estoy de acuerdo con Mikel en cuanto al tema de la inmigración, muchos dicen que vienen a delinquir o a quitarnos el trabajo, pero no nos damos cuenta de las cosas positivas que pueden llegar a ofrecernos, como por ejemplo el intercambio cultural. En cualquier caso, no deberíamos despreciar a nadie simplemente por no seguir las normas impuestas por la sociedad, estoy segura de que a ninguno nos gustaría ser despreciados, por ello no deberíamos hacerlo.
Estoy de acuerdo con Irati, en nuestra sociedad hay una gran falta de empatía debido a lo sobrexpuestos que estamos a la información que nos dan los medios de comunicación sobre la desigualdad de nuestra sociedad. Por ejemplo, en estos días nos están bombardeando con la información sobre la crisis migratoria que ocurre en Canarias y esto hace que nos parezca algo del día a día y nos haga restarle importancia. Yo creo que, si esta información se nos diese de forma mas exacta y con menos habitualidad, estoy segura de que mucha gente se implicaría en la transformación de nuestra sociedad y lograríamos luchar contra las injusticias y respetarnos unos a otros.
La sociedad cada vez es más egoísta y no se piensa en el prójimo solo queremos vivir cada vez mas cómodos y tener nuestras necesidades cubiertas, es decir, cada uno intenta resolver sus problemas sin pensar en lo que le ocurre al de al lado. Hoy en día lo vemos con los inmigrantes que están entrando en las islas, somos incapaces de ponernos en su lugar y pensar lo que tienen que haber sufrido para abandonar toda su vida en busca de algo mejor (o eso es lo que creen ellos). Cada uno tenemos que intentar ser mas justos con todos e intentar ponernos en el lugar de las personas que lo están pasando peor.
Creo que una sociedad es más civilizada en la medida que sepa proteger a los más débiles.
En la sociedad actual es cotidiano ver numerosas injusticias sociales, abusos de poder, discriminación de género, raza, violencia… convirtiéndonos en seres insensibles, inmunes al dolor y al sufrimiento de los demás, la solidaridad se va destruyendo y aumenta el egoísmo humano. Esa ausencia de humanización es causa de guerras, pobreza, violencia, corrupción, etc. Los problemas del mundo se dan como consecuencia de que los seres humanos no piensan en los demás porque vivimos en una sociedad con poca conciencia del bien y del mal. Las personas actúan sin pensar y cuando toman conciencia del daño, este ya está hecho. Es ahí donde la educación tiene un papel fundamental. Los niños y jóvenes deben conocer la realidad que se vive, sus causas y consecuencias porque eso permitiría tomar las medidas necesarias en el presente y de cara al futuro y eso empieza con la educación.
En este mundo que vivimos, lo considerado como más importante es el «qué dirán» o el capital económico en lugar de ser las propias personas lo realmente importante.
La sociedad actual descarta a cualquier persona ya sea válida o no por causas que carecen de sentido lógico. El sistema en el que hoy vivimos y tantos muertos diarios hay, no depende del capital o de descartar gente, sino que la solución a todos los problemas depende de que las personas «de arriba» como podrían ser los gobiernos, deberían colaborar con las causas humanitarias.
Esto es, no por el hecho de que a una patera de refugiados no se les permita acercarse a costa el gobierno de ese país está actuando de forma correcta. El gobierno estaría colaborando con la causa si miraría un poco más allá de su ombligo y se preocupase de los problemas que ocurren en esos países para que haya personas que tengan que deshacerse de todos sus bienes ya materiales ya sentimentales para huir de sus propios países en búsqueda de una vida mejor.
En conclusión, el problema no es que haya enfermos, discapacitados, refugiados… el problema es que no se hace nada para solucionar eso. Por mucho que haya personas que estén limitadas y no puedan dar su 100% en un trabajo, siempre podrían estar de ayudantes en otros puestos. Pero claro, esto supondría un sueldo más, unas vacaciones más, unos derechos más… y por tanto, más dinero a gastar.
Todo en el mundo se mueve por dinero y no por sentimiento.
Todo el mundo echa la culpa a la sociedad por estos actos tan crueles, pero realmente la sociedad esta formada por nosotros, los seres humanos y con esto quiero decir que nosotros somos los crueles que dejamos hacer estas atrocidades.
El problema no esta en los discapacitados o en los enfermos si no en el simple hecho que en este mundo hay muy poca gente empática y miran mas por su hombro, aun así vemos este tipo de injusticias a diario y nadie hace nada ya que este tipo de comportamientos se han «normalizado» cosa que habría que cambiar de inmediato
La sociedad en la que estamos se basa en culpabilizar a los demás de los errores individuales y así intentar quitarse de alguna manera parte de la culpa o sentirse mejor.
No paramos de repetir que somos muy buenos y empáticos con las personas más vulnerables pero en el fondo todos sabemos que no es así. Claro que hay quente que realmente se dedica a ayudar a los demás y a preocuparse por la gente, pero no representan ni a la mitad de la población, y ya va siendo hora de cambiar.
Al fin y al cabo, nosotros como ciudadanos de una sociedad sumida en una falta total y absoluta de empatía no podemos, o más bien no queremos ayudar en ninguna de las medida a todo aquel «inferior» (según algunos) a nosotros por el mísero echo de ser inmigrantes o en este caso unos inocentes refugiados que no quieren conseguir nada más que una vida mejor. No una vida de lujos sino una vida, una «vida», a la cual todos deberíamos tener acceso en igual medida.
Y según esto, según estos desgraciados abusos que por desgracia estos SERES HUMANOS están sufriendo, no podemos admitir el que no estemos viviendo en una sociedad con una <>, algo que no solo afecta a estos pobres humanos, sino que es algo que también nos afecta a nosotros. Ya que en qué tipo de personas, en qué tipo de seres humanos nos convierte el echo de no querer no de no poder ayudar a personas que son iguales a todos y cada unos de nosotros y las cuales no piden más que cobijo entre otras de las cosas, no piden más que RESPETO, y es algo tan fácil de otorgar que simplemente se nos hace imposible de dar.
En mi opinión el problema principal es la falta de empatía que tenemos las personas en general, por eso ocurren este tipo de situaciones injustas en las que clasificamos a los demás, incluso a nosotros mismos, y entre todos dictamos cuál será su utilidad para esta sociedad, siguiendo unos criterios que son totalmente inhumanos
Opino que la mentalidad presente en el momento de tomar elecciones es absurda. En nuestro imposible afán por simplificar la verdad, cerramos la mentalidad a muchas posibilidades perfectamente válidas. La basura es basura cuando la población deja de quererla, sin embargo aquello ni siquiera supone que ni siquiera sea eficaz, sencillamente su utilidad va a ser distinta.
Crisis climática, inmigración… para conservar el sistema sin cambios descartamos todo lo bueno que estas situaciones podrían traer. Empatía, paciencia, imaginación y, por arriba de todo, moderación. Con aquellas cualidades, poco habituales en la actualidad, podrían hacerse bien las cosas.
Observando lo que ha dicho mi compañero y amigo Aritz, creo que tiene razón, aunque no estoy de acuerdo con lo que ha dicho de que Basura es Basura, ya que, creo que era innecesario decirlo de esa manera. Aunque recalco que estoy de acuerdo con la primera parte, es decir, comparto su opinión
Buenos días querido Xabier Salas, siendo cierto que el comentario de «basura es basura» es bastante agresivo o mal hablado, lo escribí para que todo el mundo fuese capaz de comprender mi punto de vista, pido perdón si alguien se ha sentido ofendido, mi intención solo fue explicarlo de la mejor manera posible. Aun así agradezco que apoyes mi teoría. Nos vemos el lunes y muchas gracias.
yo estoy de acuerdo con Xabier Salas, debido a que a nuestra sociedad le falta empatía, solo pensamos en nosotros mismos y nos da igual los demás. Yo creo q si queremos prosperar como sociedad debemos tener mas empatía con los demás. El sistema no es el problema si no nosotros, ya que el sistema solo es el resultado de nuestras acciones y decisiones.
Buenos días querido Aritz Villar, agradezco mucho que hallas pedido disculpas, ya que, lo había mal interpretado, como ya dije antes, comparto tu idea. Me gustaría públicamente pedirle a usted perdón por no haber entendido su ejemplo, aunque sigo pensando que podrías haber utilizado otro que no sonara tan vulgar, debido a que esto es un tema serio. Un cordial saludo, de su amigo y vecino Xabier Salas.
Comparto la misma idea que Irati Olmedo de que el problema principal es la falta de empatía que tenemos las personas en general, moviéndose por el interés propio y no por el común. A veces no sabemos aceptar lo que es malo o bueno, sino que nos hacemos los ciegos pero no nos damos cuenta que hasta un ciego puede ver lo que no vemos, es decir, que le echamos la culpa al sistema y los demás estando consientes de la situación y no le damos importancia o interés ya que el defecto de las personas es ir a lo más sencilla sin ningún esfuerzo, eso si cuanto más beneficio se obtenga mejor. En conclusión El problema no creo que sea del sistema en sí mismo, el problema está en nosotros. Por tanto, tenemos que ser más consientes de la realidad que nos rodea. Dicen que todo ha evolucionado, en cierto punto si pero creo que queda mucho más que arrastrar.
Es curioso cómo, en los países más desarrollados, donde el principal mecanismo que nos mueve es el dinero, nos percibimos como los más altruistas por entregar un sobre de «ayuda» a los países que nosotros mismos estamos destruyendo. Por el contrario, irónicamente, es en estos países receptores de nuestras «ayudas» donde el sentimiento solidario está más extendido.
Dentro de mi ideal utópico de sociedad, deberíamos integrar a todo el globo terráqueo, en lugar de ayudarlo, y aprovechar nuestras diferencias culturales, sociales, etc., para crecer y avanzar en conjunto.
No obstante, para alcanzar este ideal, necesitaríamos olvidarnos de tanto micronacionalismo y, sobre todo, dejar de lado la economía a la hora de la toma de decisiones. De este modo, se podría establecer un sistema político mundial en el que toda la humanidad quedase integrada bajo las mismas premisas y en el que se desterrase del vocabulario el término «ayuda», que en sí mismo ya denota una diferencia.
Interesantes cada uno de los comentarios. Me quedo, como ejemplo, con el de Amaia. Un pequeña observación: llegar a lo «universal» requiere iniciarse en lo «pequeño», en el «detalle». Decía san Vicente de Paúl: «si quieres atender a los pobres…¡búscate uno y hazlo!…
Aunque estoy de acuerdo con la mayoría de las ideas aportadas por mis compañeros, en relación a que nuestra sociedad se está volviendo de alguna manera muy egoista, mirando sólo el interés propio o el beneficio economico, también creo que hay que reconocer que no es solamente así ya que por suerte existen gran número de asociaciones y personas que con su generosidad y voluntad estad intentando que las cosas se equilibren un poco hacia el lado del desfavorecido, del diferente o del necesitado. Por ello, solo quería reseñar que pese a que en una primera mirada parece que nuestra sociedad va directa a por su propio interés o beneficio también hay muchas personas y movimientos que están intentando recomponer esa situación injusta y a esa esperanza nos tenemos que apuntar.
Hoy en día la sociedad es egoísta, ya que solo pensamos en nosotros mismos y en conseguir beneficio de las cosas. Desde pequeños hemos podido observar que en todos los ámbitos de la vida se juzga a la gente y se la clasifica como si fuesen objetos. Un ejemplo, podría ser el del capital económico, si una persona tiene un capital económico bajo se la juzga y se le clasifica como una persona «pobre» , en el caso contario, se le clasificaría como una persona «rica». En este caso, se podría observar la naturalidad con la que se juzga y clasifica a la gente.
A mi parecer el problema o la culpa no es del sistema sino que nuestro, ya que somos egoístas y poco empáticos, por eso mismo el sistema no tiene que cambiar, sino que los que tenemos que cambiar somos nosotros.
Es una lástima que vivamos en una sociedad en donde el egoísmo y el no actuar con solidaridad sea muy abundante. Normalmente se ayuda a los demás con el fin de lograr un beneficio que deseamos.
En mi opinión para progresar más como sociedad debemos tanto preocuparnos por nosotros mismos, por supuesto, como por el prójimo.
Me da rabia siempre que escucho a alguien referirse a otra persona como «no valida» o «inútil». Tampoco creo que el problema venga de nosotros mismos y la educación que nos han dado en casa, el problema viene del sistema y de la sociedad. Porque así es, si una persona no llega o le cuesta llegar a un mínimo, lo fácil es pasar de esa persona, humillarla, menospreciarla, hacer que se sienta inferior a las personas que no tienen dificultad en hacer cosas. Estamos rodeados de gente con mentalidades egoístas, clasificando a la gente desde que nacemos en cualquier ámbito, y es muy triste ver como muchos niños no tienen esa motivación de seguir a delante por si solos y todo eso tiene un nombre, «sistema educativo».
La sociedad tiende a deshacerse de lo que le supone mayor esfuerzo del que creen necesario. Solemos tener una actitud deplorable hacia ciertos grupos sociales lo que supone que el ser humano exponga lo peor de si mismo. Como bien dice el texto se puede ver una cierta deshumanización pero es un tanto curioso que luego al ver imágenes por la televisión nos remueva la conciencia. En esto encontramos el problema habitual de la raza humana que no es otro que la falta de memoria. Aquella gente que evitamos mirar para no sentirnos obligados a ayudarlos podríamos ser nosotros en cualquier momento de nuestra vida.
A mí me gustaría hacer énfasis en el descarte que la sociedad actual está haciendo a las personas mayores. Nuestros abuelos representaban una figura fundamental en la familia hasta hace unos años: eran los que transmitían los valores de la familia y daban ejemplo con sus vivencias a las nuevas generaciones. Hoy en día la sociedad los percibe, en general, como un “incomodo” y poca gente está dispuesta a hacerse cargo de sus padres cuando tienen problemas. Se prima el tiempo libre y el ocio al cuidado de los mayores.
En algunos de los comentarios hechos en este debate se repiten mayoritariamente palabras como: empatía o egoísmo. Simplemente entiendo que en general nuestra sociedad es egoísta y poco empática, hasta ahí estoy de acuerdo. Desde mi punto de vista, el problema viene cuando hacemos oídos sordos a todas estas brutalidades y ni siquiera aportamos nada para que se eviten. Muchos dirán que no se puede hacer nada y simplemente opinaran por opinar, pero eso no es lo correcto. Todo debe empezar por que cambiemos nosotros, ya que somos lo únicos que podemos hacer algo. Lo que no se puede hacer es que a todo se le ponga una etiqueta y aprovechar eso para despreciar y apartar a alguien cuando todos deberíamos tener las mismas oportunidades de vivir de la misma forma.
Por desgracia, vivimos en una sociedad muy egoísta la cual hemos creado nosotros, que solo piensa en el bien y el beneficio propio, pienso que tendríamos que ser más empáticos con estas personas las cuales por circunstancias de la vida han tenido muy mala suerte. Como dice Ikerne, pienso que el problema es cuando hacemos como que no pasara nada y seguimos con nuestra vida, ya que no nos incumbe en nada.
La sociedad de hoy en día esta creada por nosotros. Las personas pertenecientes al «primer» mundo son las que mas recursos tienen y ¿de donde vienen esos recursos? , la mayoría de las veces de aquellos lugares que nos negamos a ayudar.
El humano es egoísta por naturaleza, siempre buscamos el beneficio propio o si no el beneficio de un ser querido el cual puede sobrevivir solo antes de darle ese beneficio a una persona que no puede subsistir.
Deberíamos tener la mente mas abierta e intentar ayudar a los demás en lo poco que sea, aunque solo sea donando un euro a alguna ONG.
Desgraciadamente seguimos viviendo en un mundo individualista, donde solo miramos por nosotros mismos sin mostrar ningún afecto hacia los problemas de los demás. Nosotros somos los responsables de todo esto, hemos “normalizado” dejar de lado a las personas que no comparten nuestras opiniones o que poseen rasgos “diferentes”. Debemos frenar esto cuanto antes y dejar a un lado nuestras diferencias.
Vivimos en un mundo que cada día esta mas deshumanizado y en el que el egoísmo va aumentando. No hace falta ir mas lejos que a la pandemia. Miles de personas se han ido al paro, se han quedado sin casa, han perdido un familiar y sin embargo, nadie vela por ellos, es como si las personas hayan dejado de ser lo que son y se hayan convertido en simples números. Es triste que en una sociedad tan «avanzada» ocurran este tipo de hechos y no hagamos nada al respecto.
En todo lo que a este texto se refiere, mi humilde opinión es que está sociedad cada vez está más formada de »analfabetos sociales», esto es, la gente cada día tiene menos idea de lo que es aceptar a todo el que le rodea en la sociedad. Este echo podría desatar, como bien dice en el texto, una oleada de efectos nefastos.
No creo que se pueda tratar a las personas como si fueran residuos sobrantes simplemente por el echo de no servir igual que otra. No podemos marginar a un anciano porque no sirve comparándolo con un joven, que sí que sirve. Pero al hacer esto se nos olvida que los ancianos, por ejemplo, ya tuvieron una época en la cual sirvieron igual que un joven de ahora. Estos pequeños detalles me parecen muy significativos a la hora de darse cuenta que la marginación no es un hecho posible.
Hoy en día, vivimos en una sociedad donde los fuertes y poderosos mandan sobre el resto y los débiles quedan marginados o apartados. Nuestra sociedad funciona así, se desecha todo lo que nos sea útil sin darle una oportunidad. De hecho, tras la cuarentena miles de personas se han quedado en paro debido a que sus jefes no les han considerado suficiente importante. Los seres humanos hemos creado una sociedad basada en el egoísmo donde se aparta a lo diferente y encima no se hace nada para evitarlo.
En mi opinión está mal dejar de lado a estas personas ya que por el hecho de tener más complicaciones para llevar una vida normal en vez de recibir ayuda son ignorados por la sociedad. Esta gente no es mucha y creo que si cada uno pondría de su parte se podría ayudar a mejorar la situación de estas personas.
Estoy de acuerdo con lo que dice Escribe Michele Zanzucchi. De hecho añadiría que la cultura del descarte no sólo trata de explotación, esclavización y opresión de las personas sino que es algo más profundo ya que excluye a hombres, mujeres o a pueblos enteros de su pertenencia a la sociedad en la que viven, cortando las raíces de la identidad de esas personas, su sociedad y sus pueblos porque no cumplen los requisitos que imponen las normas de esa cultura. Por tanto no es una cultura integradora y no trata a las personas como seres humanos sino como desechos o basura, seres inservibles de los que no se puede sacar nada de provecho, no son rentables.
Por desgracia, en nuestra sociedad suceden gran cantidad de injusticias, entre las cuales aquellas que cita Michele Zanzucchi; personas en abundancia que por su situación economica o por su edad son excluidas de una sociedad en pleno siglo XXI… Esto me parece indecente por parte de la sociedad, ya que independientemente del poder adquisitivo y de la edad, todos somos iguales y debemos tener los mismos derechos.
Tal y como dice el texto vivimos en una continua espiral en la cual la exclusión social está en el centro y todo gira a su alrededor. Del mismo modo, por gracia o desgracia a la situación actual que estamos viviendo, se ha podido demostrar que la brecha en dicha exclusión es más y más grande. En un principio, todos creímos que nos haríamos mejores personas, más solidarias, empáticas y lo haríamos todo de manera altruista pero esto no ha sido así. Seguimos en una sociedad en la cual lo más importante somos nosotros y nuestro egocentrismo y hasta que no superemos dichos obstáculos será muy difícil poder desarrollar otros valores.
En primer lugar, hemos de dejar claro que vivimos en un sistema cruel que nos valora antes como trabajadores que como humanos. Somos piezas de un gran puzle económico y cuando nos hacemos defectuosas y, por tanto, dejamos de ser rentables, resulta mucho más sencillo eliminarnos. En esta nueva época, en la que llevamos inmersos varias décadas, las elites son el centro y todos giramos en torno a ellas. Da igual de donde vengas, tu situación física o tu color de piel, siempre y cuando dispongas de grandes sumas de dinero y pertenezcas a una clase social más elevada. El plano de los valores queda relegado a un segundo plano cuando se presentan factores económicos que llegan a ensombrecerlo. Si, nuestro sistema es tremendamente injusto; pero, ¿es posible un cambio DEL sistema o habremos de conformarnos con cambios EN el sistema?
Estoy completamente de acuerdo con todos mis compañeros. Vivimos en una sociedad en la que somos muy egoístas y en la que miramos solo por nuestro bienestar personal, quedando demostrado durante esta pandemia actual que estamos viviendo. Mucha gente está pasando necesidades y desgracias y no solo no somos capaces de ayudar sino que no somos capaces de ponernos en su piel para realmente saber por todo lo que están pasando.
Está claro que en la sociedad de hoy en día lo que queremos es vivir bien y que no nos molesten, no queremos ver lo que puede alterar nuestro confort, nuestra forma de vida. Nos estamos haciendo insensibles, no somos capaces de ver los problemas ajenos, aunque los tengamos bien cerca.
Hemos llegado a un punto que lo que vemos en las noticias, lo que vemos en vecinos no nos afecta, parece que estamos inmunizados. Y esta situación es muy triste porque encima no somos conscientes de ello, por lo tanto, tampoco exigimos al poder político y al económico que ponga remedio, que hagan algo.