La pandemia provocó en 2020 la mayor crisis demográfica en España desde la Guerra Civil
En 2020 fallecieron en nuestro país 492.930 personas, la peor cifra desde que existen registros oficiales. Según los datos provisionales de movimiento natural de población que ha publicado este jueves el INE, las defunciones se dispararon un 17,7% con respecto al año anterior y fueron los meses de marzo y abril, coincidiendo con el inicio de la pandemia, los que concentraron el mayor número de defunciones, un 56,8% y un 78,2% respecto al mismo momento del año anterior.
Otra de las consecuencias que ha traído consigo el virus ha sido la caída estrepitosa en el número de nacimientos hasta alcanzar un mínimo histórico. En total nacieron 21.411 niños menos que en 2019. Aunque las cifras de natalidad ya eran malas en España, en la última década cayeron un 27,3%, la crisis del coronavirus ha empeorado esta tendencia. Esto se debe en parte a que hay menos mujeres en edad fértil ya que cada vez se retrasa más la maternidad, a veces tanto, que resulta imposible tener descendencia.
La edad media para ser madre ha pasado de 28,5 en 1985 a 32,3 en 2020, una cifra que no ha dejado de subir en todos estos años. Desde 1995 (29,9 años) no se ha vuelto a registrar una media por debajo de los 30. Como consecuencia de este retraso cada vez se tienen menos hijos. El año pasado se situó en 1,18 la cifra media de hijos por mujer, la más baja desde comienzos de siglo. Sin embargo, el problema no es que se tengan menos niños, sino la diferencia entre fecundidad deseada y fecundidad real: la mayoría de la población querría tener dos hijos, pero la situación actual no es del todo favorable.
Para Pau Miret, investigador del Centro de Estudios Demográficos, uno de los factores más importantes de este descenso es la infecundidad, es decir, las mujeres que por la edad que tienen ya no van a tener hijos y que representan ya un 20%. «Actualmente las mujeres que quieren tener hijos apuran hasta el final, hasta conseguir una estabilidad económica, una estabilidad residencial y eso en España es cada vez más complicado». La natalidad es un factor demográfico condicionado por la estabilidad económica y las proyecciones de futuro, ambas dinamitadas por el Covid. «En la década de los 80, España era uno de los países con la fecundidad más alta de Europa y así se mantuvo hasta la crisis económica de 2008. Ahí se truncó todo, cayeron los nacimientos y España pasó de tener una tasa de natalidad de las más altas a una de las más bajas de Europa y de todo el mundo», explica Miret y asegura que la solución reside en crear «políticas familiares, no natalitas. Destinar ayudas públicas que faciliten la emancipación de los jóvenes».
A pesar de que en 2014 se dio un pequeño repunte en el número de nacimientos, desde hace cuatro años en España mueren más personas de las que nacen. La diferencia entre ambas (crecimiento vegetativo) de 2020 es la peor desde 1941, con 153.167 más muertes que alumbramientos. Ya en 2019 se alcanzó el que, hasta ahora, era el registro más bajo con 58.086 defunciones más que nacimientos.
Por regiones, las únicas comunidades autónomas que no presentaron un crecimiento vegetativo negativo fueron Murcia, Islas Baleares y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. En cuanto a las zonas con peor registro se encuentran Castilla y León, con 22.543 muertes más que alumbramientos; Cataluña con 21.659 más decesos y Galicia con 17.610.
La crisis sanitaria también tuvo un efecto negativo en los matrimonios. En total durante 2020 se celebraron 90.416 enlaces, un 45,7% menos que el año anterior. La tasa bruta de nupcialidad disminuyó 1,6 puntos hasta 1,9 matrimonios por cada 1.000 habitantes. Es el valor más bajo desde 1976.
El número de matrimonios se vio muy afectado a partir de marzo. En abril y mayo los descensos fueron superiores al 90% en ambos meses respecto a los del año anterior.
Los datos del INE reflejan que durante el año pasado la edad media a la que las parejas se casaban también se retrasó, superando los 40 años en los hombres y los 37 en las mujeres. Los matrimonios civiles son, desde 2009, los que predominan: durante 2020 se llevaron a cabo 80.774 frente a los 9.444 matrimonios católicos.
Tomado de www.elmundo.es