TEMA 9: Los espacios agrí­cola-ganaderos y forestales de la V. Mediterránea del Paí­s Vasco

TEMA 9: Los espacios agrí­cola-ganaderos y forestales de la V. Mediterránea del Paí­s Vasco

 1.- Localización

En Euskal Herria se distinguen dos tipos de paisajes agrarios diferentes:

  • Uno con predominio de la agricultura (mediterráneo en ílava y Navarra).
  • Otro con predominio de la ganaderí­a y la explotación fores­tal (dominio cantábrico en Bizkaia, Gipuzkoa, valles del norte de Álava y noroeste de Navarra).

Ambos paisajes se han desarrollado y evolucionado con pro­cesos similares, tales como:

  • Una disminución de las tierras de cultivo.
  • Un aumento de la productividad y los beneficios agrí­colas.
  • Un incremento de la superficie forestal.
  • Una especialización por zonas
  • Una disminución y envejecimiento de la población agraria.

Los condicionamientos ecogeográficos dan lugar a unos es­pacios agrarios que se diferencian por su relieve y las carac­terí­sticas climáticas:

  • El norte húmedo (Bizkaia, Gipuzkoa y los valles del norte de ílava).
  • ílava (desde la divisoria de aguas hasta la sierra de Toloño).
  • La Rioja Alavesa.
  • Navarra (región pirenaica, región húmeda atlántica, región submediterránea y la región mediterránea).

2.- La estructura agraria. Las explotaciones agrarias son pe­queñas (unas 6 ha), por ello ha sido inevitable la búsqueda de un trabajo complementario en otros sectores. La mujer ha te­nido una gran importancia en la economí­a agraria y se ha en­cargado, en muchos casos, de la explotación familiar. En las zonas de montaña, debido al escaso tamaño de las explota­ciones, se usan las tierras comunales para la crí­a de caballos, vacas y ovejas.

La población activa agraria tiene el 1,9 % del total de la po­blación activa y está envejecida. Esto da lugar a una dismi­nución de las explotaciones debido a una serie de circuns­tancias:

  • Este sector tiene una escasa mano de obra asalariada, un 8%. El agricultor/a es el dueño o ayuda en la explotación fa­miliar.
  • Es difí­cil crear nuevas explotaciones agrarias debido a la re­ducida rentabilidad y porque la compra y puesta en marcha de una requiere una gran inversión de capital.
  • La abolición del mayorazgo ha posibilitado la división de la herencia familiar, pero esto no asegura la creación de nue­vas explotaciones ni la continuidad de las mismas.

En general, el sector agrario tiene una productividad más baja que los otros sectores económicos y requiere subvenciones para mantener el margen de beneficio. La ganaderí­a es una actividad que exige mucho trabajo fí­sico, con abundantes ho­ras de dedicación y la dificultad para coger dí­as libres. Esto hace que la juventud no esté dispuesta a continuar con las ex­plotaciones familiares.

3.- Caracteres especí­ficos

a) Álava, desde la divisoria de aguas hasta la sierra de Toloño

En ílava las precipitaciones disminuyen de norte a sur debido al relieve, ya que las montañas se disponen de este a oeste. El clima es de transición, en el norte es suboceánico, con más de 800 mm de precipitación y en el sur es submediterráneo con una precipitación entre 450 y 700 mm.

  • La población. Se ha producido una disminución de la pobla­ción agraria y la que queda está muy envejecida. Los efectos de la emigración han sido más destacados que en las otras provincias. Durante los años de la expansión industrial, emi­gró mucha gente de los pueblos pequeños, incluso algunos se despoblaron. Mientras, en el norte se mantuvo la población a. complementarse la renta con la agricultura a tiempo parcial. Las causas de la emigración fueron: la falta de servicios, los problemas de comunicación y la concentración de la industria en torno a la ciudad de Vitoria. El poblamiento es concentrado.
  • Los cultivos. Entre los cultivos de secano más importantes destaca el cereal, que supone un 61% de la superficie agra­ria. El trigo, la cebada y la avena rotan con la colza y el gira­sol. Se cultivan también leguminosas, guisantes, habas, gar­banzos y lentejas. Se ha extendido el regadí­o para el cultivo de la patata y la remolacha azucarera, ambos productos están ahora regulados por la PAC.

 b) La Rioja alavesa

La Rioja Alavesa está situada entre la sierra de Toloño y el rí­o Ebro y la precipitación que recibe es inferior a los 500 mm. Es un lugar inmejorable para la producción de vinos de alta ca­lidad, de ahí­ que se realice un monocultivo de vid.

La población está muy envejecida, con un 30% mayor de 65 años, y el poblamiento está concentrado en pueblos pequeños.

La extensión del viñedo ocupa 13.000 ha en parcelas aterrazadas, orientadas al sur desde las laderas de la sierra de Toloño-Cantabria hasta el rí­o Ebro. Los suelos se componen de arcillas y calizas que, junto a las caracterí­sticas climáticas, con inviernos frí­os y veranos cálidos, ofrecen las condiciones idó­neas para la obtención de una buena uva.

También se encuentran algunas parcelas de cereal en las partes altas donde no llega el viñedo. íšltimamente se ha ex­tendido el cultivo del olivo (que años atrás ya se producí­a) de­bido a las ayudas de la UE.

La base de la economí­a es la producción de uva para la ela­boración de vinos y cuenta con modernas bodegas con pro­yección internacional. La extensión de la cultura del vino po­tencia el enoturismo.

 

Tomado í­ntegramente del Libro de Geografia (EREIN)

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