Manuel Godoy: mentiroso y traicionero de Carlos IV

Mentiroso y traicionero fue el valido poco válido de Carlos IV. Don Manuel Godoy, con tantos títulos como territorios mantuvo en su momento el Imperio hispánico –y la mayoría de ellos, entregados por la gracia de los monarcas– era un guardia de corps venido a más que, según las tonadillas, disfrutaba dando ‘ajipedobes’ (lean ustedes al revés) a la reina Maria Luisa de Parma. Sus majestades le colmaron de títulos nobiliarios para justificar su cercanía; y eso que no provenía de familia noble. Manolito atesoró gracias a ello un patrimonio inmobiliario que quitaba el hipo en lugares de tanto postín como El Escorial y Aranjuez. Amén de que, en algo menos de dos décadas, reunió un millar de pinturas.

Su mayor traición (o mentira) se dio poco después, y por interés propio. En 1807, el pequeño corso tuvo la idea de hacerse con Portugal para presionar, a su vez, a Gran Bretaña. «El 27 de octubre de 1807 se firmó el Tratado de Fontainebleau con Napoleón Bonaparte. Se estableció que se llevaría a cabo la conquista de Portugal por los ejércitos españoles y franceses para, una vez ocupado el reino lusitano, hacer efectivo el bloqueo continental a los ingleses», explica el historiador Luis Suárez Fernández en su obra ‘Historia general de España y América’. Godoy permitió el paso de los ejércitos galos hacia el oeste a cambio de una porción de tierra en el país luso e impidió, al menos durante los primeros momentos, que el ejército saliera a la calle para defenderse de la invasión.

Tomado de www.abc.es

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