DEBATE 46: Tú ¿qué celebras?
Llega la Navidad. ¡Qué bonito! Las calles, las casas, los Colegios…todo se tiñe de color dulzón, los balcones descuelgan a sus «noeles» o «carboneros», se envían postales ignominiosas, los niños solicitan «regalos» a todo aquel que se cruza en su camino, los jóvenes preparan su «lonjas» para celebrar el fin de año de la manera más clandestina posible, los abuelos sospechan que alguien les quiere… ¡Qué bonito!
La publicidad nos incita a comprar todo tipo de cosas, transformando estas fechas en una «Navidad consumista», viviendo como si fuesen «las fiestas del derroche»: la mejor decoración para la casa, los trajes más bonitos para las diferentes fiestas, los mejores y más abundantes regalos… En definitiva, nos centramos en las innumerables compras que creemos que debemos hacer para que todo esté perfecto. Es decir, nos convertimos en compradores compulsivos porque estamos en Navidad… ¡Qué hermoso!
¡Yo, no!… es el grito unánime, farisaico, defensivo. A estas alturas de la película pocos recuerdan (¿importa algo?) un mínimo rasgo auténtico de la celebración. Si acaso algunos ribetes de solidaridad, de besuqueo amable, de un tiempo dedicado al que menos tiene. ¿Será posible que nos duela el alma de tanta anestesia espiritual?… «En el portal de Belén hay estrellas, sol y luna…» ¿Se refiere a la Esteban?… ¡No, tío, que eso lo cantaba mi abuela no me acuerdo cuándo! Además, me han dicho que todo eso mentira, que se lo ha inventado el Papa o algún obispo del siglo III antes de Cristo…
Dice el poeta que «no hay más ignorante que aquel que no quiere aprender». Aprender el significado de cada signo que rodea un acontecimiento. En Navidad: el belén, la Noche Buena, el porqué de los Reyes Magos y de tantas reuniones familiares; comprender por qué otras religiones no lo celebran o lo hacen de manera diferente; discernir lo que hay de historia, leyenda, sentimiento, etc… Hacer que las cosas tengan sentido…Celebrar lo que hay que celebrar… Tú ¿qué celebras?
La Navidad se ha convertido en una Navidad consumista, como dice en el texto. Los niños piden cosas por navidad y luego tienen sus regalos, se decoran las casas, se compra ropa para salir de fiesta… Los anuncios nos ahogan. Esto es en lo que se ha convertido la Navidad. Ahora solo se piensa en comprar, comprar y comprar (a pesar de la crisis). Hemos olvidado el verdadero significado de la navidad.
Es una época en la que se debe estar mas unido a la familia, aunque sea por tradición, independientemente si el nacimiento de Jesús es verdad o no.
La Navidad ya no es lo que era, ni tampoco lo que debería ser.
Tal y como dice el texto vivimos en una sociedad consumista, sin frenos. Y qué mejor ocasión que esta época para manifestar este hecho.
Debemos tener en cuenta que en esta época se celebra el nacimiento de Jesús. Nosotros nos quedamos con la esencia de la Navidad, ese momento especial de alegría donde se reunen todos aquellos familiares a los que casi no los hemos visto en todo el año. La teoría es muy bonita ¿verdad?
Lo lamentable es que solo esperamos ese momento para recibir regalos o dinero ¡que bien!
Gente con la que ni si quiera te hablas te felicita la Navidad, te desean que pases una buena noche (Nochebuena) y mañana Navidad; solo hoy, al día siguiente da lo mismo.
Banquetes monumentales (que no vienen a cuento).
Estamos en crisis, no hay dinero, pero para que queden bonitas las calles se saca de donde haga falta, y la gente para comprar y comprar de todo lo mismo.
Esta es la Navidad que se celebra hoy en día.
Desde mi punto de vista las navidades consumistas no estan propiciadas por las tiendas o la publicidad (aunque algo tenga que ver), sino por nosotros mismos, nosotros somos los que queremos demostrar que tenemos la casa mejor decorada, o mejor comida en la cena de nochebuena o mejores regalos para nuestros hijos. Yo creo que se trata de un problema de competitividad a pesar de que la propaganda nos incite algo, nosotros tenemos las riendas de lo que consumimos y a la sociedad de hoy en día, desgraciadamente, le preocupa demasiado el «que dirán».