Españolas de armas tomar en la conquista de América (III)
Ana López. Costurera. En América no solo hubo virreinas, gobernadoras, soldados, hubo mujeres muy normales y muy corrientes cuyos trabajos eran los habituales como el caso de esta mujer, Ana López, finísima costurera de origen sevillano, que escribió una carta pidiendo ayuda al virrey de México, tras conocer la muerte de su marido en el Perú. Ella misma se define, como recoge el cronista Icaza, según el libro de Eloísa Gómez-Lucena. «la primera muger que industrió y mostró a labrar (bordar) a las indias y ha vivido siempre del trabajo de sus manos, con el aguja honradamente, y tiene en su casa cinco huérfanas que ha criado e industriado (enseñado el oficio) para casar…».
Mencía Calderón (1514-1570). Adelantada del Río de la Plata. Mencía asumió el papel de Adelantada de una expedición a Brasil, una vez muerto su marido, Juan Sanabria, adelantado del Río de la Plata. No contenta con ello, y tras muchas vicisitudes, al frente de otras cincuenta mujeres, atravesó 1.600 kilómetros de selva a lo largo de seis años. Eloísa Gómez-Lucena contó gran parte de su vida en la novela «Expedición al paraíso» (Renacimiento, 2004).